Peacemaker: Do ya really wanna taste it
Podríamos dicotomizar al cine de superhéroes en dos corrientes:
Por un lado tenemos a los wannabes de Nolan que en un intento por querer ser “profundos” , “edgys” y “filosóficos” fracasan con productos de baja calidad porque quieren volver un concepto absurdo demasiado serio, viéndose bastante pretenciosos y ridículos en su intento.
Por otro lado, la escuela de Marvel, aunque abraza bastante el concepto “irracional” del superhéroe, fracasa porque se limita a crear tramas genéricas respondiendo más a un intento de marketing y publicidad, viéndose atada de manos por el ratón Miguelito al momento de explorar cierto tipo de temas.
Es por eso que una propuesta como Peacemaker ha triunfado, pues James Gunn ha encontrado el equilibrio en una trama escrita de manera competente sin tomarse tan serio.
La historia acontece después de los sucesos de The Suicide Squad con un Peacemaker recién salido del hospital y que es asignado a un equipo especial para una misión llamada “Operación Mariposa”. A pesar de la simpleza del argumento, desde el estilismo la serie ya cuenta con algunos distintivos.
Peacemaker…que buen chiste
El concepto del cine de superhéroes es absurdo por naturaleza, por lo que darle un contexto demasiado serio puede resultar chocante sino se maneja adecuadamente; incluso en esencia es más parecido al cine serie b de acción de los 80’s que al más fino thriller. Gunn con The Suicide Squad regresó a este subgénero hacia un origen más cargado hacia el disparate y en Peacemaker vuelve a repetir la fórmula e incluso con mayor libertad; hay más gore, más chistes idiotas o subidos de tonos, momentos mucho más incómodos y por supuesto tenemos a un “James Gunn” más anclado a sus comienzos que fueron el serie B de zombies (incluso hay secuencias que nos hacen pensar que no estamos ante una producto de hombres en mallas, sino ante una descerebrada serie de muertos vivientes o alienígenas roba-cuerpos con unos “villanos” que recuerdan a una película de Gunn llamada Slither).
Escupiéndole al subgénero.
Obviamente todo producto descerebrado de serie B tiene que tener un humor random, irreverente y paródico, por lo que en este aspecto la serie no decepciona, teniendo la distinción de que a pesar de que los chistes sean estúpidos se sienten bastante naturales encontrando su base en la ironía de las situaciones y en la personalidad agradable de sus intérpretes.
Pero quizás lo que más destaca es que es una burla a varios tropos del subgénero de superhéroes; muchos pensarán que intenta hacer lo mismo que Deadpool, pero nada que ver con el producto del cara de palo de Reynolds, pues en Peacemaker se aprovecha toda la mala leche de su personaje (que es políticamente incorrecto en todos los sentidos) y le escupe en la cara a este subgénero, burlándose de las historias de origen de varios de sus elementos o tropos caricaturescos e incluso de su código de ética, llegando a cuestionar si su moral no termina por ser más un problema que una solución. Incluso hay una burla indirecta en el último episodio de lo inútil que son los superhéroes de DC con un cameo sorpresivo (¿será acaso una pedrada al fracaso de la creación de un Universo Cinematográfico de DC?) pero no solamente son ellos, sino que todos los sectores de la sociedad son apaleados; desde los extremistas ultra derechistas racistas, hasta algunos los modos sociales de la “new age”, nadie se salva en este show de ser la burla.
Un plus en escritura
Con todos estos elementos uno pensaría que está ante una serie estúpida, pero James Gunn a este circo de dos pistas le ha añadido una tercera, que termina siendo la sorpresa de la serie convirtiendo a Peacemaker en algo más que un producto descerebrado.
Gunn aprovecha el formato de serie para dibujar un mejor contexto de sus protagonistas con el objetivo de que el público empatice con ellos, algo que en The Suicide Squad no tenía tiempo para ejecutar, pues eran tantos personajes que incluso algunos retratos quedaron a modo resumen.
Eso se nota bastante en el protagonista, pues toda su mala leche y su propio sentido de justicia vienen inspirados por “un daddy issue”, una figura paterna tóxica que en búsqueda de su aprobación ha creado a un verdadero gilipolla con un sentido de justicia psicótico y autoritario. Como dicen, Peacemaker no es mala persona, sino que simplemente sus intentos por agradar a su padre terminan que se vuelva un idiota. Aunque sea una escritura sencilla es una manera de convertir a un personaje plano en alguien más bidimensional, y Gunn aprovecha el formato de serie para poco a poco explorar su pasado y construir un retrato que sea punto de ancla para comenzar a transformar a este pacificador desquiciado en un libertador irreverente.
Lo mismo sucede con los demás personajes, cada uno tiene un contexto lo cual justifica de manera eficiente su comportamiento. Aquí menciono especialmente al personaje de Leota, quien termina siendo el ejemplo de como escribir un protagonista incluyente de manera natural; al final el hecho de que sea afroamericana y lesbiana termina pasando a segundo plano, cuando conocemos su lado amable, humano y comprensible que le sirve para formar lazos amistosos con otros seres humanos que termina siendo clave para la formación del equipo; sin embargo la historia no la pinta como un personaje perfecto y esas características de apertura y comprensión con otros individuos pueden terminar volteándose y ser una herramienta de manipulación, o en la búsqueda de aprobación de una figura materna (Amanda Waller), también Leota puede terminar cometiendo actos cuestionables.
