Oz the Great and Powerful, la fórmula Disney para joder cuentos
Advertencia: Algunos spoilers (Aunque no importa, porque todo se puede predecir)
Tal y como lo esperábamos, la más reciente producción Disney relegada a lanzarse en el primer trimestre del año como carnada para la taquilla (¿Recuerdan a John Carter el año pasado?), no es más que una guía “Mouse” de cómo desarrollar y concluir un cuento de hadas para el éxtasis visual infantil, aún más específico, una concisa logística de aprovechamiento argumental para armar una trama llena clichés, 3D y paisajes conocidos para el escuincle, escotes y maquillajes para el joven y remembranzas clásicas para que el adulto o algún incauto cinéfilo amante de la obra original remate hacia la conclusión de la cinta diciendo: “Miren, igualito que en The Wizard of Oz”, o alguna línea similar para justificar una vez más el embaucamiento que acaba de sufrir proveniente de un Mickey Mouse que al parecer ya está acostumbrado por estas fechas y cada año joder un cuento clásico a través de su adaptación, precuela o remake.
A pesar del claro objetivo monetario y de la falta de originalidad, frescura o reinvención de esta precuela cinematográfica, el film de un irreconocible Sam Raimi guarda cierto encanto y es una buena oportunidad de conocer el cuento clásico por parte del público infantil; sin embargo, en una evaluación general y en comparación con la estupidez de John Carter, la abominable Alice in Wonderland y las nefastas adaptaciones de Snow White (Solo por nombrar algunos ejemplos similares) la falta de pretensión, ciertos elementos visuales y de su formato, así como su introducción y clímax, hacen al menos aguantables algunos momentos en exagerados 130 minutos que bien se pudieron haber desarrollado en 90.
Habrá que decirle a Toto una vez más que al parecer ya no estamos en Kansas, sino en un paisaje 3D lleno de brujas sexys, un mago con cara de drogado y un director totalmente retorcido por los poderes del gran y poderoso Mickey Mouse, solo para los niños menos exigentes.
Un sándwich sin jamón
Como Disney se ha dedicado a tomar los cuentos, quitarles la complejidad y metáfora y entregarlos envueltos como juguetes de temporada navideña olvidándose de la rica materia prima e historia para poder llevar a cabo algo trascendente dentro de un género adepto para ello, su cazarrecompensas preferido hará un analogía adecuada para este fenómeno y caso en particular, y es que Oz se asemeja a un emparedado sin relleno, solo las dos piezas de pan solventadas en el factor de la añoranza. Por un lado, una introducción por demás alentadora y arriesgada, respetando el film original en blanco y negro y con un formato 1:33, Raimi presenta a su protagonista, un mago de carnaval fracasado y embaucador de nombre Oscar Diggs y de seudónimo Oz, que después de ser tragado por un tornado, se trasladará a la tierra mágica de su mismo apodo donde conocerá a 3 brujas escotadas que lo ven como amenaza – esperanza para liberar la tierra mágica.
El problema se presenta y la prostitución argumental típica se da a notar con un desarrollo y segundo acto ahora por demás predecible, frívolo y sobrado, servido a dar un aliciente superficial con 3 sexys actrices (Mila Kunis se ve fenomenal, lástima que no actúa igual) y un protagonista sobreactuado incluso para la naturaleza de una historia que abandona el contenido y la promesa para centrarse en la estética y el formato 3D, lo cual demuestra que aún son pocos los autores y las producciones que pueden congeniar la tecnología actual con el quehacer artístico y los quehaceres del lenguaje cinematográficos (Con excepciones como Hugo o Life of Pi). Raimi, un cineasta al cual ya no se le reconoce (Del horror y el gore a la aventura y de esta a la fábula), se rinde ante la fórmula de una casa productora ajena a la originalidad; por si esto fuera poco, el mismo Raimi no puede mantener el interés del espectador con una historia de altibajos, de giros predecibles y un desarrollo somnoliento.
Para el tercer acto y sin las artimañas del formato, Raimi al menos logra captar esa atención nuevamente gracias al famoso truco de El Mago, un artífice de efectos plausible también gracias a su ambientación y su visión tradicionalista y respetuosa con el film de los años 30’s (Nótese la réplica exacta del cuarto del trono). 10 minutos donde al menos el espectador menos estricto puede trasladarse con decencia al mundo de Oz y recordar el film que ocasionó esta precuela.
Por otro lado habrá que preguntarse si Oz no fue una alucinación del mismo James Franco, el cual como de costumbre, parece haber ingerido grandes cantidades de estupefacientes durante el rodaje, un histrión sobrevalorado y mediocre que por sí solo representa una de las debilidades más vistosas del metraje. El reparto es condescendiente y acorde a la mediocridad de la cinta: Michelle Williams, Rachel Weisz y Mila Kunis solo se presentan como 3 modelos (Kunis quizá resalte un poco más gracias a su doble personificación) sin trascendencia, siendo los personajes digitales los que al final logran resaltar en la cinta gracias al humor absurdo y con chispa ya característico de las cintas de Sam Raimi, que en esta ocasión serán la foco de atención de los niños (Y uno que otro adulto ¿Por qué no?) y al trabajo de voz de un Zach Braff que con poco logra superar lo patético que suele parecer Franco en muchos pasajes de la cinta
¿Hay que verla?
