Star Trek: De la Peor a la Mejor Película
Creada por Gene Roddenberry y estrenada el 8 de septiembre de 1966, esta serie de televisión al inicio se conceptualizó como un western espacial, sin embargo, conforme avanzó el proyecto, terminó por volverse uno de los mayores referentes de la ciencia ficción, combinando la aventura y la exploración espacial con valores altruistas y dilemas morales en una lucha constante por mantener la paz en el universo. Esta alegoría a los conflictos sociales supo mantenerse en el imaginario de la gente, y junto a un elenco multirracial como símbolo de la unión y el uso del concepto del tiempo como temática principal, la universalidad de su propuesta y la idea de una humanidad evolucionada a partir de aprender de los errores del pasado, caló tan profundo en la cultura popular que después de tantas décadas todavía resuena en el imaginario colectivo la concepción de una sociedad utópica y libre de prejuicios.
Por supuesto, una serie de tal envergadura no podía dejar su legado en la televisión, por lo que estrenaría su primera película en 1979, 10 años después de la finalización de la serie original. Cierto que ha tenido sus tropezones y tantos tecnicismos han limitado la cantidad de fans que pueden disfrutarla por completo (no importa si es una nueva versión, tienes que haber visto la serie original para entenderle), pero también ha tocado el cielo y podido competir con su rival director de una galaxia muy, muy lejana. En conmemoración de su aniversario, repasemos las 13 películas oficiales de la saga, de la peor a la mejor (más una divertida adición que los fans aceptan como oficial), siempre tomando en cuenta a la apreciación fílmica y crítica.
El espacio: la frontera final. Estos son los viajes de la nave interestelar Enterprise. Su misión continúa: explorar extraños y nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones, atreverse a ir a donde nadie ha ido jamás.
La asquerosa – Star Trek V: The Final Frontier (William Shatner, 1989)
Por Uriel Salvador
Se nota y mucho que Shatner carece de experiencia tanto en la dirección como en el guion, ya que todo baja de calidad: las actuaciones se vuelven caricaturas, la filosofía de sus temas es anecdótica, las escenas son inconexas e incoherentes entre sí, los diálogos son reciclados, el humor es intrusivo y forzado y el estilo visual llega a los límites de la mediocridad por los pobres efectos visuales. El punto más bajo de la serie, porque cuando todos los problemas se resumen a una frase (¿Para qué quiere Dios una nave?), uno sabe que la historia está mal desarrollada desde su concepción y que incluso no encaja para nada en la propuesta planteada por la serie.
La horrenda – Star Trek: Nemesis (Stuart Baird, 2002)
Por Uriel Salvador
Si las entregas anteriores pecaban de parecer episodios alargados de la serie, aquí ya no hay forma de ocultarlo. La trama pasa a ser un plan maquiavélico genérico, todo gira en torno a las variantes que el argumento propone. El diseño de producción está copiado de otras fuentes, hay escenas casi imperceptibles que pudieron haberse quitado y desperdicia a la tripulación (Patrick Stewart ya no está para escenas de acción). Ni siquiera la aparición de un joven Tom Hardy como el villano en turno salva la inevitable percepción de que la saga toca fondo otra vez, un fracaso que mantendría a la saga en el congelador por casi una década.
La mediana – Star Trek: Insurrection (Jonathan Frakes, 1998)
Por Uriel Salvador
Es inevitable ver esta entrega como un capítulo largo y la historia no es tan apasionante o concisa como la de su antecesora, pero a partir del descubrimiento de una raza que no envejece, plantea dudas sobre los derechos y si se debe beneficiar a una mayoría o deben respetarse los derechos de una minoría. Muy inferior al capítulo anterior debido a un ritmo más aletargado y un tono un tanto sermonero, pero la segunda vez bajo el mando de Jonathan Frakes es aceptable dentro de los estándares de la época, cargada de efectos especiales cada vez más logrados, un humor sutil y escenas de acción más logradas.
El sándwich – Star Trek: Generations (David Carson, 1994)
Por Uriel Salvador
Una película extraña para la saga, no sólo por el evidente cambio de reparto, sino por su dependencia excesiva de la serie. Por un lado, tiene un excelente inicio y un final que reflexiona sobre alejarse del pasado o de lo que podría haber sido para ayudar a los necesitados, evidenciado en uno de los encuentros más esperados de la saga. Por otro lado, el guion está apresurado porque hay muchos huecos y conveniencias en la trama, no ejecuta bien sus ideas y no desarrolla bien a los personajes, incluyendo al caricaturesco villano de Malcolm McDowell (que aun así se alza como lo mejor que ofrece). Profundamente defectuosa, pero se sostiene por algunas escenas emocionales.
