The Bad Guys 2: Las dificultades de ser malo en ser buenos.
Las secuelas suelen ser un despropósito, una artimaña comercial para seguir exprimiendo el buen recibimiento de los personajes e historias originales. Esto en su gran generalidad, pero “The Bad Guys 2” entra en una categoría especial.
Sin superar a su predecesora, The Bad Guys 2 tiene muchos méritos y cosas positivas, por un lado, introduce personajes interesantes y carismáticos, mientras que sigue dando foco a los protagonistas de la película original. Por el otro, construye un villano a la altura de la trama, lo que genera un conflicto y una tensión interesante.
The Bad Guys 2 nos lleva a la adaptación del grupo de ex tipos malos, quienes buscan readaptarse a la sociedad con trabajos que los hagan aportar a la sociedad, pero se topan con que esta sociedad no está dispuesta a perdonarles su pasado criminal y no confía en ellos, lo cual los ha llevado incluso a una situación económica desesperada. Los nuevos actos criminales cometidos en la ciudad ponen el foco nuevamente en ellos, poniéndolos como los principales sospechosos, la investigación que hacen por su parte, los lleva a creer que uno de los miembros del grupo es quien ha reincidido en la vida criminal.
Esta premisa da lugar a nuevas aventuras, persecuciones, enfrentamientos y descubrimientos que no dejan indiferente al espectador, tanto por los buenos gags visuales como por los chistes de la misma, que funcionan muy adecuadamente. A nivel personajes, The Bad Guys 2 tienes un villano que se siente como un verdadero reto para nuestros héroes y quien se vale tanto de fuerza física como de inteligencia para, a través de muchas artimañas, verdaderamente hacer sentir el riesgo y la tensión.
Quizás el mayor mérito es justamente el tratamiento de la trama, con elementos básicos que funcionan bastante bien, que se sabe inteligente y se atreve incluso a jugar con el espectador, sin dejar de dotarla de situaciones absurdas y cómicas, a la vez que cimenta el encanto de sus personajes. El aporte en los intereses amorosos y los conflictos de pareja resultan por demás interesantes e incluso dotan a los personajes de mayor simpatía, permitiendo una mayor identificación. En el tema visual, la animación de The Bad Guys 2 se siente adecuada, sin ser resaltable, pero ayuda enormemente al dinamismo visual. Puntos extras merecen sus referencias a películas ya clásicas, como El Silencio de los Inocentes o Bullitt, o hasta a la saga de James Bond.
Pero The Bad Guys 2 no está exenta de pecados, el riesgo que se corre en su construcción nos lleva a un desenlace que se siente soso, un tanto predecible y que pareciera no estar a la altura de la construcción del mismo. Incluso obviando algunas conveniencias narrativas, que son fácilmente perdonables, sus fallos no son suficientes para considerarlos criminales y lo que es una garantía es que, aún con su simpleza, uno se pasa un buen rato, sin esperar que sea un producto trascendente.