Shadow and Bone: Una mirada diferente a la fantasía.

Fiel a su costumbre, el titán del streaming Netflix continúa brindando algunas gratas sorpresas de entre su contenido desastroso con cargas ideológicas que lo han asociado a la llamada “Cultura Woke”.

En esta ocasión presenta una obra de fantasía que rompe esquemas sin caer en lo gratuitamente transgresor y ofreciendo un entretenimiento eficaz. Basada en la novela homónima de Leigh Bardugo, quien además funge como productora ejecutiva, Shadow & Bone es la enésima historia de una heroína sobre cuyos hombros recae la salvación de un mundo en ruinas pero afortunadamente alejándose de varios de los clichés del género fantástico adolescente y de las nuevas corrientes en el entrenamiento. Una bocanada de aire fresco, sin duda.

¿De qué va?

El mundo fantástico Ravka se encuentra sumido en la guerra y la miseria a causa de La Sombra, un muro de oscuridad habitado por criaturas monstruosas que mantiene el mundo dividido y en constante conflicto. Alina (Jessie Mei Li ), una joven huérfana y cartógrafa del ejército, descubre que pertenece a la clase dominante de Ravka conocida como los grisha, humanos capaces de usar magia. El poder de Alina resulta ser la clave para destruir a La Sombra, lo que la hará blanco de diversas facciones que buscarán usarla en su beneficio. Completan el reparto Archie Renaux como Mal y Ben Barnes como el general Kirigan.

Un mundo fantástico único

El reino ficticio de Ravka está basado en la Rusia de los zares a finales del siglo XIX, lo que nos aleja del clásico contexto medieval europeo en el que se suelen ubicar relatos de fantasía. Pese a ser una obra fantástica, la atmósfera de los años previos a la revolución socialista y a la primera guerra mundial puede sentirse. En concordancia con el sitio y periodo en que se sustenta, la sociedad de Ravka está dividida en clases y etnias cuya convivencia es difícil. Apreciamos un mundo en el que magníficos palacios hacen sombra a ciudades y pueblos en la miseria. Todo en medio de batallas con balas, espadas y poderes mágicos.

Rompiendo Paradigmas.

Aunque las dificultades de los protagonistas son evidentes, no existe el muy usado en estos tiempos Tragedy Porn, lo que evita distracciones gratuitas. Las tensiones entre razas y clases sociales forman parte integral del contexto de la obra, por lo que no estamos ante un forzado panfleto “progre” como los que Netflix suele crear. La misma protagonista es mitad “ravkiana” (que sería caucásica) y mitad “shu” (etnia ficticia basada en China) y por ello experimenta obstáculos, pero el peso de la historia no recae sobre su condición de mujer mestiza. Precisamente Alina resulta una protagonista inteligente y decidida pero imperfecta y emocional, evitando caer en el arquetipo del personaje “Mary Sue” que tanto fastidia a cualquier historia.

Pero ¿entretiene?

El guión resulta ágil y fluido pese a lo denso del contenido. Las actuaciones son sólidas y el peso de los personajes es equilibrado. Los giros de tuerca están bien posicionados aunque algunos son un tanto predecibles. En términos generales la serie es entretenida y disfrutable con una trama interesante que al mismo tiempo no pretende aleccionar.

¿Hay que verla? Sin duda. Insistimos, es una bocanada de aire fresco en medio de tanta basura ideológica. Esperamos la siguiente temporada.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Dr. Dark    

Médico de profesión y cinéfilo de corazón. Amante del buen cine y destructor del que no lo es.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*