Perfectos Desconocidos, a la mexicana
Cuando Perfetti sconosciuti, de Paolo Genovese, se estrenó, nadie anticipó su éxito global. La pequeña cinta italiana presentaba un escenario familiar y explosivo: una cena entre amigos de toda la vida y sus parejas invita al caos al proponer un pequeño juego relacionado con sus smartphones. Era cuestión de tiempo para que hubiera una versión mexicana de la historia, y fue Manolo Caro el elegido para su producción. Con un reparto estelar que incluye a Mariana Treviño, Cecilia Suárez, Bruno Bichir, Ana Claudia Talancón, Miguel Rodarte y Manuel García Rulfo, Perfectos Desconocidos mantiene la esencia de la historia original y la recontextualiza al presente mexicano.
La nueva cinta de Caro, posterior a su incursión exitosa al género de la telenovela a través de Netflix y La vida inmoral de la pareja ideal, explora los límites de la privacidad y la relación de los personajes con la verdad y la mentira. Aunque la historia se mantiene fiel a la versión original, está bien adaptada al contexto capitalino de la clase media-alta. El humor y las referencias están bien consolidadas, y el evento del eclipse, central en las versiones europeas, pasa a un necesario segundo plano. Las actuaciones del reparto son bastante sólidas, y sí da la impresión de que todos son amigos desde hace décadas. La edición mantiene ágil al filme, ambientado en un espacio cerrado, y la controlada dirección logra un buen balance entre la adaptación fiel y la mexicanización de la historia.
Perfectos Desconocidos llega a nuestras salas justo cuando terminan las posadas, y esperamos que nadie proponga su dinámica como juego en reuniones entre amigos.