The Monkey: Un gore malhecho, sin cola ni cabeza
Adaptar un libro de Stephen King al séptimo arte definitivamente no es garantía de calidad. No es porque las historias de dicho autor sean particularmente buenas, pero sí porque han surgido de base para algunas grandes joyas cinematográficas, mismas que el autor, por supuesto, se ha empeñado en odiar públicamente. También está el otro lado de la moneda, en el que vemos pobres metrajes que de forma rápida pasan al olvido, sin pena ni gloria por el vasto cosmo del cine.
Este año tenemos una nueva propuesta basada en el relato corto The Monkey, nombre que también lleva la película (“El mono” en su traducción para Latinoamérica) y que fue publicado por primera vez en 1980. El filme gira en torno a un mono de juguete que parece contener una maldición, pues cuando alguien le da cuerda, una persona cercana muere de manera misteriosa.
The Monkey maneja un estilo representado por el humor negro, alejándose casi en su totalidad de una premisa de terror que es en cierta parte como esta película parece ser publicitada. La sangre y las muertes gráficas están ahí pero todo alrededor de su ejecución se encuentra en forma de comedia.
Claramente estamos ante la categoría de películas en donde un juguete endemoniado es el principal conductor de nuestra narrativa (véase Chucky y Anabel como ejemplos de dicho género), por lo que encontrarle coherencia a su historia no es el principal punto a analizar dentro de esta reseña. The Monkey presenta problemas más allá de cualquier lógica que se le busque adjudicar, pues su principal deficiencia es en realidad la poca estructura que posee la historia.
Dentro de este mágico universo en el que vive The Monkey, descubirmos que 2 hermanos gemelos que se llevan de la greña son los protagonistas, y, haciendo alusión a la conocida frase de que siempre hay “un gemelo malo”, el antagonista se nota claro desde el inicio sin ningún tipo de motivo aparente más que su misma naturaleza malvada.
Así, The Monkey se irá desarrollando con el gemelo bueno pero con una vida desordenada y un tanto traumática, en la que por supuesto estarán involucrados ciertos daddy issues (¿por qué no?) que servirán para darle la única pizca de “profundidad” aún cuando los personajes siguen siendo más planos que cualquier desierto. Pero fuera de buscar trasfondo en una historia que no busca serlo, pues lo absurdez es en realidad el varadero protagonista; temo acentúar que esto es precisamente el peor lado the The Monkey, largometraje que se basa en la incomodidad que deriva de la pena ajena para realizar la mayoría de sus chistes, y en los que la empatía por sus desalmado personajes es totalmente inexistente.
Y no es novedad que este humor sea mezclado con el terror, la situación es que desde su planteamiento nada parece tener pies ni cabeza; todo se siente predecible y repetitivo después de sus primeras secuencias sangrientas, por lo que el ingenio es el gran ausente durante todo el filme y es así como el aburrimiento corre a reemplazarlo más rápido de lo que pretende.
The Monkey es un intento de hacer algo gracioso porque no encontraron la manera de hacerlo tenebroso, un fallido intento de entretener cuando todas las bromas carecen de talento y lo único que queda es un gore hueco. Directo al top de peores adaptaciones de historias de Stephen King.