Qué sí y qué no ver en Netflix
Ya es viernes y eso sólo significa que ya nos toca poder ver todo el Netflix que queramos sin remordimiento.
La semana pasada por cuestiones de mis gathijas, no pude estar con ustedes, pero aquí estamos de nuevo para hablar de lo que tanto nos gusta.
Oiga, dígame que ya vio los 9 capítulos de la primera temporada de “El Chapo”¿No? Pues no sabe lo que se está perdiendo.
Mire, ya sé que en los últimos años nos han estado bombardeando de series en donde la figura de los narcos más famosos del planeta, son exaltadas y alabadas por aquellos que sueñan con la gran vida de estos peculiares personajes; lo vimos con El señor de los cielos, Pablo Escobar, Las muñecas de la mafia, El cartel de los sapos y un largo etcétera. Pero El Chapo, producción de Netflix y Univison.
No sabe qué cosa tan buena. En 9 capítulos con duraciones de 40 a 45 minutos nos desmenuzan la vida del originario de Sinaloa. Sus ambiciones, le origen de éstas, sus ideales y su destino marcado desde que era prácticamente un escuincle.
Marco de la O (como el Chapo) está que se sale, brillante. Lo acompañan Juan Carlos Oliva, como el Güero Palmas, Humberto Busto, como Conrado Sol, Hernán Romo, como Benjamín Avendaño y un fantástico Rodrigo Abed, como Amado Carrillo. Hago énfasis en este último porque ahí como lo ve, hace unos años, este hombre hacía los típicos papeles de galán en telenovelas, y créame, no le vi haciendo algo tan bien como encarnar a este narco que en los 90s era todo un icono.
Digamos que no estamos ante una grandísima producción, pero sabe qué, que cuidan mucho los detalles, las ambientaciones de época, las referencias… todo.
Sabiendo que cualquier tipo de serie, película o libro no debe ser tomada como verdad absoluta, muchas de las dudas que usted aún pueda tener respecto al asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el General Blanco y otros sonados crímenes de aquel México de finales de los 80s y toda la década de los 90s, esta serie le va a dar muchas pistas para que usted solito saque sus conclusiones.
¿Y sabe qué fue lo que más me gustó? Que El Chapo no tiene afanes de reconocimiento, no juega con la parte de que el público deba de sentir empatía por el narco, no señor. Se presenta por encimas de todo, el sentir de un hombre, sus contrariedades, puntos fuertes y debilidades, pero no el exaltamiento.
Su siguiente temporada se contempla salir en septiembre de este mismo año, así que no tendremos que esperar demasiado para seguir sorprendiéndonos con este buen ejercicio que combina tantísimos elementos de muy buena forma.
¡Véala!