Teen Spirit, alcanzando tu sueño: Los Cuentos de Hadas Modernos
En su debut como director, el también actor Max Minghella (quien apareciera en la Red Social, y de quien quizá les suene su apellido ya que es hijo de Anthony Minghella, a quien pueden recordar por El paciente inglés) eligió una historia que hemos visto en repetidas ocasiones, pero acertadamente narrada con mucho estilo, buena música, un humor sutil y sobre todo mucha onda teen. Es un relato juvenil que viene siendo una especie de cuento de hadas moderno. Nos cuenta la historia de Violeta (Elle Fanning) quien es una adolescente, con todos los adjetivos que puede llevar una joven en esta etapa de su vida; hija de inmigrantes quienes radican en algún lugar de Gran Bretaña. Con toda la inquietud que carga, Violeta desea fervorosamente hacer algo para poder salir de aquel lugar, y encuentra una oportunidad única al ver en la televisión una convocatoria para participar en un Reality Show musical que es llamado Teen Spirit, lo que le da el título a la película.
Pero una vez que decide inscribirse, se le presenta un pequeño problema, para poder hacerlo necesita que alguien una especie de tutor la acompañe y viaje con ella. Para esto recurre a Vlad (un muy agradable Zlatko Buric) a quien conoce en un bar de mala muerte en donde Violet algunas noches canta para ganarse algo de dinero. Vlad es un cliente recurrente de dicho bar, aunque luego descubrimos que fue un afamado cantante de ópera venido a mucho menos, pero que acepta convertirse en ese acompañante para Violet, convirtiéndolo en una especie de hada madrina. Y así a pesar de ser sumamente diferentes, se embarcan juntos a la aventura de alcanzar el sueño de Violet.
De una manera muy acertada, Minghella enfoca todo el relato prioritariamente en Elle Fanning, quien soporta todo ese peso de la historia de una manera excelente; y también en la música, que con ritmos muy pegajosos pasa a ser un personaje más. Cuando Violet comienza a cantar, envuelve al espectador de manera que te desconecta de la realidad y te transporta al MTV de sus primeros años. Como dato curioso Elle Fanning interpreta todas las canciones, y no lo hace nada mal, además que en conjunto con el trabajo del cinematógrafo Autumn Durald crean secuencias audiovisuales que no dejan indiferente a nadie. Con un soundtrack conformado principalmente por canciones pop de Ellie Goulding, Annie Lennox, Tegan & Sara, entre otros; y con ritmos en general muy pegajosos es difícil salir de la sala sin estar tarareando “Dancing on my own”o incluso bailando alguna de las coreografías de Violet.
Como lo mencionaba al inicio es una historia que hemos visto repetirse muchas veces (desde la Cenicienta hasta Flashdance), un relato moderno de un eterno cuento de hadas. Ciertamente no es la película inolvidable o que arrasará en la próxima temporada de premios, pero es un debut digno para Max Minghella, además de una magnífica interpretación de Elle Fanning, quien cada vez suma más aciertos a su carrera. Y les guste la película o no, sin duda saldrán con alguna melodía que no podrán quitarse de la cabeza.