The Rings of Power: La Tierra Media sigue sin encontrar identidad
Saludos estimados cinescopes. Después del terrible trago amargo que fue The Acolyte, esta vez les traemos la reseña de un no tan esperado regreso, pero que de igual manera forma parte de uno de los “lores” más grandes del mundo del entretenimiento como lo es el universo de Tolkien. Amazon regresa a The Rings of Power a la pantalla chica de la mano de una segunda temporada que espera esta vez poder ganarse el corazón del fandom (y después de recuperar un poco la confianza en sus productos, luego del enorme éxito que fue su adaptación de Fallout).
Les traemos lo que respecta el inicio de temporada con tres capítulos de golpe de The Rings of Power, no sin antes alertar a nuestros lectores que la esta reseña cuenta con algunos SPOILERS.
RESURGIMIENTO DESPUES DE LAS CENIZAS
Como todos sabemos, la primera temporada de The Rings of Power no fue del todo bien recibida por los Tolkiendili, especialmente por las muchas libertades creativas que se dieron los guionistas y que en gran medida contradijeron algunas de las ideas más importantes que desarrolló Tolkien para su propia obra, desatando la ira de los fans. Pero más allá del terrible guion, Rings of Power se destacó por tener una historia demasiado lenta, personajes que realmente no transmitían nada (a excepción de algunos cuantos como Hallbrand o el propio Gandalf), y mostrar un mundo bastante gris y no tan encantador como aquella maravilla que nos presentó Peter Jackson; siendo pocos los episodios que realmente valían la pena, resaltó solo por ahí la batalla que hubo a mitad de temporada, y nada más.
Fue así como, tras el mal recibimiento de la primera temporada, Amazon se puso manos a la obra para tratar de rescatar la serie más cara que han hecho hasta el momento, por lo cual hubo cambios en los guionistas y directores, prometiendo esta vez apegarse más a la obra de Tolkien. La pregunta aquí es ¿lo lograron al menos en este inicio de temporada?
Sin duda el ritmo fue uno de los cambios más sustanciales en este nuevo inicio de The Rings of Power. Esta vez la serie ya no se toma las cosas con tanta calma, avanza mucho más rápido y presenta muchos elementos nuevos y frescos para el espectador, pero todavía es algo que no han podido controlar del todo estos showrunners, pues por momentos es demasiado acelerado, sobre todo con todo lo que tiene que ver con Galadriel, que de la nada se convirtió en una auténtica velocista capaz de trasladarse de un escenario a otro de una manera impactante.
Por otra parte, no todo sigue viento en popa en The Rings of Power, pues por un lado tenemos la historia de Sauron (que esta vez se vuelve en el eje conductor de la serie), tratando de reconstruir Mordor y adoptando su faceta de “Annatar” para tratar de convencer a Celembrimbor de hacer más anillos (la historia clásica que todos conocemos), sin embargo, la serie continua dándonos muchas historias simultaneas que no ven un verdadero avance en comparación son el Señor Oscuro; por un lado tenemos a Durin IV lidiando con los problemas de Khazad Dum, Galadriel en su eterna encrucijada y la somnífera Númenor, que sigue sin ser realmente despegar (a pesar de que ya va entrando en la catastrófica caída del imperio del hombre).
Por otra parte, también la historia de Arondir se sigue sintiendo muy innecesaria y simplemente no se encuentra un propósito del personaje, más que de pronto buscar que sea un desfogue del ritmo, lo cual puede causar problemas a futuro. Sin duda, Sauron se convierte de nueva cuenta en lo mejor de The Rings of Power, y al menos lograron que se cimentara como ese suelo que tanto le hacía falta a la narrativa.
Sigue habiendo realmente muchos problemas en cuanto a todo lo que tiene que ver con la representación del mundo de Tolkien, armaduras que se ven de muy mala calidad, elfos que no parecen elfos, orcos más altos que un alien y los desesperados y patéticos intentos de escenografía tratando de emular lo que logró Peter Jackson. Las actuaciones son otro lastre de The Rings of Power, pues siguen siendo decepcionantes en la mayoría de los casos, especialmente la de Morfydd Clark (Galadriel), que no está ni cerca de transmitir lo que con pocos minutos logró Cate Blanchet en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Aun es bastante temprano para juzgar por completo toda esta temporada de The Rings of Power. Se podría decir que sí hay una mejoría respecto a la primera, pero esperemos que conforme avance haya más emociones y sobre todo más motivos para seguir viéndola.