The Acolyte: ¿Lo peor que le ha pasado a Star Wars?
Saludos de nuevo estimados cinescopes. Hemos pasado el meridiano de la serie más controversial del momento: The Acolyte, que a pesar de los intentos desesperados de Disney porque sea más notoria, por el contrario, no deja de llenarse de reseñas negativas por parte del fandom de Star Wars y la crítica en general, al punto de que ya se coronó como el producto de la franquicia peor evaluado, superando inclusive al horripilante especial de navidad de 1978 y la infumable serie que fue Resistance (creación de Dave Filoni por cierto).
Pero… ¿en realidad The Acolyte es tan malo, o el hate desmesurado ya es más un síntoma de que los fans se están cansando de que la prioridad de Disney sea cumplir una agenda política en lugar de darnos buenas historias? Para responder este misterio, analizamos The Acolyte en sus últimos tres episodios, no sin antes advertirles que esta reseña tiene SPOILERS, así que si eres de esos Acólitos que aún le tienen fe a la serie y no quieres spoilarte, evita seguir leyendo a partir de aquí.
LA FUERZA SE CONVIERTE EN UN HILO… EL HILO DEL QUE PENDE LUCASFILM
Desde antes de su estreno, había cientos de foros y comentarios en redes que advertían al fandom de que el episodio tres iba a ser una auténtica desgracia para el universo (y que iba a ser el último clavo del ataúd de esta gran franquicia). Pues no estuvieron muy alejados de la realidad; enfocado en dar un poco de contexto a la historia de las gemelas (que de por sí son personajes que no han terminado de convencer a nadie), y de darle mayor misterio y dramatismo a la serie, el “MUY CLARO” mensaje político y de agenda queda muy por debajo de lo realmente lamentable: el origen de las protagonistas, que fueron creadas a partir de a manipulación de la fuerza en una comunidad de brujas en donde Disney claramente nos dice que no necesitan de hombres para poder procrear.
Evidentemente esto hizo que saltaran y se desbordaran críticas, tanto aquellos que acusaban a la serie de “Woke”, como los fans que dijeron que esta historia contradecía completamente la profecía del elegido (Anakin) y algunos otros aspectos de la historia de Star Wars (como el hecho de que con anterioridad Darth Plagueis había sido el sith cuyo poder fue capaz de llevarlo a crear vida).
Independientemente de lo woke o de las inconsistencias con el “lore” de la saga, lo lamentable fue ver 34 minutos de una historia que se pudo haber explicado en un comentario o en un flashback, ahorrándose crear una paja vacía, llena de personajes olvidables y una manifestación de su revelación o giro que a leguas se ve como va a terminar.
Evidentemente una de las cosas más polémicas fue el hecho de que la fuerza ahora es conocida como “el hilo”, situación que tiene a muchos fans enojados. En un análisis objetivo, esto no parece tan grave, pues es entendible que, en una galaxia tan basta, existan diversas interpretaciones de la fuerza, pero el problema persiste cuando este cambio no se da a través de un argumento sólido o bien estructurado, sino por el “lore” de cambiar de manera forzada el “patriarcado”, enemigo imaginario de Kathleen Kennedy, y destruir prácticamente el canon creado por George Lucas.
EPISODIO 4… UN SOMNÍFERO
La cosa no mejora en el episodio 4, que es el más olvidable de la serie hasta el momento, simplemente 34 minutos de pura caminata, de puro ir y venir, y es donde uno se pregunta realmente como fue que esta serie gastó el doble de presupuesto que una película como La Venganza de los Sith.
EPISODIO 5… LUZ Y OSCURIDAD
Finalmente, tenemos el estreno del último episodio que, para sorpresa de TODOS, terminó siendo bastante agradable y sin duda lo mejor de la serie, pero no solo eso, pues este por sí solo fue mucho, pero mucho mejor que toda la serie de Obi Wan y la serie de Ahsoka juntas. Este pequeño fragmento de 28 minutos (sin créditos) sin duda le regresó un poco de personalidad a todo el universo de Star Wars ¿cuál fue la clave? Bastante fácil, que de una forma genuina se retorna al conflicto Jedi-Sith, donde nuevamente se siente esa dicotomía entre la luz y la oscuridad demostrada a partir de una espectacular batalla entre el maestro Sol (sin duda el mejor personaje de la serie) y sus alumnos, con la revelación del misterioso Sith que está detrás del asesinato de los Jedi.
La revelación de la identidad del sith (que vamos a llamar “Darth Sonrisas”), si bien fue muy predecible, su personaje en realidad encarna a un verdadero sith, inmediatamente adquiriendo toda la esencia de oscuridad y anarquía descrita por el universo y regalándonos una de las mejores escenas de acción de toda la franquicia para la incredulidad de muchos.
El episodio además destaca por el hecho de ser una especie de “mini boda roja”, es decir, emula a Juego de Tronos al cargarse a la mitad del elenco principal, y aunque no es nada que deje una cicatriz (porque sinceramente nadie conectó con esos personajes), sí es de aplaudir que Disney, aunque fuera por un pequeño instante, se atreviera a verdaderamente hacer algo diferente, algo oscuro, y que por fin les dio resultados.
Sin duda el Sith y el maestro Sol se han puesto sobre sus hombros a toda la serie de The Acolyte, y queda claro que, si hubieran hecho un drama detectivesco en donde solamente tuviéramos a estos personajes como protagonistas sin las gemelas, quizás esta serie sería mucho mejor de lo que aún aspira por ser.
En conclusión, The Acolyte se redime un poco tras su último episodio, alejándose un poco de los verdaderos últimos podios de los peores productos de Star Wars. No se pierdan nuestra última parte y crítica final.