The Taste of Things: Sin sabor y a fuego demasiado lento
Entendemos que no hay una forma única de hacer cine, pero creer que a través de la pura experiencia sensorial se puede prescindir por completo de una narrativa básica (desarrollo de personajes y de sucesos) ¡es intolerable! The Taste of Things peca completamente de esto, siendo una cinta sensorialmente espectacular, pero que poco o nada dice en su discurso.
La historia nos habla de un romance (o intento) entre una cocinera de nombre Eugenie y su gourmet Odin, pero fuera de esta pequeña premisa no hay mucho más que decir, principalmente porque la cinta se sostiene de una serie de secuencias bien filmadas (con movimientos de cámara, primeros planos, picados y cenitales) sobre el proceso de cocina de varios platillos, apoyándose en un buen diseño de producción y un excelente sonido que recrean la sensación de estar en una cocina auténtica de 1885, abriéndonos el apetito y la imaginación para captar los sabores y olores que se nos presentan.
Por desgracia, salvó una subtrama que cambia la dinámica de esta “relación”, el mayor problema es el nulo desarrollo de su pareja protagonista. Fuera de algunos esbozos de Eugenie como mujer independiente y positiva, su papel parece de una sola línea es salvado en múltiples ocasiones por la experiencia y carisma de Juliette Binoche; la otra parte del dúo es una hoja en blanco generando una nula química o empatía en el romance de estos sujetos derivado de la falta de contexto de sus perfiles y trasfondos.
Desde las primeras secuencias el desarrollo del “amor” y “cariño” de esta pareja será basado en su mismo amor por la comida, siendo la experiencia sensorial y visual el único vehículo; como resultado el romance se siente sumamente superficial y hedonista, pues al no mostrar otra faceta de su relación más allá del “placer” que les genera el cocinar o comer juntos, se siente que los factores psicológicos o intangibles que unen a este dúo son pocos o inexistentes.
Al apostar por un ritmo contemplativo, el minimalismo de los diálogos es predominante, el problema es que cuando la cinta abre la boca no es para explicar la psicología de nuestros protagonistas o sus dinámicas, sino para lanzar una serie de datos alrededor de los platillos, la comida o culturales, sintiéndose petulantes y pretenciosos, pues más que para entretener o apoyar a la narrativa, se sienten como un recetario snob que tienden a caer en la sobre explicación, como si el guionista quisiera demostrar que es más inteligente o culto que el espectador.
Cabe resaltar que la película comete otro terrible error en su recta final que termina por quitarle el poco peso narrativo a la historia, añadiendo a que los eventos de la trama son demasiado predecibles y quitándole la poca intriga.
Vale la pena comentar que, aunque técnicamente es impecable, tiene algunos defectos de edición transitando de manera brusca en varias ocasiones de escenario y tiempo. El montaje funciona cuando las escenas transcurren en el mismo escenario, pero cuando tiene que cambiar de locación o de tiempo falla.
Calificación
Dirección: 2.7 – Narrativa Los detalles en la edición la alejan de ser una cinta perfecta.
Actuacion: 1.4 – Juliette hace lo que puede
Extras: 0.5 – El Diseño de producción está bien
Calificación 6.1 – Mediocre
La sensación de ver “The Taste of Things” es comparable a ir un restaurante gourmet donde te sirven un platillo extremadamente caro, una porción es pequeña, y que no tiene nada de especial. Podrá ser una experiencia sensorial que provoque la apertura del apetito, pero aunque la envoltura se vea bonita, el contenido de esta es vacío, siendo otro de esos casos donde se quiere contar algo a través de la imagen, pero al final no se cuenta nada o lo que se dice es sumamente superficial.
Este platillo está cocido a fuego demasiado lento, le falta sabor, y al igual que el mal de puerco termina por provocarte un sueño tremendo que ni el café más potente del mundo podrá quitar. Tremendo error que cometió la Academia Francesa al mandar a esta película a competir a los Oscar en lugar de Anatomy of Fall. ¡Quedaron!