The Left Handed Girl: El bakerismo traspasa fronteras.

Analicemos. No fue sino hasta 2015 en donde Sean Baker alcanzó cierto grado de fama mediática con Tangerine, y no es sino hasta este 2025 que ganó el Oscar por Anora que se catapultó a un nivel de reflectores aún más alto. Y es que siendo tan contados los autores que han podido retratar a las familias de clases sociales bajas sin caer en maniqueísmos dicotómicos o en la tragedy porn, Sean tiene esa mezcla amoral, entre cuento de hadas y un realismo crudo que, de cierta manera, le da un espacio a esa minoría marginada. The Left Handed Girl, dirigida por Shih-ching Tsou y escrita por ella y Sean Baker, es la continuidad del “bakerismo”, difundido en un contexto asiático y que, a pesar de que culturalmente pareciera alejado, guarda ciertas similitudes con los trabajos realizados por el director de Tangerine.

The Left Handed Girl sigue a una familia china compuesta por una madre soltera y dos hijas, con la ausencia total del padre. La matriarca consigue un trabajo en el mercado de Taipéi, lo cual supone un cambio radical en su estilo de vida y una presión constante por llegar a fin de mes para conseguir la renta.

Una de las mayores cualidades del guion es el excelente diseño de sus personajes: la madre, una mujer con un complejo de misionera, ha sido orillada a tomar decisiones cuestionables, pero que demuestran el enorme corazón de madre que posee. Tiene una dualidad interesante entre un carácter recio y un amor maternal inagotable. El segundo personaje, I-Ann, la hija mayor, ha abandonado la escuela y vive en una constante disputa por retar a su madre, demostrándole que puede ser una adulta competente. La película muestra las situaciones que viven ambas y cómo su dinámica parece estar marcada por un pasado familiar.

Pero quizás el corazón de The Left Handed Girl —y del cual se desprende la visión del filme — es su protagonista: I-Jin, una niña extrovertida y con un aire de inocencia. Desde la fotografía colorida y el dinamismo en la edición, todo está justificado al anclar esta perspectiva en la mirada del infante. Al igual que The Florida Project, la cinta navega en dos rutas: aligerar la crudeza de las temáticas a través de la inocencia, pero también ofrecer una mirada al crecimiento de las infancias en contextos marginales.

Esto se ejemplifica cuando el abuelo de I-Jin le dice a la niña que no use la mano izquierda porque es “la mano que usa el diablo”, con lo cual la infante comienza a robar con esa mano bajo el argumento de que “no es ella quien lo controla, sino el mal”. Aunque es una demostración de lo literales que son los niños y de lo cuidadoso que uno debe ser al decirles las cosas, en un subtexto exhibe cómo el contexto turbio y las ramificaciones del pasado familiar terminan por influir en la visión y comportamiento de I-Jin. Aunque tenga cierto aire de inocencia, el resultado no es positivo.

Adicional a los problemas económicos y a las dificultades personales de cada uno de sus miembros, hay un antagonismo que se convierte también en una de las cargas más duras, específicamente para la matriarca: los prejuicios sociales, especialmente por parte de la familia externa. En este aspecto se destaca el personaje de la abuela, tan encantadora como detestable, siendo la principal “golpeadora” emocional de la madre de I-Jin e I-Ann. La juzga por su economía precaria, por sus decisiones del pasado, al igual que por encontrarse en una posición más estable que su hija siendo una demostración del clasismo que puede abundar incluso dentro de la propia sangre, y de la hipocresía (especialmente por la forma en que la abuela se gana el dinero).

Es en esta parte de los conflictos familiares donde Baker parece mostrar ese encanto que tiene por los dramas nórdicos, en los cuales cada miembro confronta al otro, pero con una mezcla interesante respecto a los dramas asiáticos. Esta combinación en The Left Handed Girl logra un punto medio entre la gracia y el dramatismo, cocinando un conflicto atractivo y equilibrado.

La parte técnica está al servicio de los personajes, principalmente al demostrar, en los laberintos del mercado que recorre I-Jin, cómo se encuentra atrapada entre una serie de vicisitudes familiares. Sin embargo, ese aire de inocencia hace que este recorrido se vuelva dinámico y entretenido, una magia que Baker ha conseguido a lo largo de su filmografía: convertir contextos turbios en cuentos de hadas gracias a la edición.

Calificación

  • Guion: 2.9
  • Dirección: 3.2
  • Actuaciones: 1.8
  • Extras: 0.5

Calificación final: 8.4

Cocinándose a fuego lento y con un final que explica completamente estas dinámicas familiares, The Left Handed Girl es un drama “bakerista” que, con una cámara dinámica, no juzga y exhibe a través de la perspectiva de la inocencia los vaivenes y secretos de una familia golpeada por las perspectivas conservadoras de una sociedad de valores fuertes, la precariedad económica y el clasismo, aun así, de cierta manera, busca la forma de encontrar la supervivencia. Dentro de todo, el estilo de Baker sigue ahí, dándole voz y visión a esos contextos marginados. Quizás sin proponérselo, se ha convertido en un cineasta de denuncia social, no con niveles de dureza, pero sí digerible para el espectador, sin caer en la simpleza o superficialidad: una habilidad que no es poca cosa y que probablemente lo coloque como uno de los cineastas contemporáneos más destacables. El bakerismo parece estar más vivo que nunca.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


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