Sin Piedad para Nadie: Venganzas, no ma ma das.
¡Bon Jour Mes Braves! Esta semana me he aventado un amplio espectro de emociones exprimiendo mis neuronas tratando de saber lo que iba a pasar en Dept. Q, para luego dar un salto abrupto con Kpop Demon Hunters, divirtiéndome como si me gustara esa música e incluso, atreviéndome hasta a bailar. Así que para nivelar la testosterona de vuelta, necesitas algo rudo, groso y con mucha, mucha violencia y esta mini serie de nombre Sin piedad para nadie no solo cumplió con mis expectativas, sino que las superó.
Sin piedad para nadie se basa en el webcomic Gwang-jang; traducido literalmente como «La plaza», de la autoría de Oh Se-hyung y Kim Kyun-tae (escritor y dibujante respectivamente), mientras que la adaptación Live action corre a cargo de Yoo Ki-sung y Kim Joon-hyun como escritores, y está dirigida por Choi Sung-eun. Toda esta historia parte de un evento sucedido hace 11 años atrás, donde el prota Nam Ki-joon (So Ji-Sub) es el soldado y asesino más HDP de todos, tan cabrón que cuando cometió una masacre tan terrible que le dio pesadillas a todos y luego pidió abandonar esa vida y para proteger a su hermano Nam Ki Seok (Lee Joon Hyuk), a este se le pide que se corte el tendón de Aquiles de su pie derecho y desaparece de la vista de todos, hasta el punto de que mucho creen que ha muerto.
Pero luego de este largo período de paz entre las bandas Juwoon y Bongsan, la intriga ha vuelto, la mala sangre entre ambas pandillas está que arde y se rumora que los jefes de dichos grupos, están cerca de buscar sus sucesores y empiezan a pensar en el retiro. Esto aumenta la avaricia de los posibles herederos en ambos bandos y desatan descontentos que se salen de control y culminan con la muerte de Nam Ki Seok. Nuestro estoico vengador no pierde ni un solo minuto, luego de advertir a las cabezas de cada pandilla, inicia su camino de venganza y deja en claro que no se va a detener ante nada ni nadie, y que no habrá piedad para nadie.
No voy a hacerme como que la Virgen me habla, ni le voy a pegar al macizo diciendo que Sin piedad para nadie no toma muchos elementos prestados de la Saga de Wick, desde las peleas, la brutalidad con la que se muestran y lo bueno que es su departamento de efectos de sonidos, porque creanme, cada hueso que rompen, cada gancho a las costillas que conectan y batazo en la cabeza que dan, realmente se sienten.
La mayor diferencia entre Sin piedad para nadie y la saga antes mencionada, radica en que esta tiene un tratamiento más de Noir; en un principio, todo parece apuntar a un maloso chillón y molesto al que no puedes esperar para que le revienten el hocico a madrazos, pero desde un principio, van plantando las semillas para que poco a poco se revele que hay un misterio más grande y que en realidad es el engrane más pequeño de una enorme máquina de abusos y corrupción, que cree que siempre puede salirse con la suya.
Aun falta comentar que su mayor virtud, que es mantenerte a la expectativa en los 7 capítulos que dura, para ver hasta donde es capaz de llegar este viejo asesino retirado y les garantizo que la muerte del patán que causó todo esto es satisfactoria, y si ustedes como yo, realmente se meten en la historia, puede que derramen una o dos lágrimas de masculinidad con ese final tan macho y catártico.
En Resumidas Cuentas…
Si están cansados de deconstruir su masculinidad y están listos para sumirse en un mundo de violencia y caos, mostrando un mínimo de expresiones faciales como el protagonista de esta serie, Sin piedad para nadie es lo que están buscando.
¡Hasta la Próxima!