Robot Dreams: Ba-dee-ya, say, do you remember?, Ba-dee-ya, dancin’ in September
2023 fue un año increíble para la animación, no solo por la calidad de las producciones (excepto por Disney y Dreamworks), sino también por la manifestación de su potencial. Una de las más destacadas es Robot Dreams. Esta película, debido a la cantidad de subgéneros, referencias y conceptos que mezcla, sería sumamente caótica (y hasta daría cringe) trasladarla al plano de la carne y el hueso, no obstante, en el universo de la tinta y el color funciona debido a lo arriesgado y alocado de la mixtura.
Comenzando por su parte estética, Robot Dreams apuesta por una animación tradicional (se agradece), colorida y más al estilo del cartoon americano de los 80’s y 90’s. ¿Cuál es el propósito? Crear una atmósfera nostálgica y endulzante para el espectador (porque los temas a tratar no son nada sencillos). Berger también introduce elementos como música de los 70’s y 80’s (destacando “September” de Earth, Wind & Fire, la cual será vital para la trama). Los escenarios están plagados de elementos propios de la década, desde la moda hasta la tecnología y hay homenajes al cine clásico (el más directo es El Mago de Oz), al SF (una clara referencia a Blade Runner) y a las caricaturas de esa y anteriores épocas, así como también referencia al cine mumblecore (¿una historia de dos entes que no pueden encontrarse en Nueva York?).
Hay que destacar la ejecución, y es que sostener una película de media hora y hacer que te encariñes con los personajes sin la existencia de diálogo no es cosa sencilla. La base son tanto el guion gráfico como la parte sonora, y por lo tanto, parte del trabajo del director y del equipo técnico.
Robot Dreams esconde en su coraza una trama melancólica alrededor de los vínculos que formamos. La cinta nos cuenta la historia de la amistad entre un perro y un robot que se ve interrumpida por una falla mecánica del segundo, dejándolo varado en la playa. El perro buscará desesperadamente la manera de ayudarle, transcurriendo una serie de situaciones que les impedirán encontrarse tras el accidente.
En sus primeros 5 minutos, la cinta va directo a uno de los tópicos principales: la soledad, convirtiéndose en el vehículo principal para la toma de decisiones del perro. Este sentimiento es el que lo lleva a adquirir a su amigo robot. En live-action, este evento hubiera tomado incluso tintes de avalar la mercancía o la tecnología como una alternativa a la compañía, lo cual sería creepy (como por ejemplo “Her”), sin embargo, el hecho de otorgarle al robot conciencia y humanización al mero estilo “replicante”, y posteriormente hacer una analogía al mantenimiento y el cuidado de una relación, pero a través de una máquina u objeto, permiten que la película salga librada de cualquier tergiversación.
Pero no solamente la soledad es la gasolina por la cual el protagonista canino busca compañía, sino que perro busca desesperadamente encontrar en su amigo una nueva compañía que lo saque de su aislamiento. Es aquí donde la cinta lanza su otro mensaje: aprender a soltar y saber cuándo una relación se ha terminado, evitando que la añoranza de los recuerdos y sobre todo el miedo a la soledad terminen por anclarnos a algo que quizás no tiene arreglo o reparo. De aquí se despliegan consecuencias como la posibilidad de arruinar otros vínculos potenciales debido a la falta de sanación, e incluso también los arcos que vive el robot son una analogía de que en este proceso podemos encontrar relaciones sanas que nos ayuden a crecer. Robot Dreams es tan universal y maneja tan bien sus retóricas que podría aplicar para cualquier clase de relación (amistad, amorosa, familiar, etc.), siendo una animación más realista y aterrizada a la comprensión social que muchos “live action” que sugieren los mismos temas.
Calificaciones:
NOTA: Al no haber voces y actuaciones, se reparten 4.5 puntos para el guion, 4.5 para la dirección y 1.0 para extras.
- Guion: 3.5 – Si bien no todas las mini-historias son igual de sólidas, el hecho de desarrollar personajes en base a gesticulaciones ya es algo de aplaudir.
- Dirección: 4.0 – Excelente dirección y buena manera de mantener el ritmo.
- Extras: 1.0 – Una de las mejores mezclas de sonido del año.
Calificación: 8.5 – Excelente.
Aunque en sus actos intermedios presenta ciertas irregularidades, el tercer acto cierra de manera firme con varias analogías interesantes, especialmente alrededor de aquellas personas que terminan por repararnos emocionalmente. Además, se aborda la idea de aprender de los errores cometidos en el pasado para cultivar vínculos más duraderos. Aunque siempre estará el dolor de la separación, de los lazos rotos y de las promesas no cumplidas, siempre existirán los recuerdos de los buenos momentos, siempre existirá una canción que te una a esa persona especial en tu vida, siempre existirán los días con cielos despejados, con sueños dorados, siempre existirá el 21 de septiembre.