The Mandalorian Chapter 8: Dave Filoni, El Último Jedi
Cuando uno ve el final de The Mandalorian la pregunta que salta de inmediato es “¿Era tan pinche difícil hacer algo así con la más reciente trilogía?”. Conseguir un par de directores cuerdos y conscientes sobre la situación actual de una fórmula de aventuras tan sencilla y basada en géneros y/o mitos de antaño, que solo necesita un arco argumental coherente y una buena definición y estructura entre héroes y villanos para funcionar. Obviamente esto solo quedaría en un anecdotario meramente agradable, sin embargo habría un plus dentro de esta primera misión que convertiría a este serial en prácticamente el salvamento de una franquicia venida a la baja desde hace 36 años (con excepción de gratos accidentes tales como Rogue One y la mitad de Rebels). Ese algo tiene nombre: Dave Filoni, literalmente “El Último Jedi”.
Haciendo una metáfora sobre esta jerarquía, Filoni (principal fuerza narrativa, influyente de sus elementos y director de la serie) lidera este nuevo consejo Jedi donde hay por el momento dos maestros: Jon Favreau (creador y escritor de la serie) y Taika Waititi (escritor, director y actor de la serie), y a su vez 3 padawans, Bryce Dallas Howard, Rick Famuyiwa y la más adelantada Deborah Chow ¿El lado oscuro? Irónicamente dentro de la propia república… Disney y sus tapujos, concesiones y agenda ideológica. Pero entonces ¿Por qué al parecer el lado luminoso al menos en esta primera temporada triunfó de manera avasallante? Por tres razones principales:
La primera, una propia agenda directiva donde Filoni se encargó de la apertura y Waititi (el más ágil director de entre todos los inmiscuidos) del cierre, dejando a los padawans el desarrollo del conflicto con sus varios altibajos (sobre todo los capítulos 4, 5, y 6). Waititi en este cierre no solo ofrece un excelso cliffhanger con ciertos elementos incrustados en la trama impuestos por el propio Filoni y el bagaje de este en Clone Wars y Rebels, sino que también imprime su propio estilo humorístico para encausar un episodio tan emotivo como divertido, un equilibrio que a la par permite picos de excelente acción para conectar sus pasajes dramáticos y cómicos en lo que es una amalgama ágil y exquisita de aventuras. Simplemente la dirección de este cierre es genial.
El segundo, un libreto de ida y vuelta que basó su genialidad a su vez en dos aspectos independientemente de su sencillez: los pocos diálogos, con “punch lines” y/o frases precisas que no permitían agendas pero si encausaban la estructura y equidad correcta de cada uno de sus personajes, héroes y antagónicos principales; el segundo consecuencia de esto, donde en duraciones de 30 a 45 minutos los guionistas y directores astutamente otorgaban trasfondos a sus personajes con 3 líneas de diálogo, haciendo lo unidimensional, tridimensional.
¿Era tan complicado hacer esto para Abrams, Johnson y compañía? Sino estamos hablando de terror, thrillers o complejos dramas, sino de una aventura fantástica bien estructurada y con una historia aunque ya vista (elemento del “el elegido” incluido), con la suficiente capacidad y frescura narrativa, así como elementos atractivos adicionales para hacer renacer “la fuerza” de la franquicia.
El tercer y final punto (OJO, AQUÍ VAN LOS SPOILERS) es la progresión del rubro nostálgico y por supuesto la inclusión de elementos ya vistos y/o conocidos de la franquicia sin que estos se tornen forzados o contradigan al canon. El primero de ellos es por supuesto el Baby… que probablemente si sea Yoda (los símbolos del planeta Kamino se ven en el Doctor imperial de los primeros capítulos y la edad del personaje encaja cronológicamente con las guerras clon), y que se ha ganado el corazón de toda la audiencia (y por supuesto el dinero de todo el próximo merchandising por explotarnos en nuestras caras). Así mismo las naves, diseño de producción (con esas secuencias de créditos de ensueño), los personajes terciarios, armas , la banda sonora (con un tema principal soberbio), la evolución de un nuevo credo (mandalorian) y hasta ciertos momentos tan peculiares como familiares (quizá la conversación entre los dos soldados imperiales a principios del capítulo final sea el mejor momento de toda la serie) son ensalzados por la entrada y presentación de un gran nuevo vilano y un objeto que es situado de manera perfecta tanto para los no fans como para los seguidores de la franquicia, especialmente de lo hecho por Filoni, siendo el Black Saber casi resultado de su autoría y con presencia física o hablada en Clone Wars, Rebels y Rogue One.
Como un valor extra habrá que aplaudir que Favreau – Filoni – Waititi se hicieron de un cuadro actoral tan poco peculiar como extremadamente eficiente y talentoso para esta primera temporada: Nick Nolte, Carl Weathers, Giancarlo Esposito, Pedro Pascal, Gina Carano, el propio Taika y sobre todo la enorme presencia de Werner Herzog dictaban de antemano que estaríamos ante Una Nueva Esperanza.
Así pues, The Mandalorian, a diferencia de la nueva trilogía, deja con ganas de más, de más fuerza, de más Star Wars, de más Baby Yoda, de más credo y de más Filoni. Solo esperemos que el lado oscuro no exprima y fuerce tanto la fórmula para que esta pueda llegar a una conclusión firme.
This is the Way…
Y ahora un mensaje bonito de la rebelión…
Bonjour Mes Braves!
Saludos desde una galaxia muy lejana, en la cual las monas chinas petaconas con ropas de régimenes militares totalitarios algo ajustados gobiernan todo que está alrededor del sol.
En esta ocasión no vengo a hablarles de lo buena que es The Mandalorian y lo prolífica que es la mancuerna Favreau-Filoni, ni del excelente trabajo de Don Pascal como el Mando; no, para eso tienen gente más capaz como el buen Fett o alguien de Cinescopia que no sea el Dr Dark. No, yo vengo a felicitarlos, vengo a estrechar sus manos y celebrar el triunfo de la rebelión, nuestra rebelión contra el Imperio Monopólico de Disney.
Ahorita mientras los directivos de Disney están en modo de pánico al ver que el Episodio 9 simplemente no hace dinero y las críticas así como la preferencia del público no puede elevarse a un número decente, hay un pequeño grupo de verdaderos amantes del Universo de Star Wars, toda esta gente que colaboró en The Mandalorian y tomó una diferente dirección a la de Kathlen Kenedy y su infame “study group”, el cual por cierto, ya no existe 😀
Así que ya lo saben mis valientes, no permitan que cualquier grupo de cuellos blancos hambreados de dinero fácil lleguen y quieran “deconstruir” su franquicia favorita.
Este fue su tío Ranagorn, antes conocido como ArquiCruz, hasta la próxima.
2 Comments
*Alerta spoilers*
Hubo un momento en el que casi me pongo a llorar, cuando parecía que Mando moría, pero no por el hecho de que se iba a morir, sino porque daba la impresión que la marimacho de la tropper iba a cuidar a baby Yoda y mi imaginación voló pensando que el imperio de Disney iba a ponerle el casco a ésta, lo cual me llenó de decepción y odio que casi me vuelvo al lado oscuro. Gracias a la fuerza que no pasó y hoy disfrutamos de un excelente capítulo final de la serie y la esperanza que tengamos más buen material de Star Wars por fin!
Jajajajajajaja buen apunte Almirante, buen apunte