Recomendación de Culto: Only Lovers Left Alive
Si usted querido lector, es uno de esos espectadores que gozan con el cine de vampiros clásico y el horror gótico, ésta película quizá no sea de su agrado. Si lo que esperan ver es una orgía de sangre y seres demoniacos decapitados o atravesados por una estaca, más vale buscar otro título. Y si de plano, lo suyo son los cazadores de vampiros estilo Blade o los Draculines cursilerones con brillitos de Crepúsculo, ni hablar, tampoco considere ésta recomendación.
Sólo los amantes sobreviven escrita y dirigida por el cineasta neoyorquino Jim Jarmusch, se distingue por ser una obra que evita todos los convencionalismos y lugares comunes del cine vampírico.
Aquella frase publicitaria de la película Los muchachos perdidos que hacía hincapié en las ventajas sobre la inmortalidad y en lo divertido de su significación, es puesta directamente en tela de juicio por Adam (Tom Hiddleston), el personaje masculino principal. Seamos honestos, la idea de no morir suena idílica, sino fuera por el inconveniente de que nuestro mundo cada día luce como el peor escenario para vivir, incluso siendo un vampiro. Adam se ve obligado a acudir al banco de sangre para comprar de manera ilegal su alimento y, evitar el riesgo de contagiarse con la sangre contaminada de una víctima que consuma drogas, alcohol o que tenga alguna enfermedad como el VIH.
Hundido en una depresión que lo ha llevado a considerar suicidarse -con una bala de madera- Adam lamenta la condición actual de la especie humana a la que se refiere como “zombi”. Se ha perdido el interés por la ciencia y el arte. No existen personas con quien entablar una conversación inteligente como en antaño lo hiciera con Lord Byron, Mary Shelley, Nikola Tesla o Albert Einstein. Estamos ante el que quizá, sea el vampiro más intelectualoide del cine, uno cuyas pretensiones van más allá de andar mordiendo gente, por ejemplo, inmortalizar su obra musical cediéndola a otro (Schubert).
En contraparte está Eve (espectral Tilda Swinton) pareja sentimental de Adam; amante de los libros, el baile y las partidas de ajedrez, busca devolverle razones para vivir al colmilludo hípster empeñado en clavarse en cuanto trauma existencialista pasa por su mente. Pero cuando las aguas comienzan a calmarse, aparece en escena Ava (Mia Wasikowska), hermana menor de Eve y de ahora en adelante pesadilla de Adam, porque la vampirita resulta ser el pariente incomodo, una chava desmadrosa que deja en claro que también entre los seres de la noche se cuecen habas.
Solo los amantes sobreviven cuenta con la excelente dirección de arte (y no, no soy hipsteriano, Dios me libre) de Anja Fromm y Anu Schwartz, los colores se funden en cada encuadre convirtiéndose en un deleite visual para los admiradores de las imágenes poéticas. Favor de poner especial atención a la música de Sqürl, grupo musical en el que interviene el propio Jarmusch. Mención aparte merecen las actuaciones de Tilda Swinton y Tom Hiddleston. Ella, al nivel de Hablemos de Kevin, él, logrando que nos olvidemos de Loki.
Admito que tuve dudas acerca de la química entre la pareja protagónica considerando que ella le lleva como veinte años, pero a fin de cuentas, ese detalle pasa desapercibido. Completan el reparto los fallecidos actores John Hurt y Anton Yelchin.
La película contiene escenas sangrientas y algo de humor negro, pero recalco, no es un relato de horror como tal. No esperen algún sobresalto. Para el otrora realizador de Ghost Dog, la figura del vampiro y su eterna presencia a través de los siglos, lo convierten en el perfecto testigo del auge artístico, científico y cultural alcanzado por la raza humana y por ende, en justo juez del posterior declive y paulatina descomposición de la misma.
Sobran las lecturas pero algo me queda claro, cuando estás obligado a cohabitar en un mundo poblado en su mayoría por zombis indiferentes a su propia ignorancia, el don de la inmortalidad puede ser considerado una verdadera maldición.