Películas para ver con Papá: Whiplash
Andrew Neimann (un muy buen Miles Teller) tiene dos padres, el primero de ellos es un ser comprensivo que se preocupa de sobremanera, es un hombre luchón que lo ha llevado a lo largo de su vida sin la ayuda de su madre, quien los abandonó en su infancia, este desinteresado ser al parecer ha dejado sus aspiraciones de lado por sacar adelante a su cachorro (un correcto Paul Reiser).
Por el otro lado, su nuevo padre, es un maldito fascista opresor (en serio), un cruel dictador que lo azota, lo humilla, lo denigra de forma constante mientras que le dice que lo hace por su propio bien (un soberbio J.K. Simmons)
Andrew debe elegir entre lo que ofrecen estos dos, ya que el camino de su vida será dictado por esta decisión.
Damien Chazelle nos trae este drama paternal con su clásico sello de incorrección política donde vemos a un joven que ansía destacar en el mundo de la música y que incluso está dispuesto a pactar con el mismísimo diablo para lograrlo.
Lo interesante de la cinta es ver como el protagonista se debate entre luchar no solo contra su propia comodidad sino la del resto de la gente. La cinta a su vez resalta un culto a la mediocridad, a buscar el camino cómodo con la fórmula patentada para llegar al éxito pero sin arriesgar nada. Para desgracia de Andrew, su padre es una de esas personas también.
Lo interesante de la cinta es que no es cómoda, tampoco ni sataniza o ensalza posturas por otras, el padre de Andrew es así con su hijo no porque busque dañarlo o no quiere que triunfe en la vida, solo hace lo que es natural en él, buscar protegerlo del mundo en sí como cualquier padre decente y que decir de su maestro de música quien lo lleva al límite no porque crea en su estudiante o su potencial, sino porque está desesperado por encontrar ese “choosen one” del jazz por así decirlo.
La dinámica de estas tres personas y sus deseos es lo que hacen funcionar esta cinta, al final el papá del jovencito se da cuenta de que tan bueno es su hijo en acción, mientras que el maestro al fin encontró al tonto perfecto que le cree todo su rollo abusador y al final el mismo Andrew logra no solo hacer cara al conflicto sino que lo supera de manera increíble. Y lo mejor es que todo esto genera opiniones muy variadas y creo que es la mayor virtud de un filme, es no ser indiferente a los espectadores.