Recomendaciones para escapar de la cartelera: Películas libertadoras
Septiembre, mes que aquí en sus recomendaciones nos tocará hablar sobre películas que tengan que ver con movimientos revolucionarios, derrocamientos, motines y/o rebeliones, mes que en donde algunos países latinos como México celebran su independencia y en donde países como Guatemala se confirman como una sociedad unida capaz de tumbar gobiernos corruptos ¡Bravo por ellos! (Aquí en México parece imposible derrotar al copetón). Por esta razón aquí en su sección mensual para escapar de la cartelera 6 de nuestros autores nos recomiendan 6 cintas con esta temática para que usted querida y estimado lector disfrute en la comodidad de su casa y en la compañía de quien quiera de una buena opción cinematográfica
Recuerden que si la cartelera apesta, pueden confiar en Cinescopia y en sus mensuales Recomendaciones para Escapar de la Cartelera ¡Vamos a revisar estas películas de las plumas de Mrs. Punisher, Bedub, Arquicruz, Dr. Dark, Ed Sunderland y El Fett!
Hidalgo, Morelos e Iturbide (Antonio Serrano, 2010, 2012)
La trilogía no consumada
Nunca es fácil hablar de la historia de México, en primer lugar porque siempre ha estado muy maquillada, en segundo, porque esa manipulación de la historia que se aferra a mencionar a héroes con baño de santidad, no ha podido disimular el sinnúmero de traiciones sobre las que se ha formado no sólo este país, sino la industria cinematográfica mexicana.
Tal vez hace muchos, muchos, muchos años, pensar en héroes de la patria que rayan en santos sonaba hasta poético, pero el siglo XX fue el siglo para salir del closet con todo, así que no es buena opción venir a hacer una película millonaria (4.5 millones de dólares) con un guion basado en los libros de texto de la SEP.
El director Antonio Serrano (Sexo, pudor y lágrimas) se fijó como meta hacer una trilogía sobre los héroes de la Independencia de México. Con “Hidalgo, la historia jamás contada” (2010), Serrano prometía algo así como un “destape” poniendo a Demián Bichir a interpretar al Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo como un borracho mujeriego y jugador, que en efecto, sino fue porque perdió la cabeza en la lucha, hubiera sido el padre (literal) de buen porcentaje de la patria. Y cómo no, con una belleza como Ana de la Reguera; y aunque Josefa Quintana no era ni la mitad de joven y bonita que es Ana, pues no dejó de hincarle dos hijos (cifras oficiales). Con las demás la cantidad de hijos no quedó muy clara. Una producción enorme, actores muy reconocidos (con todo y los falsos españoles ceceando sin parar), que lo único que consiguió fue escandalizar a los mochos en todo el país, restando gloria a la lucha y a los ideales de Hidalgo.
Leo Eduardo Mendoza repite mancuerna con Serrano para el guion de “Morelos” (2012). Con esta segunda entrega parece que sus intenciones fueron congraciarse con los mochos, porque ahora la historia inventa romances en donde no los hubo y se pone un tanto cuanto rosa, lo que nos deja un guion torcido y alejado de la realidad. Algo muy pero muy malo en una película histórica.
Los últimos años de José María Morelos y Pavón (Dagoberto Gamma), combinan la toma de la ciudad de Oaxaca con el apoyo de la estrategia de Guadalupe Victoria (José Antonio Gaona) y Mariano Matamoros (Raúl Méndez), además del posterior intento de tomar Acapulco, con el romance del caudillo con Francisca Ortiz (Stephanie Sigman).
Las dos películas contaban con los elementos suficientes para crear un drama intenso, sin perder los toques románticos. La historia es muy basta y claro que resulta complicado adaptarla a 120 minutos, pero eso de dejar grandes sucesos históricos a una frase a la ligera fue algo desastroso. El diseño de arte es excelente en los dos casos, se tenía la calidad actoral y un presupuesto que dio como resultado una producción sin precedentes para una película mexicana.
Y hablando de presupuesto, la sombra de la manera en que los fondos originados por los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, fueron asignados para estas producciones, también cae sobre las películas oscureciéndolas aún más. Hidalgo funcionó en taquilla, pero Morelos pasó sin pena ni gloria. Muchos ni se acuerdan de ella. El elenco millonario resultó en un Serrano “agachón” ante apellidos como Bichir, Yazpik, Suárez, Rodarte y De la Reguera entre otros, porque la dirección es bastante floja en las dos cintas
Ante estos resultados y estos escándalos Conaculta negó el presupuesto para la tercer parte de la secuela histórica, con lo que además se curó en salud después de su “intervención” en el presupuesto de “Morelos”. Al final “Iturbide” se quedó sobre el escritorio y quien fuera declarado el emperador de México nunca llegó a la pantalla.
