Submarino: Simplemente… magistral cine.
Hace ya algunas semanas quería escribir sobre esta película danesa. Me había detenido un poco, pues tuve la necesidad de observarla por segunda vez para después tomarme un tiempo y recapacitar objetivamente ¿Qué había visto? Y estimados cinéfilos… lo que había visto era cine, una hermosa pieza del séptimo arte que cumple los fieles requisitos para enfundar y crear una bella obra: un guion conciso que carga con un trama cruda y realista, pero siempre con los elementos de ficción que solo el cine permite proyectar; una dirección sublime que permite sobre la trama esclarecer y transmitir todo el camino del héroe hacia su clímax y decisión final y que respeta al 100% una estructuración solida de sus personajes y de su ambiente; unas actuaciones fastuosas que son el vehículo de la empatía hacia con el espectador; una producción “de arte” estéticamente maravillosa, que convierte a la capital danesa en no solo un visor de la historia, sino en un co-protagonista más en el papel de sus suburbios.
Submarino de Thomas Vinterberg es un verdadero bocado de aire fresco para los cinéfilos amantes del verdadero arte, sobre todo después de tanto bodrio que lleva el mote de “blockbuster”.
Un submarino esperanzador.
El título de la película hace alusión a un mecanismo de tortura en el cual a la víctima se le hunde en el agua hasta el límite del ahogamiento, para después emerger y tomar un poco de aire para poder sobrevivir un poco más de tiempo a dicha tortura. La genialidad de este film viene desde este mismo elemento, pues el guion y dirección del mismo Vinterberg van encaminados perfectamente a mostrar las vidas de dos hermanos con esta analogía de vida hacia la tortuosa actividad.
Es difícil definir una sinopsis acertada, pues el film esta repleto de ingredientes que constituyen un libre significado para cada espectador: Dos hermanos se reencuentran en el funeral de su madre; los dos intentan poner orden en su vida pero no pueden librarse de un camino de auto destrucción tomado ya desde hace varios años. Al final los dos conocen su mismo destino, el cual esta ligado por una tragedia que vivieron cuando niños.
Este director no es nuevo; Vinterberg cuenta ya en su currículo con la ganadora de Cannes en 1998 “Festen”, una magistral película que muestra una historia familiarmente atroz de secretos, engaños y traumas en la infancia. Sin duda Submarino sigue este mismo matiz, pero a diferencia de “Celebración”, en este film se nota ya a un director danés maduro, con un poder visual y pericia directiva consumados y que es capaz de llevar una fabula trágica en varios segmentos, siempre teniendo el mismo elemento para dar esa congruencia argumental entre sus capítulos y entre sus dos protagónicos: la muerte espiritual y/o física.
Tenemos una cinta bien estructurada desde el primer segundo hasta la corrida de los créditos, en donde Vinterberg muestra la maduración obtenida a través de su cámara, en una serie de planos cerrados (primeros, medios y planos americanos) que denotan la situación actual y presión de los protagonistas, y planos abiertos para mostrar la mirada y los suburbios de Copenhague ; donde la fotografía juega un papel importante para denotar la oscuridad y la falta de esa esperanza (aire) que se va acabando o resurgiendo en cada uno de los hermanos; y en donde la dirección actoral demuestra que Vinterberg transmite su escrito y obra a sus mismos actores.
Cuando la actuación ensalza un ya excelente film.
Quizá la debilidad de la cinta caiga hacia su segunda mitad de metraje, donde la historia del hermano menor, adicto a la heroína y que lucha por sacar a su pequeño hijo Martin adelante, se siente redundante y por lo tanto afecta al ritmo dela misma. Esto no quiere decir que el personaje del hermano menor (del cual nunca sabemos su nombre) interpretado por Peter Plaugborg cause el debacle, sino todo lo contrario, pues la capacidad histriónica de este excelente actor transmite su lucha interna y el amor y relación paternal hacia con su hijo. No obstante es de Vinterberg repetir escenas y fragmentos que ya habían dejado en claro la situación.