La rápida y furiosa – Star Trek Beyond (Justin Lin, 2016)
Por El Fett
La revitalización de la saga ha superado con creces la calidad de narración y entretenimiento de la original sin faltarle el respeto o relegando los estatutos de su universo. Esta última observación es incluso más evidente en Beyond, ayudando a un director de efectos y acción como Justin Lin con toques nostálgicos y referentes a la primera tripulación que fueron el deleite para los fans más aguerridos, cortesía también del humorístico, ágil y eficaz guion de Simon Pegg. Aunque menor a sus dos antecesoras, los elementos dramáticos, antagónicos, emocionales y hasta la tendencia social de la diversidad siguen funcionando hasta el límite de aceptar con gratitud un clímax musicalizado por los Beastie Boys. Si esto sigue así, Star Wars se seguirá viendo eliminado por la creatividad de los Trekkies
El reinicio – Star Trek (J.J. Abrams, 2009)
Por El Fett
Abrams no pudo hacer nada por Star Wars, pero vaya que si lo hizo por Star Trek, una reinvención ingeniosa, entretenida y tensa que a través de jugar hábilmente con el tópico de los viajes en el tiempo, permitió a la franquicia una libertad y soltura para exponer nuevas estructuras e interacciones entre sus personajes, pero sin perder el respeto por la saga original e incluso incrustando de manera brillante el elemento “Spock” como nexo entre las dos líneas temporales. Compartiendo la calidad de la saga, el desempeño grupal mejoraría para el excelente segundo capítulo, para tres años después enterrar las esperanzas con una decepcionante “Beyond”.
La cómica – Star Trek IV: The Voyage Home (Leonard Nimoy, 1986)
Por Uriel Salvador
Fácilmente la más divertida de la saga, pero también la más alejada del concepto original, lo que provoca choques entre los cambios que propone. El enfoque más cómico que aporta Nimoy la hace más ligera y lineal, y en vez de que esto la perjudique, la hace más accesible al evitar complicarse con términos más avanzados. Por otra parte, debido al nuevo tono, se ve caricaturizada y reduce su trama ecologista a una sucesión de escenas tras otra. Quizás la presencia de Catherine Hicks es bienvenida al servir como el personaje cuerdo de la historia, así como se aprecia el riesgo de hacer algo diferente, pero esta variante de Back to the Future, por muy hilarante que sea, no tiene mucho que la distinga.
La “Kubrickiana” – Star Trek: The Motion Picture (Robert Wise, 1979)
Por El Fett
Si bien la serie fue la inicializadora de uno de los fenómenos mediáticos y fílmicos con mayor influencia y seguidores a nivel mundial, fue la cinta de Wise a diez años de haber terminado el serial (que corrió de 1966 a 1969), la que terminó por madurar narrativamente el producto de Roddenberry, gracias sencillamente a la estructura de un guion fílmico que permitió encausar una mejor estructuración de sus personajes y de la química entre estos (en mucha parte también al natural crecimiento histriónico de sus inmiscuidos durante 10 años y a la nostalgia por incurrir de nuevo en sus suéteres de color). Sin duda uno de los clásicos SF, la experiencia previa de Wise con el género le permitió encausar de forma espectacular los recursos técnicos y efectistas de la época.
El riesgo funcional – Star Trek III: The Search for Spock (Leonard Nimoy, 1984)
Por Uriel Salvador
La mera concepción de esta entrega fue peligrosa en su estreno, ya que al continuar una historia que no debía seguir, comete el error de quitarle peso emocional a su predecesora y hacerla irrelevante. Sin embargo, Nimoy sale avante de estos cambios exaltando el valor de la amistad y cómo ésta trasciende más allá de las barreras de muerte. Además, pone suficientes obstáculos en el camino para que el controversial uso narrativo de la resurrección tenga un sentido de urgencia y una recompensa satisfactoria. Tiene un villano más endeble y peor estructurado (por más que Christopher Lloyd se divierta) y la calidad en los efectos visuales se estanca, pero el riesgo corrido la hace elevarse más allá del promedio.
