The Rings of Power: Regresa la acción a la Tierra Media
Una batalla bien estructurada, escenas de acción que no dan “cringe”, diálogos inteligentes y la resolución de algunos misterios; la historia ya encontró un camino claro y muchas referencias al legendarium de Tolkien es lo que nos dio el episodio 6 llamado “Udún” ,que le dio un giro muy necesario a la serie que ya se estaba estancando en escenas innecesarias, diálogos repetitivos y un ritmo bastante lento.
(ALERTA DE SPOILERS)
LA ACCIÓN REGRESA A TIERRA MEDIA
Y es que después de seis largos episodios con un ritmo bastante lento, por fin en este sexto capítulo podemos ver un poco de esa acción que tanta falta le hacía al show para poder detonar, y aunque era algo que se sabía desde el episodio pasado, los seguidores estaban muy nerviosos por ver cómo podría salir el experimento, temerosos de algo soso, con un Arondir “Gary Stu”, una Galadriel “Mary Sue” y una batalla que fuera digna de una película infantil ochentera. Pero afortunadamente fue todo lo contrario, y es que si algo ha caracterizado al universo cinematográfico inspirado en la obra de Tolkien, es el darnos épicas batallas que quedan en la memoria de todos, como la batalla del abismo de Helm, o la batalla de los campos de Pelennor en la afamada trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, y aunque esta primera batalla “Amazon” ni de cerca se compara con las anteriores mencionadas, si logra ser una secuencia bien lograda, estructurada y con coherencia.
Todo comienza con “Addar”, comandando a su ejército de orcos que se dirigían a acabar a las pocas y desarmadas personas del sur que quedaban. Era obvio que un enfrentamiento directo era inviable (creo que todos hubiésemos aventado nuestro televisor si los showrunners nos hubieran mostrado a un puñado de campesinos derrotar a un ejército de orcos usando la pura fuerza bruta), pero afortunadamente nos muestra a Arondir, que dio inicio con la primera fase del plan de Bronwyn, diezmar al ejército orco derrumbando una torre que ya estaba a punto de colapsarse. Hasta ahí todo bien, era claro que la estrategia iba a estar por encima de la fuerza.
UNA BATALLA CON LÓGICA Y UNA SORPRESIVA VIOLENCIA
Lo interesante de esta batalla es que apelan a la lógica y no a lo espectacular (cómo hace cierta serie telenovelezca del domingo con su Daemon “derroto a un ejército solo” Targaryen), es decir, que hay estrategia de por medio, pues era obvio que un puñado de campesinos no iban a vencer a una horda de orcos sedientos de sangre, y eventualmente Bronwyn y Arondir buscaron la manera de diezmar al ejercito de “Addar” antes de entrar a un enfrentamiento directo. Y una vez estando la batalla, podemos ver como los pobres campesinos apenas y saben pelear, pero sorpresivamente estaban causando bajas al enemigo, seguro más de uno dijo, “¿cómo esa anciana que apenas y puede levantar una lanza puede derribar a un orco?” pero pronto nos damos cuenta que Addar no mandó orcos a la escaramuza, eran los propios humanos que le habían jurado lealtad, haciendo una de las secuencias más vistosas al ver como la sangre roja corría por los cuerpos caídos.
Posteriormente entraron los verdaderos orcos y la lógica se impone, provocando una auténtica masacre. De esta secuencia, también se agradece que no hubiesen hecho a Arondir un auténtico “Gary Stu” (todos temíamos que fuera un Legolas en potencia x1000), pero después de ver como un orco barrió el piso con él, podemos saber que también los personajes tienen sus límites.
La violencia es otro punto a recalcar, ya que Peter Jackson nunca se atrevió a mostrar tanta sangre en sus películas (quizás lo más “gore” fue la escena cuando los orcos avientan las cabezas de gondoreanos al interior de Minas Tirith con sus catapultas, en el Retorno del Rey), mientras que aquí si vemos a ambos bandos desangrarse, vemos más explícito las heridas.
