The Dictator: excesiva y benevolente sátira

Cuando alguien gusta de la comedia de Sascha Baron Cohen sencillamente la más clara referencia remite inmediatamente a la sensacional Borat, sin embargo, el inglés que ha optado por aterrizar su incomodo humor en la vasta y siempre criticable cultura americana, parece por fin haberse sentido cómodo en ella. Irónico, la que se esperaba como la confirmación de su sátira para y contra los estándares políticos del país de las barras y las estrellas, queda a deber “violencia” en el mensaje crítico – cómico de parte del histrión, guionista y productor, que si bien lleva a cabo una muy divertida cinta del género, no logra explotar el que se percibía como el objetivo de su dictadura, solamente quedando en un ejercicio fílmico reproductor de carcajadas que recurre al humor físico, en ocasiones grotesco, a la exageración de estereotipos y finalmente, a un pequeño aderezo de ese esperado e incorrecto mensaje político y social.

Con las expectativas no cumplidas y Borat dejando el listón muy alto, el actor y su director de cabecera Larry Charles, entregan un ejemplo de comedia 100% disfrutable, muy entretenida, ágil en su relato y fiel a su naturaleza histriónica, que se cimenta en esta ocasión desgraciada pero también eficazmente en el desmesurado humor americano para en su conclusión y ya muy tarde, abordar el tono crítico – humorístico tan abandonado en el desarrollo de la trama, del que sin duda y para su servidor, es el comediante más talentoso de la época, a pesar de que en este turno parece haber sucumbido ante el peso de la industria y sus detractores dentro de esta.

Justificando la benevolencia que Cohen tuvo con el sistema, la historia del General Aladeen, infame dictador de una nación africana imaginaria, se basa en la explotación de los absurdos desde una comedia de estereotipos centralizada en el lucimiento del actor.

 

Un film nada serio y gratamente ridículo

Desde el inicio, un homenaje nada usual y una introducción por demás absurda del personaje principal, uno confirma tras escuchar el acento de Cohen que estamos ante una especie  de stand-up con muy buena ambientación, que remata con chistes cada par de minutos, chistes que el mismo Cohen y el director Charles saben utilizar de manera fresca y constante, sin olvidar esos toques que la dupla sabe imprimir a los clichés de siempre, para transformarlos en algo más exagerado (el primer beso de amor cuando dos manos de unen dentro de una vagina) e inclusive  aunque esperados, hacerlos parecer originales (el discurso final es soberbio).

Así mismo, Cohen se escuda en su director, el cual a pesar de tener una argumento totalmente inverosímil en sus manos, sabe manejar de manera eficiente el lenguaje cinematográfico que lo rodea, con una excelente ambientación, buena dirección de actores  y el uso de planos generales, para no solo mostrar el mundo extraño donde se desenvuelve el conflicto y su protagonista, sino para también estructurar a divertidos personajes que se desarrollan con gran naturalidad en esta sátira “bien malamente” actuada.

Pero el error y la penitencia por la que ha pasado Cohen y su nuevo film es una cierta traición a su estilo humorístico, que si bien ya habíamos mencionado que dejó a deber portándose durante ¾ de la trama en conflicto con su mismo motif y rindiéndose ante la comedia gringa (Incluso pareciera en momentos que Judd Apatow o Greg Mottola estuvieran dirigiendo fragmentos), también presenta una incongruencia hacia su campaña promocional, la cual hay que decirlo, cumplió más la expectativas que el mismo film, una promoción que incluía situaciones reales incorrectas (como recordamos en Borat), mensajes en campaña viral hacia y contra el sistema social, cultural y político norteamericano, conferencias de prensa  explotando estereotipos culturales de medio oriente y apariciones y sketches especiales que fueron la delicia de muchos fanáticos; una campaña que terminó por superar un film caricaturesco y que queda sencillamente como un episodio largo y muy divertido de otra comedia americana.

¿Qué le habrá pasado a Cohen? ¿Su expulsión y consecuentes mensajes en contra de la entrega de los premios Oscar y su Academia no le cayeron nada bien a la Industria? ¿Fue presionado para que abordara con más misericordia temas tan delicados que refieren a las tragedias más recientes de la sociedad americana? ¿O simplemente se ha americanizado? Esperemos que sea cualquier razón, menos la última.

Otra de las características en las producciones Cohen, es el uso de actores con bases dramáticas, experimentados en el género cómico o simples celebridades, para pasar a jugar al ridículo por puro placer, y es así como las intervenciones de Ben Kingsley, John C. Reilly, Edward Norton y Megan Fox (una de las mejores y más divertidas secuencias en el film) engalanan esta nueva entrega del comediante, sin embargo, es el actor televisivo Jason Mantzoukas quien termina robando el film con su personaje de Nadal, el científico y creador de bombas al servicio del dictador que a través de su actuación y diálogos exponen el mejor estereotipo cómico del film incluso ensombreciendo al propio Cohen en todas sus escenas juntos.

