Pride Movie Fest: “C.R.A.Z.Y.”

Esta semana en el “Pride Movie Fest” seguimos explorando títulos relacionados con las siglas “LGBTTTIQA”, y en esta ocasión toca la letra “B”. La bisexualidad es la orientación sexual de quienes sienten atracción sexual, emocional y/o romántica por más de un género sea el mío propio y/o diferente, no necesariamente al mismo tiempo, ni de la misma forma, ni con la misma intensidad. (Datos de la FELGTB).

El tema de la visibilidad bisexual tanto en el cine como en la cultura en general es algo que no se toca de forma literal, si de por si ya son escasos, en la mayoría se basan en estereotipos, y estos generan rechazo social, por lo tanto una persona bisexual tarda mucho tiempo o de plano no sale “del closet”. En la película Teorema (Theorem) de Pier Paolo Pasolini de 1968, se exploraba la bisexualidad de su protagonista, donde un extraño visitante seducía a toda una familia adinerada, desde los padres y los hijos; Pasolini hace una crítica a la sociedad burguesa italiana. O en Cabaret de Bob Fosse de 1972, donde Sally Bowles (Liza Minnelli) y Brian Roberts (Michael York) pese a llevar una relación complicada, se dan cuenta de que se han estado acostado con el mismo hombre por separado.

Si bien la película de la que hablaremos hoy no hace uso de la palabra bisexual y el protagonista no menciona su propia orientación, hay ciertas acciones y características que él mismo hace que lo llevan hacia la misma. Además de ser la primera película en la cual su servidor se sintió visibilizado y representado en la pantalla, si bien no es mi historia, cuando vi “C.R.A.Z.Y” por primera vez (cuando tenía 16 o 17 años), tuve esa conexión con Zach (el protagonista).

Antes de dirigir “Dallas Buyers Club”, “Young Victoria”, “Demolition” o de su paso por HBO con mini series como “Big Little Lies” o el mejor trabajo de su carrera con “Sharp Objects”, Jean-Marc Vallée escribió y dirigió una de mis películas favoritas. Estrenada en 2005, “C.R.A.Z.Y” es el retrato de la vida de una familia durante casi veinte años, desde el nacimiento de Zach, que es el cuarto hijo en nacer; así veremos su infancia durante el primer cuarto de la película, su paso por la adolescencia hasta llegar a inicios de sus veintes; durante todo este periodo Zach intentará ganarse el cariño y respeto de su padre, que siendo conservador marcado por la época en la que se desarrolla la película (1960 hasta 1980) se da cuenta de que su hijo no es igual al resto de su familia, pues desde que en una ocasión lo descubrió siendo todavía un niño jugando con la ropa de su mamá (con tacones y aretes incluidos) su relación siempre fue complicada.

Si algo hace bien Valléem es como desde el principio nos presenta a los personajes, con el uso de la voz en off donde el propio protagonista es el que narra y nos enseña cómo es su familia, empezando por sus hermanos siendo Christian el estudioso y nerd el mayor, le sigue Raymond el rebelde y desmadroso, Antoine como el deportista, e Yvan el último hermano en nacer. Luego está Laurianne como la madre abnegada, amorosa y que esta siempre preocupada por sus hijos, y por último el padre, Gervais, un poco cascarrabias pero siente un gran orgullo por sus hijos siendo todos hombres, pero en especial por el menor de ellos que de alguna u otra forma es su favorito: Zach. Largos paseos en coche, comiendo comida chatarra a escondidas de los demás, Zach siente un gran amor pero sobre todo una gran admiración a su padre, como el mejor de todos, pero todo cambia con el incidente anterior comentado.

Zach después de eso ve como la relación con su padre se fractura, ya no vuelve a ser la misma, los largos paseos terminan, su comportamiento se vuelve más hosco, si bien al principio Zach no entiende del todo el porqué de esto, hay una palabra que sus hermanos sobre todo Raymond le dice constantemente y que lo marcará por completo: “maricón”. En una escena enternecedora, Zach antes de dormir le pregunta a su mamá ¿que es un maricón? A lo que su mamá responde que no es nada, simples tonterías.

Lo que más destaca de la película es el tema principal de la misma, el cómo los padres influencian directamente a los hijos y cómo estos hacen todo lo posible para tener su aprobación; la imagen del padre autoritario y conservador que educa a sus hijos tal y como el fue educado, después de encontrar a su hijo pequeño vestido con una bata femenina se pregunta qué fue lo que el como padre hizo mal si sus anteriores hijos no hicieron algo parecido, entonces es donde viene el reclamo hacia la madre. En términos generales siempre se le culpa a la madre por la educación del niño, si el niño muestra manierismo femeninos o su comportamiento es más “débil”, es común atacar a la madre por este comportamiento.

A lo largo de su crecimiento, Zach se verá sometido a una represión para poder encajar con los estándares de aprobación de su padre. Esto lo llevará primero en ir por obligación a un campamento de verano solo para varones, luego en su adolescencia cuando despierta sexualmente se verá atraído por una prima que no veía muy seguido, pero más por el novio de la misma, un experto bailarín de mambo. Así en medio de cenas familiares, fiestas navideñas y porros fumados a escondidas, Zach estará en búsqueda de su propia identidad, tanto así que en el punto de inflexión de la historia hará un viaje de auto descubrimiento a Jerusalén.

Otro aspecto que influye de forma positiva dentro de la película es la banda sonora, conocemos muy bien a Zach por la música que escucha, la canción “Shine on you crazy diamond” de Pink Floyd se convierte en el leit motif principal de él, y también la canción “Emmenez-Moi” de Charles Aznavour hace lo propio con el personaje del padre (Gervais), que en cada cena o reunión familiar aprovecha para cantar la canción a todo pulmón. El poderoso soundtrack se complementa con “Space Oddity” de Bowie, “Sympathy for the Devil” de los Stones, “White Rabbit” de Jefferson Airplane, “Mambo Jambo” de Pérez Prado, y el tema principal y la que pone el título de la película, “Crazy” de Patsy Cline, entre otras. Este viaje de duro descubrimiento termina con la reunión una vez más de la familia, después de meses separados, debido a la hospitalización de uno de ellos; pero es con la muerte de uno de los hijos, cuando Gervais logra aceptar a Zach tal y como es.

“C.R.A.Z.Y.” Es todo un drama familiar, que explora el descubrimiento de la identidad de Zach y la atracción que siente por otras personas de su mismo sexo y por el contrario, una película sobre la aceptación del otro y del amor que un hijo profesa sobre el padre. Si bien el tema podría derivar a un sin fin de clichés muy explorados en películas de temática gay, Vallée logra contar la historia de un niño en busca de sí mismo, y qué gracias a la estructura narrativa de la película hace que no solo te intereses en Zach, si no que te mete de lleno en la piel de los papás y de la familia en general.

Christian. Raymond. Antoine. Zach. Yvan.
C.R.A.Z.Y.

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