NÚMENOR AL RESCATE Y ESCENAS DE ACCIÓN QUE NO DAN CRINGE
Parecía todo perdido, y claro, por supuesto, los soldados de Númenor llegaron al rescate, un elemento muy cliché de las batallas del entretenimiento contemporáneo (recordar la propia batalla del abismo de Helm o la batalla de los bastardos en Game Of Thrones): llega un ejército a salvar el día. Comandando por Galadriel, quien mostró muy discretamente cierta destreza en la pelea, pero que no fue tal el revuelo como para causar “cringe”, los numenoreanos salvan el día, acompañados de una épica banda sonora y que además por fin dos líneas de la historia se conectan (la de Galadriel y Númenor con Bronwyn y Arondir). Después de una persecución a Addar donde Halbrand termina siendo el héroe, logran capturar al misterioso hombrecillo y así dar por “concluida” la batalla. Un final feliz, típico del género de fantasía… o por lo menos eso creíamos.
ADDAR SE ROBA EL CAPÍTULO
Pero lo que más hizo sonreír a los Tolkiendili, fue la conversación de Galadriel con Addar, que es sumamente poderosa, pues no solamente contiene una poderosa referencia al legendarium de Tolkien sobre el origen de los orcos (dejando en claro que Addar no es Sauron y en realidad es uno de los primeros Uruk, un elfo corrompido por Morgoth, siguiendo así una de versiones planteadas por Tolkien para su universo sobre el origen de los primeros orcos), sino que también deja en claro que es lo que se pretende con el personaje de Galadriel, pues cuando esta da su discurso “hitleriano”, prácticamente me recordó a aquella Galadriel del Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, cuando Frodo le ofrece el anillo, demostrando que en su interior hay oscuridad “una reina traicionera como el mar”, y es que esto es clave en el personaje de la elfa, pues será esa misma soberbia, esa ambición de poder, lo que hará que eventualmente acepte uno de los anillos de poder creados por Celembrimbor.
Es así que todo este diálogo conecta por primera vez los hilos, además de que Addar tiene la pinta de que será un gran villano en esta serie, no solamente por sus acciones, sino por su propia filosofía. También es de resaltar las constantes referencias a Morgoth (el auténtico señor oscuro) e inclusive una leve, pero presente referencia al dios supremo de dicho universo: Iluvatar. Este considero uno de los puntos fuertes de la serie, adentrarnos a la mitología tolkienania, hablarnos más de los valar, de Morgoth e inclusive del creador de todas las cosas Erú-Iluvatar.
UN FINAL INESPERADO
Y bien, todo parecía que iba a terminar como cuento de hadas, los buenos ganaron, los malos perdieron; pero la batalla aun no acababa, pronto Theo se da cuenta que la misteriosa espada ya no está, alguien se la llevó y fue uno de los secuaces humanos de Addar quien finalmente nos muestra de que se trataba ese “misterioso” objeto, una llave para reactivar el durmiente monte del destino. Y así, con una explosión provocada por la reacción del agua con la lava ardiente, es que renace Mordor, dándole sentido al nombre del capítulo “Udún” que es precisamente el lugar donde Sauron construirá su imperio.
EN CONCLUSIÓN…
Los anillos de poder tomó un giro importante, la trama ahora sí tiene pies y cabeza, se resolvieron algunos “mistery boxes” (Addar no es Sauron y la espada era una llave) y a pesar de que sigue habiendo muchos comentarios negativos circulando por las redes, considero que es hasta el momento el mejor episodio. Lamentablemente debió haber llegado un poco antes, pues sigue siendo muy criticable lo tedioso que fue el andar de los cinco capítulos anteriores, aun así, es claro que esta temporada 1 va a terminar con muchas sorpresas y la acción aún no termina, pues claramente en Khazad Dúm, donde se encuentran Elrond y Durín IV, todavía falta una gran sorpresa por detonar.