Secretos Ocultos: El pasado no se encierra
Hay dramas que son profundamente terroríficos, e historias de horror que ocultan un hecho trágico. Secretos Ocultos, realizada en España por el director y guionista Sergio G. Sánchez y producida por su connacional J. A. Bayona, es una historia de miedo anclada en una tragedia personal. No asustará a los más experimentados con el género del horror, pero es una sorpresiva cinta sobre el peso del pasado que se enfoca en su historia más que en buscar espantar a la audiencia a toda costa.
Es 1969. Después de emigrar a Estados Unidos, cuatro hermanos viven solos en una mansión enorme, ocultando la muerte de su madre para evitar que los separen. Empero, una fuerza siniestra habita entre las paredes de la casa, aterrándolos. Lo que pudiera ser una historia convencional de criaturas sobrenaturales, llena de sustos para hacer brincar a la audiencia, se enfoca en la relación y dinámica entre los hermanos, así como los problemas externos a los que enfrentan y las sospechas que levantan en un abogado del pueblo cercano. El guión de Sánchez es sólido, con una estructura clara y toma inspiración en la literatura gótica para desarrollar su historia. Las actuaciones del reparto en general son buenas, sin que alguno de ellos destaque o robe atención en el filme, mientras que la edición precisa de Elena Ruiz nos mantiene al borde del asiento.
Tensa y pausada, Secretos Ocultos es una grata sorpresa en medio de este largo y caluroso verano.