The Square: Ingeniosa y efectiva sátira al mundo artístico europeo
The Square se estrena en cines con el sello de garantía de Cannes; ganadora de la Palma de Oro de este año, la cinta de Ruben Östlund es una sátira a la industria del arte contemporáneo que viene a reivindicar años pasados en que el Festival premiaba películas un tanto tibias que no terminaban de convencer como dignas ganadoras, ¿lo habrá logrando en esta ocasión el cine sueco?
The Square, la farsa del arte (porque siempre hay que ser muy descriptivos en el título para ayudar a la taquilla) narra la historia de Christian, el manager de un museo de arte que presenta su nueva exposición “The Square” que fomenta los valores humanos y altruistas, el cual necesita una campaña publicitaria. Esto mientras el susodicho tiene que lidiar con estos mismos valores dentro de su vida personal.
Alguien me preguntaba por qué existía esa distinción especial para esas cintas si todo el cine era arte. Desgraciadamente no es así, y este tipo de películas necesitan una etiqueta especial que las diferencíe de blockbusters taquilleros cuya única misión es la de “entretener”; pues su forma de apreciación es distinta, en base a una narrativa que se centre en transmitir, en en este caso particular, la personalidad de nuestro protagonista y su modus operandi dentro de un entorno artístico y europeo (claro está).
Östlund propone entonces un drama acompañado con tonos de comedia ingeniosa pero muy atinada enfocada en dos situaciones paralelas que afectarán la vida del personaje principal, mientras que hábilmente nos introduce dentro de una cultura desenfrenada y locuaz que terminará por mostrarnos la esencia de su naturaleza. Punto aparte para su melodía principal que en lo personal encontré muy atractiva, pues encierra un toque bufón que encaja de manera perfecta con el carácter de la película, aunque describiría al soundtrack en general como muy oportuno y divertido.
Lo interesante aquí es la forma en que vamos conociendo cada detalle que rodea ese mundo artístico al que somos expuestos de manera muy simple desde el exterior, conociendo los insights para que todo se ensamble y seamos partícipes de los errores o aciertos dentro de la industria que incluso se exhiben de manera muy perspicaz pero entretenida.
La cinta es, de manera general, un conjunto de situaciones desconcertantes que se vuelven incómodas y cuyo efecto es transmitido de forma inconsciente pero astuta en la mente el espectador. Todo esto junto con una cinematografía que logra crear esa armonía necesaria para que estos escenarios se sientan fluidos y precisos.
La duración se torna un poco pesada, sí, (142 minutos no pueden pasar desapercibidos) sobretodo bajo una narración que inicia potente y que decae en ritmo hacia su última media hora después de su clímax, pero que es lo suficientemente intrigante para mantener expectante hacia su natural conclusión. Un punto que sentí débil, pues después de tanta intriga me quedé con la idea de que podía finalizar dejando una sensación más enérgica y permanente dentro de mi memoria.
Pretenciosa pero efectiva, The Square busca definir esa humanidad que rodea a la industria del arte, una que puede en ocasiones resultar una paradoja pues el modelo expuesto no tiene relación empática con lo que se vive en el interior, es decir, es una mera pantalla.
2 Comments
Encontré muy atractiva la película, bueno, creo que me atraen las cintas con momentos incómodos que son intensos.
Muy divertida, definitivamente la recomiendo a cualquiera que no solo esté interesado en blockbusters…
Gracias por comentar 😉