Spiderman – Across The Spider-verse: La animación no es un género, es cine
Desde hace tiempo, el gremio de la animación lo ha venido repitiendo: “No es un género, es cine”. Y parece que, cansados de que los menosprecien, han decidido dar una lección a aquel público, críticos y cineastas que los siguen viendo como “infantiles” o de manera inferior. Han creado una de las mejores películas de superhéroes (desde que un tipo llamado James Mangold decidió darle un toque western a un personaje icónico) y una de las mejores cintas de Spider-man, con un nivel técnico que supera a su primera parte y un estilismo superior que ya está haciendo escuela en muchas producciones (trazos 2D en combinación con animación 3D).
Esto ha dado la llave para darle continuidad a un subgénero, que irónicamente ha encontrado sus momentos más destacados en la animación. “Across The Spider-verse” les ha callado la boca a todos aquellos que minimizan esta forma de expresión y lenguaje cinematográfico, superando en muchos niveles lo que ni las películas de acción real con más presupuesto y publicidad pudieron hacer en términos de calidad (cof, cof “No Way Home”).
Una vez más, innovando.
Si la primera parte les voló la cabeza con ese estilo de animación, combinación 2D – 3D y la fusión de varias técnicas en pantalla ¡agárrense! porque aquí han subido el nivel de intensidad. Los productores habían dicho que la película contaría con 6 estilos de animación, y han cumplido la promesa otorgando incluso más, asociándolas a la personalidad de cada personaje presentado en la película. Pero lo innovador es que ahora no solo se enfoca en sus figuras, sino que también ha comenzado a variar y perfeccionar más sus escenarios, pasando desde fondos con acuarelas, pintados a mano, stop motion, hasta Legos. La mejor parte es que han encontrado la manera de que los personajes (pintados con diferentes técnicas) puedan convivir en estas múltiples escenas recreadas con diferentes técnicas sin sentirse desencajados unos de otros.
Visualmente encuentran el equilibrio, principalmente porque el equipo técnico ha buscado la manera de que los movimientos y gestos se adapten al estilo de cada escena, sin importar si el personaje en cuestión es similar al método de dibujo del fondo. Así tenemos una maravilla técnica que permite que el tema del Multiverso se sienta más natural y, sobre todo, que produce resultados interesantes, ya que esta mezcla da como resultado la alusión de ciertos movimientos pictóricos. A veces parece que hay escenas que tienden al hiperrealismo, al fovismo, al mundo del arte. En ese sentido, la película ya no es solo un recopilado de técnicas que funcionan de manera articulada, también es un repaso breve de algunas corrientes artísticas, lo que le brinda una alta riqueza cultural (si esto funciona para que un niño sea introducido al mundo del arte ¡adelante!).
Explotando el guion gráfico
Pero quizás lo que aún hace más balanceada esta mezcla artística es la forma en que cada uno de estos elementos ha sido utilizado para la narrativa. Los animadores explotan al máximo el guion y los gráficos, ya no solamente como complemento para describir las características físicas e intrínsecas de cada personaje, sino que ahora cada escenario también puede servir de apoyo para expresar las emociones y pensamientos de sus protagonistas (por ejemplo, casi todas las escenas de Gwen Stacy).
Como consecuencia, la película es más envolvente logrando un acercamiento más intenso a la psique de los personajes. Es una manera bastante certera de empatizar o entender sus motivaciones.
Mensajes paternales y acerca del destino.
Pero quizás todo ese trabajo técnico hubiese sido en vano de no ser por la excelente narrativa que nos cuenta. Aunque los promocionales nos harán pensar que Miles Morales es la estrella de la película, la protagonista es Spider Gwen, quien tiene un desarrollo interesante anclado a un “daddy issue”, que muestra cómo las relaciones paternales influirán en las relaciones interpersonales y cómo una mala comunicación puede llevar a la búsqueda de aceptación por parte del individuo en una persona o en un grupo.
Pero no solamente es una lección para los padres de aceptar el crecimiento de sus hijos y aprender a respetar sus decisiones, sino también una reflexión para los hijos (desde niños, adolescentes) de aceptar que la formación de nuestros padres es lo que nos va a definir como individuos, que el seno familiar (en la mayoría de los casos) siempre será cálido y que nuestras relaciones deberán basarse en el respeto o el amor (como nuestra familia lo desearía) y no en la búsqueda de aceptación a expensas de sacrificar nuestra identidad para “encajar”. Es un mensaje familiar y paternalista conmovedor sobre el cual tenemos otra visión de nuestro “vecino amigable”, un superhéroe que, aunque sus tragedias sean su “desarrollo”, también terminan siendo su cruz debido a la búsqueda constante de llenar ese vacío.