La historia de México es para contarse con valentía y sin pelos en la lengua. Como espectador es difícil aceptar muchos de los acontecimientos cuando no vienen maquillados con romance o de cuando la honra de un sacerdote está inmiscuida; digo, no por nada a Hidalgo se le editó la honra para poder recibir los santos oleos como a buen pastor corresponde. Cuando se vive en un país en donde los ciudadanos prefieren ver una película que leer un libro, la responsabilidad de los cineastas al hacer una película histórica, es apegarse lo más posible a los hechos para que ese tamaño de presupuestos estén justificados y nadie venga a hacérselas de tos.
La Batalla de Argel (Gillo Pontecorvo, 1966)
No todas las batallas por la independencia de algún pueblo se dieron por allá a finales de 1800, a caballo y con un numeroso ejercito a sus espaldas y un supuesto gran libertador comandando la revuelta con su intachable heroísmo. Muchas de ellas se dieron en el siglo pasado y ocurrieron gracias a que estaban mamados de tener intrusos que se llevaban sus riquezas y sometían a sus pueblos a cuanta ridícula ley se les ocurriera promulgar. Un caso bien irónico es Francia, que siempre nos la han vendido como la propulsora de la libertad y los derechos humanos con la famosa pintura de Eugene Delacroix, oh si los franceses si luchan por la libertad. Y como lo decía una historiadora, ellos lucharon por SU libertad no por la de los demás. Y el establecimiento de autoridades coloniales alrededor del mundo es prueba fehaciente de ello.
Cansados de tanto improperio a su integridad, una pequeña resistencia se organiza para sembrar caos en la ciudad de Argel teniendo como base el Casbah (un barrio muy popular) y lograr a través de ello que las autoridades francesas se retiren de su territorio, por supuesto esto no sería del agrado del gobierno francés, que envió a sus tropas con la clara intención de asesinar a quien estuviera en su contra, recibiendo el repudio general del mundo. Con todos los ciudadanos en su contra y no tuvieron más opción que salir de allí.
Una gran película en coproducción italo–argelina y la muy honesta labor del director Gillo Pontecorvo, que explora el colonialismo del siglo XX, el porqué del levantamiento, sin dejar ningún cabo suelto y que definitivamente es la gente la que cambia sus condiciones de vida.
El Acorazado Potemkin (Sergei Eisenstein, 1925)
Película filmada durante el régimen soviético, que retrata el amor por el comunismo de parte de su director, retratando su versión sobre lo acontecido durante la revolución rusa.
Filmada en los años 20 como encargo del propio régimen soviético, su mensaje es uno de los más artificialmente planteados contextualmente hablando dentro de las películas de tintes políticos e ideológicos, sin embargo, el valor de las intenciones comunicativas con las que contaba la obra perece ante una de las cintas más representativas de las contribuciones de su autor al lenguaje audiovisual.
Por la misma artificialidad de que este filme fue un encargo político, se creería que solo se mostraría aquella glorificación hacia la revolución rusa, sin embargo, Eisenstein logra retratar aquel aspecto oscuro que viene de la mano con derrocar un régimen, dentro de escenas icónicas como aquella de las escaleras, y un montaje agresivo y directo, Sergei no tomó concesiones en mostrar cómo aquel suceso histórico también estuvo ligado directa e indirectamente a la muerte de miles de personas. Ésta perspectiva, fue probablemente la misma razón por de la muerte de su autor. Sin embargo su devoción por comunicar usando las imágenes, desafiar las normas mediáticas de su tiempo, burlando un sistema político usando sus propios medios para retratar con veracidad los hechos históricos que establecieron su régimen, son lo que convierte a este filme “sintético” revolucionario en una revolución “técnica” que sin embargo cuenta con más valor del que se le adjudica, y no termina siendo una proeza cinematográfica hueca, si no que logra glorificar a la pantalla desde dentro de una manera muy sutil, afortunadamente estas películas, con un valor académico tan importante, también se pueden ver gratis legalmente por medio de plataformas como YouTube, así que para todo aquel que no la haya visto, he aquí un link directo para verla por medio de internet:
Braveheart (Mel Gibson, 1995)
En plena época medieval, Inglaterra le estaba dando unas duras fornicadas al territorio conocido como Escocia y llegaron a tal grado de descaro que un individuo conocido como William Wallace dijo Ya Me Canse, sin hashtags ni publicaciones en facebook, agarró su Claymore, junto banda y armó a sus compañeros para iniciar la guerra contra el Rey Eduardo I (Piernas Largas) y su poderoso ejército.
Gibson logra armar una cinta diseñada para que lloremos como magdalenas con ese gran final; para esto sacó lo mejor de su arsenal, iniciando por la inolvidable batalla del puente de Stirling donde despliega una maestría para esto de las peleas campales, para después cambiar el ritmo a la política y mostrarnos que las revoluciones no son tan lineales como aparentan ser, incluso hasta tenemos romances y claro las traiciones y en medio de todo esto, el mismo Gibson como el héroe y mártir del filme que puede con todo lo que el imperio británico le lance.
