The Mandalorian Chapter Two: Mercancía y buen entretenimiento
La serie insignia del nuevo Disney+ sigue sorprendiendo no solo por su genial sencillez y sentido de aventuras, sino también por aportar complejidad y elementos a algunos de los personajes, gremios o mundos planteados por la trilogía original y por su creador George Lucas.
A diferencia de la nueva trilogía (que según los rumores sobre sus proyecciones de prueba, cerrará peor de lo que empezó), The Mandalorian sigue respetando el canon de la franquicia, sin embargo el ahora revelado “motif” de la serie pretenden de manera obvia introducirnos en una tangente ya desarrollada en los ahora olvidados comics post “The Return of the Jedi” (extraprdinariamente desarrollados por la casa Dark Horse): el clonaje, tópico “rescatado” y que ahora también apoyará “narrativamente” hablando al forzado final de The Rise of Skywalker. Así pues y como pueden notar, The Mandalorian no solo está cumpliendo la función de ser una serie bien narrada y entretenida con identidad propia, sino también un objetivo secundario en tratar de justificar todas las estupideces que hicieron J.J. Abrams y Rian Johnson.
El foco de atención es por supuesto el ahora llamado por las redes “Baby Yoda”, que efectivamente y según todos los pronósticos se debe de tratar de un clon. De nuevo y a diferencia de la nueva trilogía, este ser sensible a la fuerza resultó ser aceptado por los nuevos y viejos fans no porque sea sencillamente hermoso y adorable (que lo es ¡y mucho!), sino porque a diferencia de Rey y todos los escuincles que son “Jedi” ahora por arte de magia, el sentido de cacería establecido por el libreto hacía este “bebé” significa una amenaza a los esbozos del imperio, regalando así el sustento suficiente para la empresa de nuestro antihéroe.
En cuestión de la progresión de la serie y este segundo episodio, el guion y el director en turno (el indie Rick Famuyiwa) cambian por 30 minutos el registro western dirigiendo la historia hacía una adorable y emocionante aventura donde el cazarrecompensas y su protegido deberán enfrentarse a los jawas y a una amenaza sorpresa mayor en la búsqueda por salir de ese planeta. Ya hemos hablado del agregado argumental al gremio cazarrecompensa en el anterior capítulo, tocando el turno ahora a la asociación de los Jawas, criaturas muy queridas desde la trilogía original y que ahora regalan un relief cómico sutil y necesario para establecer los niveles de protagonismo del ahora nuevo protagonista: “Baby Yoda”.
Una problemática perfectamente introducida, desarrollada y concluida en un poco menos de 30 minutos, sorprenden las escenas de acción de nuevo aderezadas con ese ligero tono de suspenso (y ahora comedia), sin embargo el principal valor de este genial episodio es que no requiere de muchos diálogos para proyectar la constante emotividad vertida en su relato.
Si bien ya sabemos hacía donde se dirige la historia, será interesante ver como Jon Favreau y sus patrones de Disney manejan el destino de su nuevo personaje, lo cual es clave no solo para el sentido de la serie, sino para toda la franquicia y su hasta ahora unánime aceptación.
Gran entretenimiento narrativo y ahora todo un excelso acierto comercial, no cabe duda que Baby Yoda hará que Disney recupere todo el dinero perdido en mercancía (nadie en su sano juicio compró muñecos de Kylo Ren), y es que ¿Quién no quisiera tener a este hermoso orejón en su casa?
2 Comments
Saludos estimado, concuerdo en que esto está salvando el barco de lo que está haciendo Disney con las secuelas. Además de que el estilo de la serie me recuerda mucho a Samurai Jack (pocos diálogos + espíritu western + un personaje decido a actuar cuando es necesario)
De acuerdo estimado, el estilo western y de aventuras incluso en el cuarto capítulo ya reveló mucha de la influencia samurái que usted bien menciona