A partir de estas premisas, se comienza a construir el arco de Gwen para establecer un paralelo con el desarrollo de la relación entre Miles y sus padres, y entender las motivaciones que los llevarán a tomar ciertas decisiones. A diferencia del arco de Holland y del desarrollo de la trama basado en las torpezas de la “perra de Tony Stark”, el contexto descrito entre Gwen y Miles (que toma más de una hora, pero es necesario) genera que los dilemas y errores no sean producto de la inmadurez, sino que tomen como base su ideología. Por consiguiente, los errores de nuestros protagonistas se sienten más humanos y más producto de la casualidad que de una mala intención o incompetencia.
Durante la cinta, la película plantea un dilema interesante acerca de los sucesos relevantes que cambian la vida. En el caso de Spiderman, estos eventos han hecho que cada uno tenga su propio crecimiento. Pero el hecho de conocer “perse” cierto acontecimiento y que tienes la posibilidad de evitar que suceda ¿no contradice la naturaleza propia del héroe (y más la de Spiderman) haciéndolo menos benevolente y más cínico? De aquí se plantea otra línea sumamente interesante (parecida a la de Phillip K. Dick en su obra “Adjustment Team”): ¿el destino es una línea recta que tenemos que seguir para poder desarrollarnos y crecer, o puede presentar algunas “anomalías” o modificaciones que pueden romper el estatus quo y convertir el sistema en “no lineal”? En ese sentido ¿el destino ya está predestinado o cada quien es dueño de su propio camino? Es una pregunta que en realidad es contestada de manera neutra, pues la cinta no le da la razón por completo a Miles (quien representa el libre albedrío), o a Miguel (más lineal y esquemático con el tema del destino), presentando tanto argumentos en contra como a favor de sus ideas.
El personaje de Miguel O’Hara (el antagonista) está bien construido. Su valor radica en que la historia no sataniza sus ideas y que sus motivaciones están claras. Es más bien un contrapeso de la historia por sus métodos poco ortodoxos.
La cinta aborda una cantidad de temas de complejidad casi existencialista, convirtiéndose en el retrato más humano que se ha hecho del héroe arácnido. Ya no solamente se encarga de delimitar la tragedia como el “impulso de crecimiento del héroe”, sino que también le da un trasfondo más oscuro al presentarla como la causa de sus inseguridades y de sus vacíos emocionales. Estos orientarán a las diferentes versiones de este héroe a tomar decisiones que creerán correctas para sanar esa herida o llenar ese hueco. Así, se realiza una deconstrucción de Spidey en su versión más aversiva y, si se quiere ver así, psicológicamente oscura.
Curiosamente, el personaje más sensato es Peter B. Parker, quien ha aprendido que no solamente la tragedia tiene que ser la constante en la vida de Spiderman, sino que también hay cosas maravillosas. Es una lección que aprendió cuando le llegó la paternidad y la tutoría, volviendo de cierta manera casi cíclica a la premisa principal y demostrando lo articulado que está cada temática de la cinta.
Algunos detalles:
Hay algunos huecos argumentales (pequeños) que terminan siendo “la araña en el arroz” y que dependerá mucho de cómo se resuelvan en las partes tres.
Aunque la película está centrada en Gwen y su redención, el cliffhanger es un poco forzado y se nota que está incluido por temas de expectativa y comerciales. Si bien genera curiosidad, me parece que se pudo haber manejado de una manera más sutil e incluso no habría habido problema si la situación en la que acaba uno de nuestros protagonistas hubiera sido presentado en la tercera película.
CALIFICACIONES
Guion: 3.2 – Con algunos bemoles, tiene una escritura con una profundidad interesante en sus personajes principales y en la complejidad psicológica de Spiderman
Dirección: 3.4 – Una obra técnica de la animación que probablemente vuelva inspirar a varios creadores
Voces: 1.4 – Decentes
Extras: 0.5 – Que buena manera de insertar referencias.
Calificación: 8.5 – Excelente
Quizás el camino para que este tipo de producciones puedan existir sea regresando al ambiente donde nacieron (la animación), principalmente porque las limitaciones en cuanto a movimientos, expresiones del espacio físico y nivel de producción que tiene un “live action” son una de las principales problemáticas visuales que terminan llevando a las narrativas al fracaso. Quizás los creadores de este tipo de contenidos tan extravagantes ya han explotado todo lo que podían en “la carne y el hueso”, y quizás deberían quitarse los tabúes del cine de animación y explorar aún más ese lenguaje visual que ofrece el séptimo arte.
Y quizás esta anomalía llamada “Spiderman: Across the Spiderverse” les abra por fin los ojos a muchos y les enseñe a mucha gente que la animación no es un género, es una técnica, una forma, un estilo, es cine y puede ser tan poderosa al punto de que quizás pueda potenciar una narrativa de un subgénero que se encuentra en modo zombie.