Oz the Great and Powerful significa un ejercicio menor de Disney que prontamente veremos en su canal de televisión para el deleite de las masas, una cinta disfrutable para los niños más pequeños de la casa y sin pretensión alguna más que la de vender figuras y recabar fondos para otras producciones con mayor apuesta.
Raimi no puede mantener la promesa de su introducción, y sin el suficiente material para poder sobrellevar una historia que trascienda, Oz se queda como una simple curiosidad, un humilde homenaje con algunos destellos y guiños que se aprecian para el legendario film de 1939, que con 30 minutos menos de metraje y proveniente de la misma fuente, logró a diferencia de esta precuela mantenerse en el gusto de chicos y grandes gracias tanto a su relato de naturaleza infantil hábilmente narrado por Victor Fleming, como a su mensaje metafórico que por generaciones ha mantenido el culto y la reverencia por parte de la comunidad cinéfila y de la misma industria.
En conclusión, Toto, ya no estamos en Oz, sino en la tierra digital de Mickey Mouse, donde todo es lo mismo
8 Comments
No le tengo mucha fe a esta capirotada digital, aunque le tengo fe a Sam Raimi (aunque como dices no se va a reconocer)
Pero bueno, tiene la fortaleza de ser la única opción decente para ir con la familia al cine… esa será la expectativa…
Saludos!
Asi es mi estimado, esta cinta contó con una muy buena distribucion en el tiempoexacto, pues la competencia le llegará apenas la siguiente quincena con otra cinta fantástica a la cual le auguro peor suerte que a esta.
Para llevar a los chiquillos resulta una aceptable opción. Saludos!
Lo mejor de la película es el clímax, cuando hace su actuación triunfal, ahí se noto algo del Raimi, pero el resto de la muvie estuvo soporífera a más no poder.
Si tienen sobrinos, hijos o cualquier menor de edad que les quede el consuelo de los escotes “grandiosos y poderosos” de las brujas 😉
Concuerdo, el climax es lo mejor junto con la introducción.
Ese escote de Mila Kunis ¡IMPRESIONANTE! XD
Saludos estimado!
Preparen sus correos de odio, sus tomates y sus gritos de Darth Vader…
Tienes razón en que la trama es demasiado predecible y no tiene nada de original, pero logra mantenerse intrigado por lo que está ocurriendo en pantalla, y la réplica de la fotografía en blanco y negro y el formato 1:33 es genial, pareciera una réplica y si le agregamos algunos detalles que hacen alusión al cuento y a la película de Fleming, es totalmente entendible.
En las actuaciones estoy decepcionado con Franco principalmente por una razón: cuando un actor va a volver a trabajar con el mismo director, mínimo esperarías que ese actor en específico lo hiciera bien. Y en este caso, siendo la cuarta vez que ambos trabajan juntos ¡Franco está sobreactuadísimo en casi todas sus escenas! (¡¿En serio éste es el mismo actor que fue nominado al Oscar por cortarse el brazo?!)
De las 3 brujas sólo rescato a la viuda de Heath Ledger, quién es la única con un personaje humano lo suficientemente agradable (sin caer en lo empalagoso) como para simpatizar con ella. Weisz no quedaba para el papel (se dice que Raimi no la quería porque se veía demasiado “buena” [ajá, claro] y al ver, puedo decir que se debió haber quedado allí) y Kunis… es la tercera película en la que la veo y creo que no debería llamarse actriz porque no se me hace creíble. No tiene química besando a un hombre (Ted), no tiene química besando a una mujer (El Cisne Negro) y como villana está sobreactuada. Lo peor es que su personaje es, en cierta medida, el más tridimensional de la película porque nos muestra como era la Bruja Mala, su relación con su hermana y el porqué decidió cambiar de bando y todo esto se ve muy maltratado por su actuación. El mono y la niña de porcelana terminan salvando la película.
En los efectos tenemos el mismo problema que la Alicia de Tim Burton: se ven bien pero se notan muy falsos y muchas tomas de la cámara lo alaban. De la banda sonora eso sí, no me acordé de ninguna tonada.
PERO… me gustó. REPITO: me gustó. Es, por mucho, la mejor adaptación de cuentos de los que van. Como dato personal, vi la versión original antes de ver esta para detectarle errores de continuidad, aspectos técnicos y todos esos detalles. ¿Se pudo haber mejorado? Sí y mucho, pero por lo que nos ha otorgado es al menos lo suficientemente pasable como para poder disfrutarse.
3/5
Ahora hay que esperar a ver cómo destruyen a Cenicienta y a Maléfica.
Estoy de acuerdo al 100% en su punto de vista mi estimado. La pelicula es falla pero si uno se rinde ante la espectacularidad y la añoranza, puede llegar a ser medianamente dissfrutable. En verdad gozo con puntos de vistas como estos, objetivos y aceptando el gusto por las películas y el cine que es lo que nos mueve
Saludos!