Y así como Adebayo, todos los personajes tienen esos claroscuros que los dotan de humanidad y simpatía; Emilia puede mostrarse como fría y dura, pero en el fondo tiene un sentido de compañerismo y una necesidad de pertenecía a un grupo, al igual que Economos, que incluso tiene una escena dónde para salvar su pellejo se ve necesitado de rebelar su personalidad solitaria pero que a diferencia de Emilia es más patética (lo cual explica mucho el cariño que le agarra al equipo y esa necesidades de pertenencia). Murn también es otro personaje interesante que rodeado por la culpa (un poco paralelo a Peacemaker), está buscando la redención a través de esta misión.
Quizás el menos complejo es el de “Vigilante”, aunque esté claro que es más un comic relief y una burla indirecta hacia la estupidez de Deadpool.
Al final si Gunn detalla en los personajes es porque quiere darle un contexto y naturalidad al desarrollo de su relación como equipo (lo cual le quedó demostrado desde Guardians of Galaxy), lo cual consegue dándole un sentido a su unión, pues este grupo está lleno de personas solitarias, con mucho sentimiento de culpa y “family issues” que es completamente lógico que se terminen llevando bien.
Incluso está construcción de la relación es formada por momentos sencillos pero que son bastante naturales. Por ejemplo, al principio Economos y Peacemaker no se llevan bien y sin embargo gracias a un grupo de glam rock que tienen en común comienzan a entablar una amistad, e incluso después de una matanza que incluye un gorila (momento divertido y muy a lo serie b), se crea un momento dónde el equipo festeja a ritmo de “Hanoi Rock”. Es a través de la cotidianidad y simpleza (exceptuando por lo del Gorila) que uno puede generar mejor conexión entre los personajes y mayor empatía con el público. Quizás Gunn ha dado en el clavo de como formar relaciones en una historia, pues no necesitas desarrollos complejos, sino irte a lo natural, básico e incluso mundano.
Y por supuesto no nos olvidemos del personaje tierno de la historia: Eagly, que si DC quisiera pudiera vender peluches y figuras siendo un hit mercadológico.
Algunos defectos.
La serie peca de tener algunos defectos; tiene deux ex Machina o plot holes que a pesar de ser un producto serie B le quitan puntos a lo elaborado de la trama.
Hay eventos que se sienten forzados y convenientes y principalmente muchos de ellos son generados por la torpeza de sus protagonistas. Incluso sabiendo que es una serie con cierto aire de estupidez, no deja de sentirse que este factor termina por afectar el desarrollo orgánico de las situaciones en algunas ocasiones.
Aunque la mayoría de las veces hay un equilibrio que Gunn logra entre los momentos serios y cómicos, hay veces (especialmente los de Vigilante) dónde se siente un poco sobrado.
El papel correcto para el actor correcto
John Cena nunca ha sido de mi agrado y lo considero mal actor (incluso debajo del nivel de Batista o The Rock), pero creo que en Peacemaker ha sido de esos casos en que el personaje le ha venido como “anillo al dedo”. Desde su etapa de luchador siempre tuvo está dualidad entre el carisma y el ser odioso (no por nada dividido a los fans del wrestling entre Cenation y Anti cenas), logrando el que ya es su mejor papel en su carrera y que se va a convertir en el mejor acierto de casting en muchos años.
Lo demás actores cumplen con creces su papel y generan buena química en pantalla. Destaco sobretodo a Danielle Brooks, Jennifer Holland y mi favorito Robert Patrick, que incluso le llega a robar ese papel de antagonista (papá de Peacemaker) a las mariposas interpretando a un ultraderechista miembro del KKK.
A pesar de esto, considero que al igual que Cena es un acierto más de casting.
Calificación
Guion: 2.6 – Tiene algunos bemoles, pero termina elevándose por el promedió de las historias de superhéroes al desarrollar de manera decente a sus personajes.
Dirección: 3.2 – El estilismo serie b le viene de maravilla a la serie. Gunn regresa al género a sus orígenes absurdistas.
Actuaciones: 1.7 – Es un acierto más de casting y de poner al actor correcto en el papel correcto
Extras: 0.5 – El soundtrack es increíble, 100% Glam Rock rules.
Calificación 8.0 – Buena
Trayendo de vuelta el cine de superhéroes a un origen más humilde y disparatado, ofreciendo un plus con un reparto de personajes carismáticos completado por un casting acertado, James Gunn (demostrando su mejor versión replicando fórmulas del éxito de sus trabajos anteriores) se alza como uno de los mejores directores del subgénero de superhéroes y dentro del mundo del cine geek, siendo mejor escritor que la mitad de los que trabajan en el UCM, mucho más creativo que Snyder y Del Toro y mucho más divertido que Nolan y Villanueve.
Y es que desde el opening (que es una maravilla), Gunn nos está invitando a un mundo sinsentido, acido, extravagante al ritmo de glam rock con la advertencia de que una vez que entremos abogaremos porque los superhéroes intenten ser menos oscuros, serios y sean más divertidos y moralmente flexibles, creyendo firmemente que Aquaman duerme con los peces, que la Liga de la Justicia apesta y que Batman es un marica.
Do Ya Wanna Taste It?…si, así se disfruta de la solidez de un relato como Peacemaker y como lanza a tu perro a un hueso invisible.