Redescubriendo Star Wars a través de la visión de Tony Gilroy.
¡Bon Jour Mes Braves! Su montaraz del cine y de la pantalla chica está de regreso y ya se lo que están pensando ¿Otra vez le vas a cromar el riel a Gilroy, Andor y Star Wars? Pues a huevo que si, pero a diferencia de otras ocasiones, no vengo a hablar de temporadas aisladas, películas o trilogías de otro momento.
¿De qué demonios hablo? Pues de que se me ocurrió ver de nuevo las dos temporadas de Andor y no solo concluir con Rogue One, sino que me atreví a ver las películas de la trilogía original seguidas para comprobar ese rumorcillo de internet que decía que Gilroy había redefinido Star Wars y su significado; y dejenme les digo que si es cierto, pero vámonos por partes.
Solo para poner en perspectiva lo que hizo este guionista alfa de alfas, tomó a un personaje secundario que termina muriendo en una precuela y hace no una, sino DOS TEMPORADAS, lo vuelve canon, revive la franquicia, atrae nuevos adeptos y de paso, redefine la trilogía original. No se ustedes, pero eso algo digno de aplaudirse.
Andor Temporadas 1 y 2
Andor inicia igual que the Mandalorian T1, con el asesinato a sangre fría de simples rufianes y de manera muy efectiva. Pero son las consecuencias que traen a los personajes principales lo que marcan las enormes diferencias entre un show y el otro. La calidad de la pluma de Andor ha sido muy laureada y no es porque si, pues se nota cuando viendo la primera temporada das pie con bola con todas las pistas y señales de lo que va ocurrir en la segunda ¡Todo está ahí desde el principio!
Esto demuestra una disciplina y el cuidado para construir una historia con tiempo, no guiones entregados en el último momento y haciendo ajustes acelerados. Así tenemos una tensión palpable que escala capítulo por capítulo, enfocado más en el desarrollo de personajes y la construcción correcta de sus relaciones. Una cosa que realmente quiero enfatizar, es el humor que se maneja entre la relación que tienen Andor, Melshi y K2S0. Esa escena donde juegan una especie de domino intergaláctico mientras se echan unos tragos coquetos, es de mis escenas favoritas por lo real que se siente esa química en los personajes y que demuestra a los más acérrimos detractores de la serie que Gilroy sabe hacer humor del bueno, pero a diferencia de otros, lo pone cuando es necesario y no para satisfacer a unos cuantos fans aferrados al pasado.
Rogue One
La única película buena de Star Wars a manos de los trajeados de Disney y la responsable de esta pequeña rebelión dentro del canon de la franquicia misma mostrando una galaxia muy lejana pero a la vez, con personajes muy grises, sin héroes, sino personas desesperadas y cansadas de vivir bajo el yugo de un régimen totalitario que estaba a punto de volverse casi invencible.
La mejor analogía del David contra el Goliath representado de manera intergaláctica se vería de esta manera. Pero también sucedería algo que nadie previó… que mejoró sustancialmente a la cinta A New Hope.
La Trilogía Original – Episodio IV, V y VI
Una muy grata experiencia revisitar la trilogía original, la cual se siente increíblemente ligera, rápida y muy fresca a pesar de todo el tiempo que ha pasado desde que se estrenó, pero aun así, se sentía el fantasma del dolor que me había dejado Andor y Rogue One y esto se materializó cuando un joven Luke Skywalker salió a la superficie a contemplar el mítico atardecer binario de Tatooine, esa poderosa escena magistralmente matizada por los acordes de John Williams y que ahora, por un extraño motivo que escapa a mi pequeña comprensión, se volvió mucho más épica. No se las voy a describir, es algo que se debe experimentar.
Otra cosa que es digna de resaltarse, es cuando Luke destruye la estrella de la muerte, una oleada de victoria eufórica sacude tu cuerpo y tu mente de manera casi instantánea y es difícil de ignorarla y sacudirla, no después de 24 capítulos y 2 películas donde el objetivo es destruir esa enorme máquina del mal.
The Empire Strikes Back, sigue siendo la mejor historia de toda la franquicia, pero el fenómeno de Andor llega a arañar su lugar inmaculado y dando espacio a un sano debate que no tendremos aquí y en especial porque si bien, esta cinta no se ve tan afectada por los eventos desarrollados en Andor, es la más similar en cuerpo y alma.
El Imperio Contraataca es uno de los dramas más maduros de la franquicia, es aquí donde vemos la necesidad de los Jedi para retorcer la verdad a sus necesidades, vemos su frialdad cuando le piden a Luke que sacrifique a sus amigos para que pueda terminar su entrenamiento. Vimos que eran seres imperfectos, lo comprendimos y no solo eso, lo aceptamos.
El conflicto dentro de los rebeldes, la traición de Lando, la revelación de Vader, todo eso aderezado con el puntual e involuntario humor que nos entregan la dupla de droides a lo largo de la cinta, entregan un filme balanceado. Presenciamos un mundo que está lejos de ser perfecto y encajar en buenos y malos, y es por eso que termina de conquistarnos por encima del capítulo anterior y la película por venir, por su ambigüedad.
Sorpresivamente la que termina peor parada luego de todo este ejercicio es sin duda The Return of the Jedi, que salvo por unos momentos iniciales muy interesantes, uno empieza a notar las flaquezas de Lucas al repetirse con situaciones similares a A New Hope, pero que cierra de manera fuerte y adecuada con un excelente clímax que logra reunir todas las líneas argumentales de la trilogía, incluyendo la serie de Andor, lo que le agrega un valor hasta cierto punto inesperado.
Las otras sorpresas que me llevaría sería con la manufactura de la película misma, ya que Gilroy emularía la misma sensación que estás cintas en la serie de Andor, un experimento que ya se había logrado anteriormente con Rogue One, en donde la producción es muy similar a las originales, mostrando una galaxia lejana y algo desgastado por las guerras y el paso del tiempo. Esto demuestra el compromiso del showrunner de crear una experiencia nueva pero con una base sólida en lo original, en lugar de tener que recurrir a “cameos” excesivos para recordarle al espectador en que universo estaba, mejor creaba la atmósfera propia del lugar sin tener que abusar de dicho recurso, dejando espacio para los nuevos personajes.
En cuanto al valor productivo de la serie, el equipo encargado de esto en verdad se comprometió con el proyecto y nos entregó lugares de una galaxia muy lejana pero que se sienten cercanos por su habilidad de retratar lo cotidiano en otros mundos, en donde al final de cuenta, no importa si tengas forma humanoide, tengas 3 pares de brazos o 4 ojos, te tienes que levantar a trabajar para poder ganar tu sustento y tienes que convivir con el resto de la comunidad.
Mientras que otros shows solo se enfocan en mostrar locaciones algo excéntricas y visualmente atractivas, para que luego los protagonistas se vayan a otro lugar similar, en esta serie se toman su tiempo para mostrarlos de manera más profunda y la interacción tenga un mayor valor con el espectador.
En resumidas cuentas…
Tony Gilroy ha creado un oasis para los fans casuales de Star Wars y los molestos warsies, donde pueden disfrutar de la historia original pero potenciada por el gran valor que le proporcionan las dos temporadas de Andor y Rogue One.