The Fall Guy: Un bobo y amoroso homenaje a los stunts
David Leitch está lejos de ser el mejor director de cine, incluso está lejos de ser el mejor director de Hollywood; de hecho, está aún más lejos de ser el mejor director de películas palomiteras. Sin embargo, al menos en “The Fall Guy” ha sido honesto con lo que ha querido mostrar y, aunque suene cliché, ha buscado sin mayores pretensiones hacer una película estúpida, pero entretenida.
“The Fall Guy” cuenta la historia de un doble de riesgo que, tras un tiempo de ausencia, es recontratado para sustituir a su actor principal, quien está desaparecido. La trama se centra en un romance con la directora de la película en la que participa el stunt.
Desde una de las primeras escenas, Leitch se sincera. Aunque a primera vista parece ser una historia del cine dentro del cine y una carta de amor hacia la profesión de doble de riesgo y la falta de reconocimiento a esta profesión (que son quienes realmente se parten el lomo en las escenas de acción y alto riesgo), la realidad es que eso es solo la envoltura. Cuando la abres, encuentras una cinta que combina quizás los dos géneros más desgastados en Los Ángeles: la comedia romántica y la acción. A diferencia de otros directores, Leitch explota el absurdo de estos dos estilos para crear una película que contiene una comedia demasiado tonta y escenas de acción excesivas, pero que funciona porque nunca quiere que te lo tomes en serio. Desde este punto, David ya está en ventaja porque no está vendiendo espejismos.
Como dato relevante, Leitch empezó trabajando como doble de riesgo, por lo que se nota una especie de auto inserción en esta ficción, donde los dobles son los héroes y buscan luchar contra la falta de reconocimiento con explosiones, golpes y juegos de azar. Que un director haya querido contar la historia desde la perspectiva de uno de los trabajos más infravalorados en las grandes producciones, y que todavía intente condensarlo para un público más convencional con el objetivo de primero entretener, y segundo reivindicar, a pesar de sus defectos tiene más significado que muchas películas que solo muestran 15 minutos de una pared secándose.
Otro detalle por el que funciona es su pareja protagonista: Ryan Gosling y Emily Blunt, quienes tienen una muy buena química en pantalla. Destaca un poco más Gosling, ya que pasa más tiempo en cámara transitando entre los dos géneros (Blunt solo se queda en el género de la comedia), demostrando nuevamente su versatilidad. Además, los dos son carismáticos por separado, pero juntos se roban la pantalla y terminan siendo el “plus” en la película.
A pesar de todo lo positivo, hay que decir que la película tiene fallos. El principal y más claro es que desde el primer momento se ve venir el giro de tuerca central de la película. Además, y aunque las escenas de acción no están mal hechas, hay momentos en los que la edición es demasiado apresurada, lo que afecta al timing (algo que también se ha visto en trabajos anteriores del director).
CALIFICACIONES
Guion: 1.8
Dirección: 2.4
Actuaciones: 1.9
Extras: 0.5
Calificación final: 6.6 (Palomera)
Una cinta sincera y recomendable, un llano y simplón entretenimiento palomitero lleno de dopamina que te relajará, pero que a su vez te llenará de energía. Al final, en un decepcionante inicio de 2024, para una industria de Hollywood que, salvó algunos chispazos va en decadencia en calidad, que una película de David Leitch sea lo más decente habla mucho del lugar en que el modelo del blockbuster se encuentra actualmente.