The Book of Boba Fett Capítulo 3: Machete Regresa

¿Cómo es posible que un Wookie de más de dos metros entre a tu palacio sin que sea visto? ¿En que momento metieron motos tuneadas dignas de los power rangers a Star Wars? ¿Porqué nadie dice nada de la incapacidad de Temuera Morrison para hacer creíbles las escenas de acción? Y sobretodo ¿porqué lo mejor del capítulo es la aparición de Machete (Dany Trejo) cuando ni siquiera se menciona el nombre del personaje al que da vida dentro de la serie?  Probablemente estas sean preguntas que no tengan respuestas pero creo que me estoy adelantando un poco.

Si bien lo presentado en este tercer capítulo con ideas y conceptos interesantes, también existen otros tantos que no convencen del todo; en The Mandalorian, el capítulo que Robert Rodríguez dirigió y donde se nos presentaba de nuevo la figura del caza recompensas Boba Fett era algo esperado por todo warsie y que significó la luz verde para la serie que estamos comentando, pareciera que algo paso entre esos dos puntos que no terminan por cuajar del todo.

Los capítulos previos mostraban y tapaban algunos huecos que existían respecto a la salida del Sarlacc y su paso a ser aceptado dentro de una nueva comunidad como la de los Moradores de las Arenas, en un juego de doble narrativa entre pasado y presente del protagonista; en este capítulo los flashbacks a ese pasado nos ponen frente a los posibles antagonistas que en su presente, Boba Fett tendrá que mantener a raya si es que quiere seguir en su faceta de líder criminal.

Y es precisamente esta subtrama la que resulta más llamativa de este tercer capítulo, la cortina de humo que representa la figura de “los mellizos” primos del fallecido Jabba the Hut,  el alcalde de Mos Espa, o los miembros de los diferentes clanes familiares crimínales de la ciudad, saber quién es el villano principal y quién en verdad está detrás de todo siendo el titiritero perfecto es lo que más destaca en la narrativa del presente del personaje.

La dirección de Rodríguez deja mucho a desear en las secuencias de acción, sobretodo después de lo bien que se vio ese asalto al tren del capítulo anterior. La presentación de Krrsantan el Negro (también en el capítulo anterior) predecía una increíble pelea entre Fett y el Wookie, terminó por ser uno de los peores enfrentamientos de todo Star Wars, finalizando con la penosa imagen de un Temuera Morrison en bata y mojado. La incorporación de esta banda de moteros se siente algo alejando de Star Wars pero que sin duda existe gracias a lo presentando en los cómics de la Dark Horse; pero sin duda la secuencia de persecución en las calles de la ciudad es de pena ajena, ya que parecía que se trataba de unas Vespas tuneadas persiguiendo un Tsuru, lenta y sin emoción toda la secuencia. Una vez más Filoni y Favreau demostrando su lado más fan al tomar elementos de ese canon olvidado para introducirlo de nuevo en la era Disney.

Pero la cereza del pastel fue la presentación de un rancor bebé que será utilizado como mascota/arma por Fett (si en el capítulo pasado se encargaron de darle una nueva imagen a los Tuskens, en este le toca al rancor) pero el rancor no está solo, viene acompañado por su cuidador que no es mas que un Dany Trejo que queda perfecto dentro del universo de Star Wars y que se encargará de entrenar a Fett para que pueda montar al rancor.

Así pasado y presente del cazarrecompensas va teniendo conexión con el sindicato Pyke donde se nos deja entrever que se viene guerra entre las diferentes organizaciones crimínales por el poder en Tatooine; un capítulo regular pero que avanza en su historia al encontrarnos ya casi a mitad de temporada prometiéndonos muchas sorpresas.

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