Se fue a Volver: O la diatriba entre la lealtad y la traición política.
El cine, como buen arte, cuenta con muchas herramientas para generarnos emociones y hacernos conocer nuestra realidad, lo cual resulta importante en un mundo con cada vez más cambios, mismos que se dan a una velocidad impresionante. Conocer nuestro pasado y nuestro presente, se convierte, entonces, en una necesidad imperiosa.
La región latinoamericana cuenta con una de las historias más fascinantes y dolorosas a la vez y en estos días se encuentran disponibles dos películas que dan cuenta de esto: “Se fue a volver” y “Argentina, 1985”.
“Se fue a volver”, es un documental dirigido por Carlos Enríquez Borges y producido por Capital 21, del Gobierno de la Ciudad de México, canal donde tendrá su estreno el día 16 de octubre de 2022 a las 21:00 horas, con una retransmisión el sábado 22 a las 19:00 horas y podrá sintonizarse en la página web capital21.cdmx.gob.mx
Este documental aborda la historia del expresidente de Ecuador, Rafael Correa y de siete de sus más cercanos colaboradores y funcionarios de su Gobierno, la lucha de estos por generar un cambio en la política ecuatoriana y su destino al término de la gestión de Correa.
Resulta un documento valioso para conocer la actualidad de este país sudamericano y el complejo camino hacia la equidad socioeconómica, para comprender el entorno que llevo a Correa a ganar la elección presidencial, que asumió en 2007 y la sucesión presidencial con un Lenín Moreno que llevo su presidencia por caminos completamente distintos, a pesar de haber sido el candidato oficial y contar con el apoyo inicial de la llamada “Revolución Ciudadana”.
Precisamente el choque ideológico entre ambos y las acusaciones de corrupción de Moreno hacia su predecesor y los miembros de su gabinete, así como algunos miembros de la Asamblea Nacional, desencadenaron una persecución política y judicial que obligó al exilio de estos, quienes fueron asilados en México.
Queda este documento como un relato que pretende denunciar la persecución y dar visibilidad al proceso abierto contra estos ocho ex funcionarios, así como expresar un abierto agradecimiento al Gobierno Mexicano por el asilo diplomático brindado.
El documental presenta varios aciertos a nivel narrativo, alterna secuencias de animación con entrevistas y hace un estupendo uso de la música para dotar de un impulso emocional a las imágenes presentadas. Sin embargo, representa un ejercicio excesivamente parcial y subjetivo en el que no se dota de voz más que a una de las partes del conflicto, lo cual representa su mayor pecado.