Peter Pan & Wendy: Más efectivo que el Diazepam.
¡Esto ya no es divertido, es triste!
Desde cualquier óptica (artística y comercial), es inexplicable cómo Disney, tras los constantes fracasos en todos los aspectos de sus adaptaciones en acción real, sigue empecinado en continuar con su plan autodestructivo. La nueva “víctima” de la necedad corporativa se llama Peter Pan, una película que, en su versión original no era tan brillante, y que ahora en su edición “live action”, resulta tan desastrosa que se entiende por qué la compañía ni siquiera hizo el intento de lanzarla en cines y sin ninguna promoción destacable para su streaming.
Mira Guendi, allá están los Iunated Esteits
Un intento fallido por ser algo diferente.
Si tuviera que mencionar una cualidad positiva de la película, sería que, a diferencia de muchas adaptaciones en acción real de Disney, al menos intenta ser algo diferente en lugar de una simple copia de la versión animada. Sin embargo, las buenas intenciones no son sinónimo de un buen trabajo. El guion está a cargo de David Lowery y Toby Halbrooks (The Green Knight, A Ghost Story), dos cineastas que, si bien no son “la crème de la crème”, son lo suficientemente competentes. En ocasiones se nota la “innovación” de estos al intentar darle un trasfondo al Capitán Garfio, presentándolo como el primer niño perdido que, tras extrañar a su madre, huyó de “Nunca Jamás” y se perdió en el mar. Fue rescatado por piratas y luego se convirtió en su capitán, generando un odio hacia Peter basado en la añoranza de su progenitora.
Desafortunadamente, parece que Lowery y Toby agotaron todas sus neuronas al escribir el origen de Garfio, ya que el resto de los personajes son completamente planos y unidimensionales. Wendy es un caso extraño, tiene elementos para tener un trasfondo interesante, pero parece que a los escritores les da flojera conectar las causas y efectos y el personaje crece “por los polvos mágicos de Tinkerbell”, de preadolescente a alguien que entiende el equilibrio entre la fantasía y el mundo adulto, lo cual se siente poco natural en su evolución. Además, nunca queda claro si el personaje no quiere crecer o si es una versión adulta de un niño que ha pasado por una especie de envejecimiento acelerado, lo cual el guion maneja a conveniencia.
Si, la neta nos vendimos e hicimos una película bien culera
Peter Pan es quizás el peor caso, ya que el contexto de la historia debería presentarlo como un antagonista que roba niños, malcriado y egoísta. Sin embargo, la narrativa intenta hacer que lo veamos como una “víctima”, y se esfuerza por retratarlo de una manera banal y patética. Además de las circunstancias externas, el guion se centra poco en desarrollar a Pan, lo que hace que durante la película adquiera el carácter de una figura vacía y que los intentos de “empatía” sean ridículos.
El resto de los personajes carece de una personalidad distintiva y terminan siendo como hojas en blanco. Una vez más, el problema no radica en tener un elenco diverso, sino en no desarrollar los roles más allá de sus características superficiales y esperar que la diversidad solucione la historia mágicamente. Incluso parece más un insulto o una burla el hecho de incluir personajes afroamericanos o con capacidades diferentes sin siquiera abordar su dimensión psicológica.
Ahí les van unos pinches polvitos pa’ dormir
Además, las situaciones están mal desarrolladas, ya que las motivaciones de los personajes cambian constantemente sin ninguna relación de causalidad, y parecen determinadas por decisiones arbitrarias de los escritores.
En conclusión, toda la narrativa es desastrosa, ya que excepto por un solo personaje, el resto son superficiales. La historia intenta forzar la empatía hacia ellos, lo que hace que la película sea aburrida debido a la falta de interés en el elenco principal, el desarrollo nulo y predecible de las situaciones, y además…
Plantilla hecha en Paint 3D para la película
Fuera de ritmo
Aunque hay algunos elementos interesantes en la fotografía, la edición es desordenada y pésima, lo que provoca inconsistencias en el ritmo de la película. Hay secuencias innecesariamente largas que aportan poco al desarrollo de la historia, y escenas importantes que carecen de una explicación adecuada. Además, aunque visualmente resulta interesante y utiliza una paleta de colores para distinguir el mundo adulto del infantil, la falta de cuidado en la iluminación (en algunos momentos parece haber sido filmada por Zack Snyder en Región 4) y los efectos especiales espantosos (especialmente en las escenas donde los niños vuelan) arruinan la puesta en escena.
Jude Law al rescate
Lo único destacable, aparte del origen de Garfio, es la interpretación de Jude Law, quien parece estar en otra película. En cambio, todas las actuaciones resultan inexpresivas y artificiales. No se sabe si esto se debe a un mal guion, una dirección deficiente, falta de talento o una combinación de estos factores.
Pinches escuincles, ustedes nos saben un carajo acerca de la actuación
Calificaciones
Guión: 1.3 – Lo único rescatable es el trasfondo de Garfio, lo demás es vacío.
Dirección: 1.2 – Decepcionante dirección considerando que proviene de David Lowery.
Actuaciones: 1.0 – Solo Law se salva, el resto es decepcionante.
Extras: 0.1 – Nada destacable, los efectos especiales son horribles
Calificación: 3.6 – Horrible.
En resumen, posiblemente nos encontramos ante una de las peores películas en la historia de Disney. Es no solo decepcionante, mal escrita, carente de sentido y vacía, sino también aburrida. Es lamentable que el intento de hacer algo diferente haya resultado en un desastre, lo que tal vez sea una señal de que Disney debería incluso dejar de intentar revivir las antiguas glorias (sin siquiera comprender por qué fueron glorias en primer lugar). Mientras la Casa del Ratón no detenga su necedad, seguiremos teniendo este tipo de películas que al igual que la canción de cuna que canta Wendy, servirá para mandar a dormir de manera efectiva y profunda tanto a chicos como grandes