Aun así el realizador sabe como salir airoso, proyectando en el momento exacto a su principal elemento y protagonista: el primer hermano Nick, un ente de buen corazón, pero impulsivo y violento, en el cual recaen y son proyectados todos los elementos traumáticos de la infancia.
El actor Jacob Cedergren encarna magistralmente a Nick, que carga la culpa y el mismo submarino, así como también es enfrentado a la decisión final frente a una serie de perdidas físicas y espirituales de su mismo ser. El personaje carga con el motif principal del film, logrando proyectar esa fuerza de supervivencia que finalmente nos dirá si el submarino queda sumergido, o si de una vez por todas… emerge.
Cedergren justamente se debería de hacer de varios premios por su interpretación, dejándome con un claro mal sabor de boca al pensar que pocos espectadores podrán ser testigos de tan bien lograda actuación (y cinta), y que la mayoría debe conformarse con premios Oscar regalados en ocasiones a actuaciones asquerosas (dícese Sandra Bullock).
El reparto también cumple a creces su cometido, pues los personajes secundarios son exactos para la trama, siendo activadores de la problemática y convirtiéndose en seres tridimensionales en su corta o mediana aparición (un gran guion, reitero) de merito histriónico en todos los casos sin duda.
¿Hay que verla?
Los invito cinéfilos a apreciar este film por el medio que puedan, pues siempre será justificable nuestra lucha por ver mejor cine; las distribuidoras no lo entienden, los productos comerciales tampoco, pero nosotros como cinéfilos y amantes del arte sí.
Submarino es un film de esperanza, que a pesar de manejar una crudeza argumental y visual, representa la búsqueda de la felicidad aun en el camino más bajo de la auto destrucción. Es una historia de hermandad y de cariño; una historia de diálogos entrañables bien dirigida e interpretada, que rompe con el corazón del ser menos voluble, inclusive con el de Nick, que termina diciéndole a su sobrino: “Más tarde te contaré porque te llamas Martin”. Magistral cine que hace reflexionar, que deja con un nudo en la garganta y con una extraña sensación de felicidad.
7 Comments
Estimado Fett:
Amén.
La verdad la película es maravillosa. Gracias por reconmendarla.
Esperemos que otras personas puedas disfrutar de ella también. Saludos!
Sr. Leyva gracias por su comentario y asi es, esperemos que esta extraordinaria cinta llegue al alcance de cualquier cinefilo, pues tiene una gran valia artistica
Gracias Fett, no habia escuchado de la pelicula. Por supuesto habia visto “Festen” y esperaba con entusiasmo otra pelicula de Vitenberg. Al leer este post no entiendo para que se le hace uno a linterna verde, capitan america y a toda esa basura de la “meca”, no es una perdida de tiempo? Por otro lado me gusto el post de “La soga”, ojala hicieran de estos mas seguido para recordar que hay un muy buen cine en peliculas infravaloradas. Me gustaria leer un post o por lo menos una opinion sobre una de mis peliculas favoritas y que casi no se nombra: “Jacob’s ladder” de Adrian Lyne. Saludos.
Estimado bedub, el Sr. Leyva y yo la recomendamos con sello de garantía de Cinescopia. Entiendo por que la interrogante de hacer críticas de bodrios y/o churros XD, pero aqui en Cinescopia no es una perdida de tiempo, al contrario, su caza recompensas disfruta advirtiendole al respetable, asi como mostrar de forma cruda y realista lo que en verdad son estas cintas.
La Srita. Lourdes que se acaba de integrar de hecho es directora de un movimiento cinematografico llamado “Diván Lumiere” en la cd. de Guadalajara. Mandele un saludo y le aseguro que siempre le traerá buenas entregas y recomendaciones.
Una excepcional pelicula la de Lyne, de hecho se considera como un culto noventero. Trataré de verla de nuevo, pues desgracidamente no es parte de mi videoteca y la hecho un poco de menos en mi memoria. Ahora que si el Dr. Waters o la Srita. Lourdes la tienen mas presente…
Saludos y gracias por pasar a Cinescopia
Debo de ser el unico ser humano que se alegro por el Oscar de la Sandrita, al fin y al cabo, fueron los mismos actores los que la escogieron como ganadora…
Pues que les habrá dado! Jaja