Thérèse Dexqueyroux (Retrato Íntimo), aunque la jaula sea de oro…
Tengo una opinión muy concreta de lo que es ser humano y, a pesar de las críticas superficiales a mi opinión sobre el rol de la mujer en el mundo moderno, me considero feminista. Odio el concepto de caballerosidad y apuesto por la civilidad porque creo que la mal llamada caballerosidad involucionó hasta convertirse en un pretexto para el abuso social de algunas mujeres, lo que nació como una forma de cortejo y gesto de amabilidad se ha convertido en un arma de manipulación que ya no se otorga, sino que se exige,
Culpo de esta visión de modelo femenino a mi madre, quien como para la mayoría de los mortales fue mi primer modelo femenino. Con todos los defectos que pueda tener esa mujer que tuvo a bien criarme lo mejor que pudo, es, ante todo, una persona (trascendió el ser mujer para considerarse una persona) que por sus circunstancias de vida debió aprender a jugar con las cartas que la vida le dio y ganarle la partida, blandiendo durante toda su vida el estandarte de la libertad como grito de batalla ante la adversidad.
De ahí que rechace categóricamente a las mujeres que navegan con la bandera de damiselas en peligro, que jueguen a ser el sexo débil y utilicen su feminidad como llave para la obtención de favores, desde un asiento en el transporte público hasta puestos laborales o escalar socialmente. Esto, desde mi punto de vista, no es más que un juego perverso.
En 1927 François Mauriac publicó su novela Thérèse Desqueyroux en el que aborda el espinoso y controversial, entonces y ahora, tema de la libertad y carácter femenino y su inminente supresión y condena por una sociedad hipócrita que se siente amenazada ante una mujer con carácter que lucha por hacer valer su voz y cuestionar los roles que establece la sociedad para cada uno de sus miembros.
Bajo la dirección del prolífico Claude Miller (éste fue su último trabajo), Audrey Tautou (Amélie, 2001) se aleja del papel que la lanzó a la fama como Amélie y la espantosa adaptación del también horrendo libro Código Da Vinci (2009) y se vuelca en este personaje que no sólo rescata su carrera como actriz de carácter, sino que trasciende y, al igual que Thérèse, cuestiona el rol de la mujer en la sociedad, dejando un sabor agridulce en el espectador que con tristeza debe reconocer que los estereotipos de principios del siglo XX y lo poco que éstos han evolucionado, si es que lo han hecho. Resulta aún más decepcionante saber que dicha situación no reconoce fronteras y queda en evidencia que ni aún los países “desarrollados” escapan a esta conveniencia social.
Thérèse… seguramente será considerada un “flick chic” lógico en el romanticismo francés. Sin embargo una mirada más cercana permite reflexionar sobre nuestro papel en la sociedad y qué tan civilizados podemos llamarnos los habitantes de un flamante siglo XXI que grita modernidad anclado a su pasado sexista por ambos lados de la moneda, en un mundo en que siempre será más sencillo someterse por comodidad que atreverse por independencia.
3 Comments
Excelente texto señor jjacob, y estoy completamente de acuerdo con usted. Me encanta leer los distintos artículos y reseñas de los distintos editores (muchas veces sobre una misma película y eso es fantástico) y apreciar la manera en la que cada quien expone su pasión por el cine de manera marcadamente distinta. Noto en sus textos un bagaje cultural amplísimo, combinado con una manera de escribir bastante depurada y propia, por otro lado, El estimado Fett escribe de una manera mucho mas despreocupada y amigable mientras que la prosa de Alex Waters esta en mi opinión en un punto intermedio entre ambos jajaja. son una muestra de que hay cine para todos y cada uno de nosotros. sigan así.
Mi muy estimado Rodrigo, me siento harto halagado por la percepción que tiene sobre mi trabajo, que más que trabajo es pasión, y sólo atino a decir que comentarios como el suyo son el combustible del que se nutre mi colaboración es este sitio.Reciba un abrazo de vuelta y mi promesa de realizar reseñas que no defrauden al respetable. Gracias.