The Medium: Solo otro found footage más.
En 1999 The Witch Blair Project se posicionó como uno de las más importantes películas del género de material encontrado. Años después, Rec y Paranormal Activity, ambas del 2007, y Cloverfield, del año siguiente. Estas películas se ganaron el corazón de los fanáticos del terror.
Ahora la coproducción sudcoreana-tailandesa, The Medium, dirigida por Banjong Pisanthanakun, se encuentra en boca de todos, nombrándose como la supuesta mejor película de terror de 2021.
En forma recurre, como es el caso de los found footage, al falso documental. Se sigue la historia de la médium Nim, quien tiene contacto con un dios. Después de una muerte, su sobrina, Min (¿Lo notaron? ¡El nombre al revés!), comienza a actuar de manera extraña y parece estar poseída.
La trama no es de otro mundo, mucho menos la forma narrativa.
Pretendiendo salirse de un molde occidental, The Medium cae en varias ocasiones en varios clichés de películas de exorcismos, y del repasado y ya nada innovador found footage.
Al saber que es un material encontrado, el desenlace es predecible, sí, todos los personajes mueren a manos de la chica poseída. Recurre en varias ocasiones al uso de cámara nocturna (como en y Paranormal Activity), y aunque sigue la tradición asiática de mostrar imágenes sangrientas y explícitas, no genera incomodidad ni miedo.
Esta película se alimenta de dos antecedentes de su creación. Primero las mañas de Shutter, también de Pisanthanakun, triller sobrenatural acerca de un fotógrafo perseguido por un fantasma. Y el segundo, y probablemente con mayor relevancia, The Wailling, de Na Hong-jin, quien participa como coguionista.
Se puede notar la influencia de estos dos directores en cuanto al rescate de las religiones orientales y sus rituales, pero sin la genialidad que los caracterizó.
The Medium se sostiene de su exotismo asiático y de un perjuicio sobre el terror de esa parte del mundo en donde supuestamente es diferente o más transgresor. Pero al final, solo es un producto inflado por el hype de internet, y demuestra el ascenso de casas productoras no occidentales, quienes, a pesar de estar entrando a un mercado internacional, no están proponiendo nada nuevo.