Sexy por accidente: un chick flick de confianza
Sexy por accidente (I feel pretty) es una comedia protagonizada por Amy Schumer que sigue la vida de Renee Bennett, una chica gordita con problemas de seguridad debido a su físico. Ella trabaja para una importante compañía de maquillaje desde el sótano de algún lugar en el barrio chino, reprochándose el no lograr ser parte de las oficinas corporativas en la 5ta avenida en Nueva York debido a su físico. Pero todo eso cambia cuando debido a un accidente en el gimnasio, Renee cambia por completo la percepción que tiene sobre sí misma y con ello el rumbo de su vida de una manera que no esperaba.
En Sexy por Accidente no encontraremos un plot line que no hayamos visto antes, es la chica cero popular, con problemas de seguridad que cambiando su mentalidad logra lo que se propone. Te preguntarás entonces si vale la pena y la respuesta es un rotundo sí, en mi caso porque además de ser una historia bien armada, es una historia con la que conectas.
Tenemos personajes con los que conectamos, particularmente el de Amy Schumer, ¿su personaje es un cliché? Sí, pero es un cliché en el cual vivimos todos de alguna manera. Ya sea por temas inseguridad, laborales, amistad y obviamente de amor (no sería un chick flick si no lo incluye) y lograr ese tipo de identificación con la audiencia me parece fundamental en una película, por lo menos en mi caso lo logró ya que veo a una mujer más independiente para resolver sus temas tomando la iniciativa. Las actuaciones del resto del cast son muy buenas, particularmente la de Michelle Williams quien es molestamente tonta.
Al final, el elemento clave de Sexy por accidente para mi fue el uso de la perspectiva de personaje, donde se utilizó de una manera diferente lo cual me frustró muchísimo en un principio, pero que conforme avanza el desarrollo fue lo que más me disfrute.
Si quieres pasar un buen rato con tus amigas, hija, novia o por qué no a solas, en Sexy por accidente encontrarás 113 minutos de risas aseguradas.