Tales of the Jedi: Un caprichito innecesario de Dave Filoni
Después de que tantos warsies lloraron por que la serie de “Andor” no incluía nada relacionado al conflicto jedi-sith (y demuestran una vez más ser los campeones del fandom más toxico), por fin Disney plus estrenó algo para todos esos amantes del sonido de los sables de luz chocando, pero… ¿realmente fue un buen producto? Aquí te traemos la reseña.
ALERTA DE SPOILERS
TALES OF THE JEDI: FILONI SIENDO FILONI… PARA BIEN Y PARA MAL
Seré directo, Tales of the Jedi es una serie que si no la vez, realmente no te pierdes de mucho. A pesar de que tiene unos destellos muy interesantes y un capitulo 4 fenomenal, la realidad es que tiene más relleno que los “nitos” de Bimbo, y eso enciende las alarmas de los “warsies” resentidos con Disney (como yo), pues si bien Filoni ha hecho un esfuerzo titánico para que Star Wars no se caiga a pedazos (nos dio al mandaloriano que prácticamente salvó a este universo, y nos trajo de vuelta una versión hasta el momento digna de Luke después de todo el maltrato y menosprecio que sufrió por la triarquía del mal: Kennedy, Abrams y Johnson), desafortunadamente también nos ha entregado buenas ideas con mucho relleno, donde la mitad de la serie es de pasable a buena, y la otra mitad un gran ¿WHAT?
Y es que Tales of the Jedi se centra en dos personajes: el conde Dooku y Ahsoka Tano. La miniserie se divide en 6 capítulos (tres para cada uno), siendo los relacionados al Conde Dooku un gran acierto, pero los de Ahsoka, dejando mucho que desear, al grado que desde ahorita no perderse de absolutamente nada relevante en cuanto a la construcción, origen o desarrollo del personaje. Pero vamos por partes dijera Jack “El Destripador”.
Lo primero es que es una miniserie, eso significa que los episodios son muy cortos (el más largo 17 minutos y el más corto 11 minutos); continúan con la animación de la serie de “Clone Wars”, que para mi gusto es pasable, y no hay mucho que decir en cuanto efectos o todo lo relacionado a ello (son aceptables, así de simple).
Lo importante aquí es analizar las historias, y todo comienza con un episodio que raya en lo ridículo, pues trata de Ahsoka siendo bebé… Sí, siendo solo una bebé y ya; conocemos a sus padres, conocemos la aldea en donde nació, pero no pasa nada más. Desde ahí comienza el escepticismo, donde es de no creerse como los showrunners puede perder 15 minutos en algo tan… ¿inútil?
Por suerte, en el episodio 2, comenzaron las historias relacionadas al Conde Dooku, y es aquí donde está el verdadero potencial de la serie. Conocemos más a fondo a dicho personaje, y los tres episodios se centraron completamente en su caída al lado oscuro, además de que tienen uno que otro guiño a las precuelas. Y no yéndonos tan lejos, el episodio 2 nos introduce de nueva cuenta a Qui Gon Jinn, pero cuando era todavía un “padawan” (pues sabemos que fue entrenado por Dooku). El episodio es entretenido y simplemente sirve para ver como poco a poco Dooku iba a adquiriendo prácticas que serían consideradas inmorales por los jedi.
El episodio 3 tiene por protagonistas a Dooku, pero ahora acompañado de Mace Windu, y de nueva cuenta es un episodio entretenido, pero todavía nada relevante para la saga, simplemente nos corrobora que Windu es un auténtico #O*ete# y uno de los grandes responsables del declive de la orden Jedi. Pero es el episodio 4 el que en serio es un minipoema para Star Wars. Este episodio manifestó la idea más brillante de Filoni para esta serie (y es que siendo realistas mis estimados Warsies, Filoni es alguien que nos puede dar algo tanto muy bueno como muy malo).
En el episodio 4 ya vemos al Conde Dooku completamente caído al lado oscuro y siendo ya aprendiz de Darth Sidious, en una secuencia que parece transcurrir unos días o semanas después de los eventos acontecidos en la “La Amenaza Fantasma”. Es así, que vemos como Dooku se entera de la muerte de su querido “padawan” Qui Gon Jinn, pero también lo más interesante del episodio, radica en la aparición de Yaddle (Yoda mujer), quien por fin la vemos en pantalla más allá de ser solo una marioneta de adorno sentada en el consejo Jedi (como la vimos en La Amenaza Fantasma). Yaddle se entera que Dooku ha traicionado al consejo y lejos de enfadarse, sorpresivamente le dice a Dooku “tenías razón”, como una forma de afirmar la decaída que vive el consejo, pero a pesar de que Yaddle se ofrece a ayudar a Dooku para no caer en la tentación del lado oscuro, del otro lado, Sidious solamente observa, desatando un conflicto interno en Dooku que tiene que tomar una decisión: o regresar con los jedi o aceptar su destino en el lado oscuro. Cuestión que sabemos todos como se resolvió. Es así, que Dooku y Yaddle protagonizan un gran duelo de sables de luz, que esto sí lo dejó en incógnita, pues vale la pena ver la resolución de todo ello.
Finalmente, Tales of the Jedi termina con dos episodios aburridísimos de Ahsoka; el primero de ellos (episodio 5) solamente se trata de verla entrenar, y el último, trata más o menos de como entra a la rebelión, pero explicado de una forma tan vaga que casi es una escena donde Bail Organa le dice a Ahsoka “¿Quieres unirte a la rebelión?” y Ahsoka responde con un “Sí” y es todo. Es aquí donde las alarmas se encienden. Siendo Tano la creación y personaje favorito de Filoni, la togruta ha sufrido de una sobrexposición alarmante y cancina donde la vemos hasta en la sopa, pero sin ninguna evolución aparente; tuvo protagonismo en Clone Wars (vale fue un personaje disfrutable), tuvo protagonismo en Rebels (vale, también funcionó ahí), va a tener su propia serie, pero ya lo visto en Tales of the Jedi raya lo ridículo.
Y ese es el gran desacierto de esta serie, meter a Ahsoka cuando no era necesario. Por otro lado, tuvo como virtud que conociéramos más del Conde Dooku, y ese es el potencial de esta miniserie (rellenar los huecos argumentales que pudiera haber por ahí), pero…también se notó que todo este show fue un pequeño capricho de Filoni para de nuevo tratar de enaltecer su obra, dejando mucho que desear y dejando de lado a otros Jedi con mucho potencial: Plo Koon, Ki Adi Mundi, Kit Fisto, Ayla Secura, Shaak Ti, o porque no, hasta el propio Mace Windu.
En fin, un experimento con potencial si lo saben llevar bien y no caen en un “fan service” barato. Puede funcionar para conocer más sobre los personajes secundarios de Star Wars. Mi única sugerencia, es que vean el episodio 4, que la verdad los dejará satisfechos.