La parodia – Galaxy Quest (Dean Parisot, 1999)
Por El Fett
Una parodia brillante e hilarante sobre “Star Trek”, que rebasa la mera aventura espacial para burlarse de los arquetipos de actores que en la vida real construyeron a base de series, películas y un gran fandom, la leyenda de los suéteres de colores y los viajes por la conquista del espacio. En directa referencia a Leonard Nimoy y su “Spock”, Rickman interpreta de manera fastuosa al oficial científico de la tripulación, que tras asistir de mala gana a una convención de fans, se verá inmiscuido en un verdadero conflicto intergaláctico. En un reparto estelar que presenta a Sigourney Weaver, Tim Allen y Sam Rockwell, sin duda Alan Rickman resulta la mejor elección y la atracción favorita de esta divertida e infravalorada sátira.
La arruinada por el final – Star Trek Into Darkness (J.J. Abrams, 2013)
Por El Fett
Si bien la primera parte ya se había ayudado de los saltos temporales para establecer un nuevo curso, en este capítulo el director y el guionista confirman su promesa de cambio al incluso arriesgarse contra el romanticismo del fan service, cambiando arquetipos y promoviendo figuras emblemáticas de la saga como nuevos iconos tanto heroicos como antagónicos para las nuevas generaciones. Ágil y entretenida, cabe destacar la inclusión de Cumberbatch como el mayor eje y fortaleza de la trama. No cabe duda que estamos ante uno de los mejores remakes de la historia y una cinta que por mucho superó a todas las secuelas de Star Wars juntas. Estaría más arriba si no fuera por su horrible y pésimo final.
La decente – Star Trek: First Contact (Jonathan Frakes, 1996)
La mejor película de la Nueva Generación, más que nada porque ahonda en la mitología de la franquicia mediante uno de los momentos más importantes de la saga. La historia tiene sus bases en la lucha por la individualidad y su destacado papel en el futuro de la humanidad frente a la imposición de la esclavitud por parte de un colectivo alienígena liderado por uno de los mejores villanos de la saga. Los diálogos enriquecen el universo y fomentan la idea de que la superación personal y el bienestar colectivo son necesarios para preservar un mundo donde una sociedad incluyente signifique la igualdad para todos y el fin de los prejuicios.
La excelente – Star Trek VI: The Undiscovered Country (Nicholas Meyer, 1991)
Por Uriel Salvador
El fin de una era de manera literal y simbólica, pues por un lado es el fin de la saga clásica de Gene Roddenberry, así como de un elenco de actores que ya forman parte de la historia de la televisión. Y por otro, el proceso de paz entre el Imperio Klingon y la raza humana simboliza la caída del comunismo, la Perestroika y la dificultad de las relaciones diplomáticas (mediante la exploración del lado oscuro de la humanidad). Todavía depende la serie clásica para algunos detalles clave, pero esta entrega cierra con broche de oro una etapa importante para muchos fans, y sobre todo lo hace plasmando los problemas de la sociedad mundial en el momento del 25° aniversario de la saga.
La genial – Star Trek II: The Wrath of Khan (Nicholas Meyer, 1982)
Por Uriel Salvador
En apenas su segunda entrega, es una gran mejora con respecto a su antecesora: el ritmo es más ágil y lleva la historia con más movilidad, la banda sonora de James Horner está al mismo nivel que la de Jerry Goldsmith y da un genial trasfondo a los personajes mediante el par de dilemas que explora durante toda la trama: el costo de la creación de la vida y aferrarse a ella mientras se enfrenta a la inefabilidad de la muerte. Mediante la aparición de Ricardo Montalbán como el villano más icónico de la saga, es el pináculo de la serie y adonde deben llegar todas sus sucesoras, en especial por uno de los sacrificios más conmovedores del cine.
2 Comments
En otro post elogias Into Darkness como la mejor de la saga, pero aquí dices que no por su horrendo final.
Ya nadie le cree al Fett ni a este portal que solo busca el clickbait del que tanto se queja sobre otros influencers y portales. Cada vez más patético.
Primero: El Fett no hizo el Top, fui yo.
Segundo: Yo agregué ese párrafo con su permiso.
Tercero: Todos los que estamos aquí tenemos variedad de opiniones. A veces coincidimos y a veces no, pero parte de nuestra ética implica aprender a escuchar y respetar las de los demás.
Igual gracias por comentar.