Entonces para cuando llegamos a esa lacrimosa escena donde lanza el grito más famoso del cine: FREEDOM. Uno simplemente está rendido a la historia y al buen ritmo que le imprimió este Señor que aunque no nos caiga muy bien, debemos admitirle el oficio que tiene.
Así que si los ponen a lavar platos, a quedarse tarde en junta o a hacer recomendaciones para escapar de cartelera sólo imagínense al lado de William Wallace, griten Freedom y al diablo con todo. Obvio, todo esto en su mente porque si no los tildan de locos.
¡Hasta la próxima!
V for Vendetta (James McTeigue, 2006)
No hagan caso al pedante divo Alan Moore, autor en 1988 de la novela gráfica en que se basó este filme y quien, insatisfecho con el resultado, demandó que su nombre no fuese relacionado con él. V for Vendetta es un fascinante ejercicio sobre la búsqueda de la libertad ante un gobierno corrupto y opresor hasta el insulto (y no tan lejano de la realidad) en la Gran Bretaña de un futuro cercano distópico. El guión es de los hermanos Wachowski (acaso su única obra trascendente después de la Trilogía Matrix… tal vez deban permanecer como guionistas).
El rebelde V(un excelente Hugo Weaving), quien oculta su identidad tras una máscara de Guy Fawkes (revolucionario del periodo isabelino que pretendió volar el Parlamento Británico en protesta por la persecusión sufrida por los católicos de entonces), busca derrocar al fascista gobierno del Canciller Adam Sutler (un odioso John Hurt), para lo cual hará estallar el Parlamento un Cinco de Noviembre, fecha en la que se pretendió consumar la Conspiración de la Pólvora por parte del mencionado Fawkes en 1605. V será apoyado por Evey (la bella Natalie Portman, con un creible acento británico), con quien cruza caminos de forma fortuita.
Con ingeniosas reflexiones y paralelismos con tragedias humanitarias reales, matizada con tramas secundarias desgarradoras y las justas escenas de acción, V for Vendetta es un ya icónico relato sobre la lucha por la libertad y la rebeldía en contra de la opresión. Aunque duela al berrinchudo de Moore, su trascedencia va mas allá del factor de entretenimiento: desde el año de su estreno, diversos grupos sociales y activistas han utilizado máscaras de Guy Fawkes en sus actos de protesta. El más famoso (y peligroso) grupo acogido a esta imagen es el colectivo de hackers Anonymous, cuyas pretenciones no son del todo claras.
Sin duda, un filme indispensable para quienes desean rebelarse ante la injusticia y, desde luego, para pasar un buen rato.
Rise of the Planet of the Apes (Rupert Wyatt, 2011)
Un excelente reinicio de la saga en manos de uno de los mejores encausamientos directivos en cuanto entretenimiento se refiere de los últimos 5 años. Los elementos están ahí, una droga para tratar el Alzheimer es probada en simios haciendo que estos tomen conciencia del maltrato y privación de la libertad que sufren por parte de la raza humana; cliché tras cliché que Ruper Wyatt ensambla de manera adecuada ara que la revolución changa estalle de una manera muy “changona”.
Si bien el guion conlleva algunos huecos que lastiman su lógica, estos son casi imperceptibles o aceptados como ciertos tras la también buena exposición actoral de los inmiscuidos, y no, no estamos hablando de un James Franco en uno de sus papeles más decentes, sino del rey del capture motion Andy Serkis, el cual como Caesar ha creado con esta y con su igual de buena secuela (Dawn of the Planet of the Apes), un personaje complejo y recordable para el género en los últimos años.
Pero como estamos hablando de rebeliones, independencias y motines, habrá que destacar el dominio que tiene Wyatt sobre la tecnología y la dirección de este en la secuencia del puente de San Francisco, en donde las fuerzas simias se enfrentan a una muy limitada y improvisada fuerza policiaca que literalmente barren gracias al ingenio y fortaleza de su líder y libertador, escena de alta adrenalina que junto con muchas otras y su equilibrio dramático convirtieron a “Rise” en una renovación idónea para el mito del simio en el cine haciéndonos olvidar las idiotas secuelas de los 70’s y el reboot asqueroso de Tim Burton
2 Comments
de Hidalgo y Morelos… una escena de una horrible cinta llamada El Crimen del Cacaro Gumaro me hizo pensar… pudo haber sido pior… cuando un chamaco piratea una pelicula mexicana de la independencia.. un musical donde los insurgentes bailan estupidamente al son del Sonidito antes de ser fusilados… si.. realmente pudo haber sido peor…
Claro que pudo haber sido peor! Pero lo realmente malo es que tenían todo para ser muy buenas, hasta el dinero tan difícil de conseguir en el cine mexicano. No estoy peleada con “personalizar” la historia un poco con alguna historia paralela ficticia, pero darle al traste a los verdaderos acontecimientos de esa manera, si da mucho coraje. Saludos Travsam!