Titane: El sensacionalismo hecho cine.
Tras el anuncio de Titane como la Ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2021, y tras ser la primer película de género de terror en ganar este premio, el “hype” creció de manera desmedida por esta cinta; por desgracia al verla, uno puede llegar a la conclusión de que le ha quedado demasiado grande este honor, reavivando la polémica en cuanto a la influencia de los jurados en los festivales y de cuántas películas han ganado por méritos propios o por cumplir alguna cuota de estilo (o si ya de plano estamos en una era donde la escritura ya no importa y lo que cuenta más la experiencia de evocación).
Más tripas, menos contexto
El primer problema de la película recae en el poco trabajo de guion. En su intento de ser una cinta de corte más minimalista, Titane le presta poca atención al desarrollo de sus personajes (prácticamente la película revela poca información de ellos); uno pensaría que quizás este detalle es de mínima importancia para el progreso de la premisa, pero es un menudo error. Al tener como tema central la falta de identidad y las consecuencias de la ausencia de un sentido de pertenencia es inexplicable que menosprecies el ahondar en la parte psicológica de los protagonistas, o tan siquiera en las repercusiones que tendría el hecho de que una persona en la etapa de la infancia careciera de figuras de autoridad o de la falta de interacción social. Es imposible explicar una premisa con respecto a la psicología de los individuos sin poner atención al detalle del desarrollo de la psique de los personajes. Derivado de la ausencia de este elemento, la cinta carece de un respaldo o contexto para sustentar su premisa, detalle que se agrava más por el siguiente punto.
El gore, y el body horror no ayudan.
Introducir cualquier elemento cinematográfico en su faceta extrema sin tener un contexto que respalda el uso de este recurso es bastante pretensioso y termina por ser chocante. Aclaro, no estoy peleado con el uso de elementos escatológicos, siempre y cuando tengan un sustento narrativo. El problema con esta cinta es que utiliza únicamente el subgénero del gore o body horror para escandalizar e impactar a la audiencia pero solamente desde la parte visual y técnica, pues si exigiera un buen desarrollo de la historia no solamente la repulsión vendría por ver “tripas volando”, sino ante lo fuerte en el ámbito psicológico de lo que es que un individuo carezca de un identidad autentica.
Por desgracia la película está lejos de alcanzar tan siquiera el 50% de lo que pretende ofrecer en el terreno de la escritura, por lo que la combinación de un exceso de elementos sangrientos (porque ese es otro detalle, la falta de contexto genera que un uso elevado de un recurso visual se vuelva excesivo) utilizados para “shockear solo porque si” con un guion vacío termina por crear una cinta bastante superficial y basada únicamente en la experiencia de sentir repulsión, ansiedad, pero a la vez morbo (no muy diferente a la experiencia que tienen algunos individuos de comprar periódicos de letra roja tipo “La Prensa” o “La Alarma” o buscar este tipo de contenido en Internet; les aterra, pero hay personas que no quieren dejar de ver).
Pretenciosa.
Lo peor del caso es que ese exceso de recurrir al efectismo para la provocación no es un elemento que esté de a gratis; la directora Julia Ducournau lo hace para aparentar que tiene un estilo “único, diferente”, que es la “nueva Cronenberg” y que va a cambiar la nueva forma en que percibimos el cine. Lo que termina por provocar, combinando los argumentos anteriormente expuestos, hacen que la película se sienta pesada y mucho más pretenciosa, y más porque la realizadora utiliza referencias cuasi religiosas y literarias para aparentar que es una intelectual hecha y derecha. Quizá si su premisa no se hubiera tomado tan en serio y aceptara que su propuesta es más cercana a ser un producto tonto descerebrado al “estilo serie Z”, la película hubiera sido hasta más tolerable, pero por desgracia esas ansias excesivas de querer demostrar su innovación termina por hacer que la cinta se tropieza en su propio intento de ser grandilocuente.
Calificaciones
Guion 0.9 – Pobre y vacío, ni siquiera para estándares minimalistas es aceptable
Dirección: 2.9 – Por lo menos en la parte visual y de ejecución Julia cumple haciendo que verdaderamente te escandalices, lástima que esto sea un elemento que dependa únicamente de lo técnico. Sería un 3.0 pero esa petulancia le resta una décima.
Actuaciones: 1.7 Quizás de lo más destacable de la cinta especialmente la de Vincent Lindon
Extras: 0.4 Decima menos por ser tan excesivo en la estética gore
Calificación 5.9 – Mediocre
Nos quejamos de que el cine de corte blockbuster por sus nulas narrativas y excesivas propuestas cargadas más hacia la parte visual y la sobreexplotación de elementos técnicos, pero parece que algunas películas(y hasta ganadores) de Festivales tan importantes padecen de la misma peste con la diferencia de que las últimas son más chocantes derivados de ese aire de “intelectualidad” y pedantería que sus creadores le inyectan(mamadores les dicen), por lo menos las primeras de forma indirecta reconocen sus limitaciones (por no decir estupidez), las otras se sienten la “última Coca Cola en el desierto”.
Por desgracia esa nueva corriente que apuesta más por la “experiencia” y menos de la escritura parece que no acabará mientras el mayor problema de estas sea esa necesidad (y necedad), producto quizás de su ego artístico de los creadores de “cine de autor” de sentirse “únicos y diferentes” , y de un “Club de Toby” que les dé “palmaditas en la espalda” por las razones incorrectas.
3 Comments
Desmenuza este por completo toda la película en todo su contexto y todas las fallas que tiene pero lo principal lo dejaste atrás: el argumento.
Sí soy alguien que está por ver la película me hubiera gustado saber de qué trata por lo menos.
Creáme amigo, este bodrio no tiene argumento, es una hilación de imagenes sin el más mínimo sentido.
¡Cuánta pereza intelectual! Sin dejar de reconocerle sus fallas, la encontré interesante y con unas lecturas y subtextos ,no por abstrusos en ocasiones, pertinentes y hondos. Solo avísame para dilucidártela cuando quieras.