Sobre Gravity: Rueda de Prensa con Alfonso Cuarón
La cita fue en el salón Astor 2 del hotel St. Regis en la capital mexicana, ambientado completamente con iluminación azul creando un ambiente irreal y lámparas de ilusión que simulaban una especie de estalactitas fashion dieron a la conferencia de prensa para la presentación de la esperada Gravity una sensación de ingravidez. Alfonso y Jonás Cuarón hablaron durante una hora sobre el proyecto que les llevó cuatro años cristalizar desde que Jonás escribiera un primer texto y pidiera a su padre retroalimentación y notas sobre el incipiente proyecto.
Ante la obviedad de las preguntas de la prensa nacional y la evidente falta de tablas de Jonás, Cuarón padre emerge como un experimentado artista que no sólo conoce, sino que además disfruta, hablar de su oficio y siempre dispuesto a informar a detalle el arduo trabajo que significó llevar a la pantalla lo que quizá sea su proyecto más ambicioso y perfecto hasta ahora. Concreto, preciso, sarcástico pero ante todo accesible Alfonso Cuarón responde pacientemente a los medios mientras da cátedra de cómo llevar incluso la más insípida pregunta hasta un terreno informativamente valioso.
“A mí no me preocupa tanto el asunto de los números en cuestión de dinero” [Alfonso Cuarón]
Antes que nada Alfonso deja claro que Gravity nunca fue concebida en torno a un discurso de agradecimiento para una ceremonia del premio Oscar y sí como una historia en que el público se conecte con el personaje de manera que éste se convierta en un vehículo para la experiencia emocional del público. Los Cuarón explican que la película fue concebida desde un principio para ser disfrutada principalmente en las salas de cine 3D en lo que definen como “una experiencia inmersiva”, mientras agrega en un gesto, poco creíble desde mi punto de vista, que el dinero recaudado para él (Alfonso) sólo le alegra porque representa la cantidad de personas yendo a las salas.
A pesar de saber que la primera opción para interpretar el papel de Ryan Stone fue Angelina Jolie, quien desde un principio rechazó el proyecto, y que Natalie Portman lo abandonara, los escritores aseguran que no se imaginan la cinta sin Sandra Bullock ,quien hay que decir de paso, ha sido considerada el único eslabón débil de esta magnífica producción, lo mismo sucedió, añaden, con Robert Downey Jr., quien tuvo que salir del proyecto por ser un actor acostumbrado a improvisar y debido a la naturaleza de esta producción se requirió de actores extremadamente disciplinados.
En este punto los Cuarón hacen un alto y explican que la tecnología que desarrollaron junto con su fotógrafo de cabecera, el “Chivo” Lubezki fue un pilar para levantar el complicadísimo y entramado despliegue tecnológico que debió montarse antes incluir las escenas rodadas con los actores. Una vez con el escenario listo no había cabida para error ya que fueron los actores quienes debieron adaptarse a los escenarios, para lograr esto los histriones debieron ensayar complicadas coreografías hasta por cinco meses para que sus movimientos coincidieran con el movimiento de los robots previamente programado.
“Trabajar con Sandra (Bullock) y George (Clooney) es un seguro de vida no hay crítico que les dé malas críticas, porque atacarlos es como matar pandas, eso no se hace“ [Alfonso Cuarón]
“Desde que nos sentamos a dar el primer tratamiento sabíamos que debía ser una película realista“ [Jonás Cuarón].
Para lograr esto, la investigación de campo durante la pre-producción incluyó entrevistas con astronautas, físicos y astrofísicos para entender cómo funciona la microgravedad, una pieza toral en su investigación, explican, principalmente como referencia visual fue el documental “Hubble” para que la realidad plasmada en la cinta coincidiera con la realidad contemporánea considerando que no deseaban hacer una película de ciencia ficción futurista, ni un documental “era una jalada, pero una jalada controlada” explica Allfonso. Esta investigación también les permitió anclar su libertad creativa conscientes de que eso daría un guiño poético a la realidad plasmada en pantalla.
¿Spin-Off?
“Desde que estábamos escribiendo Gravedad hay un momento donde el personaje que ha estado desconectado de tierra logra entablar una conversación“ [Jonás Cuarón]
Aningagq es el nombre del corto que estará en competencia en el FICM en su edición 2013 y que trata sobre la incomunicación moderna y que sirvió como detonante para escribir el guión de Gravedad, evolucionando hasta convertirse en un proyecto independiente o una especie de spin-off y que pretende ser una cinta introspectiva que evidencia la soledad humana en ambientes tan distintos y similares a la vez como lo es una tierra inhóspita y el espacio exterior, dos explica Jonás.
Los Cuarón explican que la cercana relación entre ambos lejos de ser un obstáculo fue un aliciente para trabajar juntos al respetarse como profesionales y como humanos, así como la excelente relación (evidente durante la serie de entrevistas) si acaso acorta explicaciones innecesarias y estimula la comunicación amén de haber sido una ráfaga de aire fresco al oficio de Alfonso.
Antes de terminar la rueda de prensa Alfonso hace énfasis en el estancamiento que vive actualmente la industria cinematográfica mundial, donde las tramas se desarrollan en una limitada área de confort que alientan la producción de historias predecibles o, en su defecto, que se apoyan excesivamente en la tecnología y los efectos especiales. Gravedad, sin embargo, apuesta por la tecnología como un medio para contar una historia, no como el fin.
Gravedad se estrena mañana, no es una producción nacional, pero es producto de un mexicano.
“El problema del cine popular actual es que no hay un punto de vista, lo mismo [sucede] con el diálogo, que debe reflejar un sentir, no contar la historia“ [Alfonso Cuarón, 2013]
Mi más sincero agradecimiento a Guadalupe Rincón [Directora Telemundo México] y Mario Bernal [Camarógrafo] y Magaly Ayala, sin su apoyo este post no habría sido posible.
1 Comment