Rey Richard y su obsesión por el tenis.

Algo sucede con los hombres actores en Hollywood que llegan a cierta edad en la que se ponen a hacer casi puro dramas biográficos. El más reciente de Will Smith se centra en un padre obsesionado con que sus hijas jueguen tenis, así que no solo es uno sino dos nichos los que pretende cubrir. Después de verla puedo asegurar que esta hecha para los fans de Will ó los fans del deporte y con una duración mayor a dos horas, incluso para ellos es un reto.

Rey Richard: Una Familia Ganadora, ignora completamente su subtitulo. Aquí no hay familia, todo gira en torno a él e incluso las hermanas son un tema de paso. Richard Williams decidió que sus hijas serían grandes jugadoras de tenis antes de que nacieran, todos los días el ó su esposa llevan a Venus y Serena a un parque publico del barrio Compton a entrenar tiros desde que tenían 5 años y ayudan con el estudio al resto de las hermanas.

Se nos presenta mucho de la filosofía de Richard pero el guion tiene miedo de ponerse intenso y entonces no conectamos al cien con él como figura de inspiración, pero tampoco podemos obviar el determinante de manipulación que ejerce sobre todos a su alrededor. El espectador hará lo mejor que pueda para elegir un lado con lo tibio de la presentación.

El truco también esta en la representación de minorías, cuya discriminación era mucho mas intensa en aquellos años de 1994. Este podrá ser el mayor argumento para declararla un éxito, tanto la película como la historia real; aunque no se puede dejar a un lado la idea de otros padres presionando a sus hijas hasta el punto de quiebre, que al final no resultan en super estrellas y se rompen en la oscuridad. ¿Cuántos habrá? Pero “el fin justifica los medios” dirán muchos…

La historia cubre desde la infancia, pasando por la búsqueda de un entrenador, los juegos del circuito Junior y da un salto a su debut como jugadoras profesionales. Siendo objetivos, Will Smith y Jon Bernthal – quien es el icónico entrenador Rick Macci- son las mejores actuaciones, pero no salvan que la espalda recienta la duración especialmente cuando el torneo final llega muy tarde.