 

¿Hay que verla?

Si piensa ver otro ejemplo de excelsa comedia al estilo Borat (quizá junto con el terror el género más complicado para presentar una propuesta creíble y/o fresca), definitivamente usted saldrá muy decepcionado. Cohen se presenta con reservas, distante en la mayoría de su metraje de ese tono y estilo crítico e incorrecto que lo caracteriza, sin embargo, gracias al mismo planteamiento de mofa y sátira y a una correcta dirección cómica de Charles, experto en series de televisión del rubro (Seinfield), El Dictador logra ser un vehículo de carcajadas que no paran durante 83 minutos, apegándose más a una narrativa Apatow tragable para todo norteamericano que se pudiera haber sentido ofendido.

Mención aparte merecen los cameos (Aunque a Ben Kingsley se le note un poco forzado en este tipo de papeles), la interpretación de los medios y el último discurso del gobernante, en el cual explota lo que todos sus seguidores esperaban ver durante todo el desarrollo, pero que a larga se deben conformar con geniales 4 minutos.

Definitivamente un film para pasar un buen rato, sin ponerse crítico o exigente y dejándose llevar por un buen capítulo de comedia gringa.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


8 Comments

  • Este cuate desde que salio en su papel que lo dio a conocer al mundo como “Ali G” jamas me cayó bien, no vi “Borat” y menos la de “Brüno”. Siento que es exagerado en su proceder actoral, ahi esta lo de los Oscares se lo chutaron por mamerto, pero creo que fue mas que nada publicidad bruta.

    No creo verla, pero aun asi, es bueno saber que opinan los conocedores.

    Saludos mi Fett, siempre un placer leerlo.

    Cuidese!.

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    • Siempre un placer comentar con usted mi estimado. Yo le diría que le de una visita al Dictador, pues en si Sascha Baron abandona mucho su estilo para dar paso a la comedia americana, la pelicula es divertida y soltara algunas carcajadas

      Saludos

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  • A mi me parecio muy divertida, tenia cero expectativas y las cumplio con creces, algunos momentos de humor me parecieron geniales (el momento helicoptero, y el es niño o aborto, el discurso final, entre otros).

    Ademas su duracion es justo lo necesario.

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    • Asi es mi estimado Baker, la duración y sobre todo el ritmo de la cinta es preciso y muy divertido. Fue pasar un rato agradable y lleno de carcajadas, aun cuando Baron se haya abandonado asi mismo

      Saludos

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  • Al igual que Baker Boy, yo tenía dudas con esta película, sin embargo a mí no me gusta la comedia de Baron Cohen y eso se debe a qué, por más inteligentes que sean sus chistes, su humor escatológico es demasiado para mi gusto. Es esta misma razón por la que quiero que alguien me explique ese 91% que tiene Borat en Rotten Tomatoes.

    Y es por esto que yo fui a verla sin esperanzas, y al final debo decir que esta película cumplió con entretenerme.

    La puesta en escena es genial así como el objetivo del guión que recuerda en gran medida a El Gran Dictador. Asimismo dura lo necesario y tiene buenos chistes aunque un poco pasados y ridículos (la escena de la masturbación). La banda sonora es algo repetitiva pero ambienta bien el entorno en que se encuentra.

    Las actuaciones son buenas pero más allá de la de Baron Cohen, los demás no los siento muy bien explotados, quizás porque no tienen mucho tiempo en la pantalla (Ben Kingsley cumple esa regla desde el inicio y Anna Faris desde que entra el científico cuyo nombre no recuerdo). Me encantó el cameo de Megan (que si bien no sabe actuar, al menos hace el esfuerzo, no como otras [entiéndase Kristen “soy infeliz donde quiera que estoy” Stewart]) el chiste del 9/11, el misil y el “tendrás un niño o un aborto”.

    3.5/5

    Tengo una pregunta ¿por qué a esta película la bajaron de clasificación? La película es R allá, lo que significaría que debería ser C, no B-15 y aún tomando en cuenta que hay algunas escenas inapropiadas para el público de esa edad.

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    • Fijese mi medico de cabecera que acaba de comentar creo yo la mejor virtud de la cinta la cual es su duración y el tratamiento tan ágil de su relato. Las actuaciones son acordes a la puesta en escena.

      En cuanto a Borat, creo que ese 91 es mas que merecido, es una cinta de humor muy revolucionaria y muy atrevida que rimpio con muchos moldes del genero y en que Cohen explota al 100% su estilo sin traicionarlo.

      De acuerdo con la clasificación, lo cual se hace aqui para obtener mas publico y taquilla, pues seamos sinceros, no le fue tan bien como lo esperado

      Saludos

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  • Yo tuve la mala suerte de verla doblada DX no tengo nada en contra del doblaje, adoro el doblaje, pero últimamente, las comedias que no son “para toda la familia” son dobladas en un estilo “demasiado chilango” (en palabras de mi acompañante) y por lo mismo, me llegó a frustrar en demasiadas ocasiones.

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