Samaritan: Héroe Del Bostezo.
Es obvio que el género de los superhéroes está en horas bajas. Mientras que para Disney/Marvel todo se fue al diablo después de Endgame (2019) y ha polarizado a su audiencia con su apuesta por la “diversidad” y entregando productos mediocres y absurdos, WB/DC sencillamente no sabe qué hacer con sus personajes, sumido en un juego de creación y cancelación del que sólo se ha salvado The Batman (Matt Reeves, 2022).
En este sentido, propuestas transgresoras como Invencible y The Boys han dado algo de oxígeno al género. Sin embargo, su carácter de parodias ultra violentas impide que lleguen al gran público, que espera héroes que admirar y no a los que tener.
No es de extrañar que Sylvester Stallone, icono del cine de acción más clásico, haya querido meter su cuchara en este batidillo, y tal vez darnos un respiro del desastre de Marvel y DC y de los superhéroes pervertidos. Por desgracia, se quedó en buenas intenciones solamente y de esas está lleno el infierno
¿De qué va?
La ciudad Granito está sumida en la pobreza, la violencia y la anarquía. En este mundo deprimente, el adolescente Sam (Javon Walton) debe descubrir si su ermitaño vecino Joe (Stallone) es en realidad el superhéroe Samaritan, quien se creía muerto hace años tras su última batalla contra su archienemigo, llamado Némesis, para poner orden a una ciudad en caos.
Dirige Julius Avery y se ofrece a través de Amazon Prime. En Hispanoamérica, curiosamente, se le llamó “Némesis”.
Los años pasan…y pesan.
Es loable el esfuerzo de Stallone por tratar de alejarse del “ageismo” e interpretar a un héroe de acción a sus 76 años, pero es más que obvio que los años ya le pesan.
El guion es tan lento como Stallone desplegando escenas de combate, remitiendo a la vieja costumbre de las películas de acción de reservar los golpes y explosiones casi para el final.
Un Mundo Sin Identidad.
El aspecto decadente de Cuidad Granito es asfixiante, carente de identidad propia. Bien pudo ser New York o Detroit, ciudades predilectas para guiones como éste. Igualmente los superpoderes mostrados son totalmente genéricos, los rivales a vencer, estereotipados, y por último la historia del niño que admira al héroe, vista decenas de veces. Las actuaciones son aún más planas de lo esperado para este tipo de producciones
Ni el rubro técnico la salva, pues los efectos especiales se notan anticuados. Ciertos momentos con CGI dan risa.
Pero lo peor es lo predecible de la trama, que se se vuelve aún más transparente cuando…
****ALERTA DE SPOILER *****
…gracias a la traducción del título en Hispanoamérica. Gracias, traductores idiotas.
¿Hay que verla?
Sólo si se quiere dar números a Amazon para más producciones como esta, con la esperanza de ver algo mejor más adelante. De otro modo, no lo hagan. Ni para un somnoliento domingo.