Robos y Regalos del Oscar (2000 – 2009)
Si hay una ceremonia que polariza y genera polémicas en la industria cinematográfica, esa es la de los premios Oscar. Celebrada anualmente desde 1929 y con una popularidad que alcanzó su pico décadas atrás, en los últimos años la noche más popular del séptimo arte ha pasado de premiar la excelencia cinematográfica (si es que alguna vez lo hizo), a convertirse en un “voto de simpatía” supeditado a nuevas agendas-ideologías y a las eternas clases de moral y humanidad que Hollywood se siente obligado a impartir al mundo.
Si bien, para el cinéfilo asiduo cuesta trabajo tomar en serio a unos premios que nunca reconocieron a “piedras angulares” del séptimo arte mientras estuvieron en funciones (Chaplin, Kubrick, Welles, Hitchcock, Lynch nunca ganaron un Oscar por alguna de sus películas), es innegable que a algunos espectadores les sigue causando curiosidad saber quién se llevará la escurridiza estatuilla dorada, y si será, correspondidas sus expectativas.
Repleta de decisiones polémicas al momento de reconocer lo más destacado del cine cada año, a partir del año 2000 la academia hollywoodense ha cometido varios de sus más sonados “sacrilegios”, omitiendo premios que parecían ya cantados y sorprendiendo a más de uno con estatuillas que ni la mamá de los beneficiados esperaban (si, te hablamos a ti Mickey Madison).
A continuación, enumeramos de manera cronológica, algunas de las decisiones más polémicas que han tenido los Oscar en los últimos 25 años: robos harteros y regalos envueltos con moño (por fin Michelle Yeoh, por fin). Recordemos:
AÑO 2000
El siglo empezó “sabroso” para la polémica en los Oscar y en aquella ceremonia a los académicos les pareció buena idea que una leyenda como Ridley Scott se fuera con las manos vacías pese a haber filmado la titánica “Gladiador”. Steven Soderbergh se llevó el premio a “mejor director” por “Tráfico”, aquella película donde un México en sepia es culpable de la drogadicción en la “pobrecita juventud gringa”. Por si fuera poco, “Amores Perros” perdió el premio de “Película Extranjera” contra la imponente “El Tigre y el Dragón”, en una terna que excluyó a la que fue la mejor película de aquel año: “Deseando Amar” de Wong Kar Wai. Pero el numerito no acaba ahí, una hermosa Julia Roberts, desempeñándose mejor que nunca se llevó el premio a “mejor actriz” por Erin Brockovich. Tú lo sabes, yo lo sé, todos lo sabemos: el premio era para Ellen Burstyn en “Requiem por un Sueño”. O, fantaseando mas ¿era para Bjork en Bailando en la Oscuridad? ….ni la nominaron.
AÑO 2001
2 pecados terribles de aquel 2001: Ron Howard, con su “mente brillante” le ganó el premio a “Mejor Director” a David Lynch y su venerada “Mulholland Drive” ¿es neta? Si, y además “Amelie” no fue la “Mejor Película Extranjera”. Hollywood… por lo menos le daría el Oscar a la más merecedora de la trilogía de El Señor de los Anillos ¡Ay no! Esperen, otra vez Ron Howard ¡Mentes Brillantes!
AÑO 2002
Si bien “Chicago” es un musical encantador que se ha vuelto mejor con el tiempo, cuesta trabajo deglutir que “El Pianista” no fue reconocida como la mejor película de aquel año, pese a que la academia reconoció a su legendario director Roman Polanski. Pero hubo un regalito más descarado esa noche, el entregado a Catherine Zeta Jones por “mejor actriz de reparto” en un papel más que olvidable en Chicago, que dejó con las manos vacías a Meryl Streep en “El Ladrón de Orquídeas”, película en donde la veterana tuvo uno de sus mejores papeles saliéndose ¡POR FIN! de su zona de confort. Injusticia.
AÑO 2005
Si una porquería como “Emilia Perez” tuvo 14 nominaciones “inclusivas”, imagínense lo que causaría el estreno de Brokeback Mountain en estos tiempos. En aquel 2005 la academia empezó a perder prestigio al premiar “Crash” por encima de la película de Ang Lee. Otro regalito fue el de la “American Sweetheart” Reese Whiterspoon en “Walk The Line” con Joaquín Phoenix. Aunque la “güerita” cantó y actuó muy bien, cualquiera que se precie de hablar de cine con mediana seriedad sabe que ese premio a “Mejor Actriz” era para Felicity Huffman en “Transamerica”. Robo.
AÑO 2006
El año en que Scorsese ganó por fin el Oscar a Mejor Director y Mejor Película con la “mejorcita de sus películas menorcitas”, tuvo un regalito que seguro muchos ya olvidaron: el de Jennifer Hudson. La cantante emergente de un reality show se ganó el Oscar por taparnos los oídos a gritos en Dreamgirls. Además “El Laberinto del Fauno” perdió el premio a “película extranjera” ante la alemana “La Vida de Los Otros”. Aunque tal vez haya habido justicia, mi nacionalismo no me permite evitar quejarme nuevamente
AÑO 2008
Hay que decirlo a gritos: en el año 2008 (ceremonia 2009) la academia cometió el robo más descarado, estúpido e injusto en lo que va del milenio en materia actoral, al negarle el Oscar a Mickey Rourke por “El Luchador” para dárselo a Sean Penn por “Milk” (quién a su vez le robó también el Oscar a Bill Murray por Perdidos en Tokio años antes). Por cuestiones de espacio no indagaré en Quisiera ser Millonario y Benjamin Button, porque mejor hablamos de David Fincher en nuestra próxima entrega