TOP 10+1: Romance al estilo de “El Fett”. Parte 2.

Seguimos con las primeras 5 posiciones y con un pilón muy digno.

5. Annie Hall (Woody Allen, 1977)

Dios los hace y ellos se juntan, pero el meollo del asunto radica en que “por amor”, es  mejor desjuntarse. Hablar de Annie Hall es hablar de empatía, cariño, comunicación y de dos personas excéntricas tanto en el film, como en la vida real. Si antes ya habíamos hablado de las bases de la química en el rubro con Gable y Leigh, Allen y Keaton vienen a reinventar dicho concepto con sus ¿actuaciones? Si bien “El Fett” no es devoto del cine de Woody, hay que aceptar que la calidad del mencionado film recae principalmente en la auto interpretación de este distinguido par.

Ganadora del Oscar a -Mejor Película-, el film del Maestro Allen es una oda a la “realidad” que aún en estos días sigue vigente a pesar de las diferencias culturales de la época. El guion es poco mas que maravilloso; Allen esta espléndido como Allen y el detalle del vestuario de la Keaton al recibir su merecido Oscar como -Mejor Actriz- es solo la más sencilla demostración y ejemplificación que este sencillo y bello film traspasa la pantalla  para ponernos al día en este hermoso asunto de las relaciones en pareja (además que dicho acto embelesó la memoria de los presentes y preservó el toque y leyenda de la cinta)  ¿Un film terapéutico? Quizá ¿De amor? Del bueno.

El momento de amor: Alvy (Allen): This guy goes to a psychiatrist and says, “Doc, uh, my brother’s crazy; he thinks he’s a chicken.” And, uh, the doctor says, “Well, why don’t you turn him in?” The guy says, “I would, but I need the eggs.” Well, I guess that’s pretty much now how I feel about relationships; y’know, they’re totally irrational, and crazy, and absurd, and… but, uh, I guess we keep goin’ through it because, uh, most of us… need the eggs. Definitivamente Sr. Allen, necesitamos los huevos.

4. Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1988)

Si este film ganador del Oscar a -Mejor Película Extranjera- tuviera una definición en la real academia de la lengua española, definitivamente su servidor haría lo posible por definirla como: el puro amor.

La obra maestra de Tornatore (El Fett les recomienda ampliamente la versión extendida) se debería de regalar a todas las parejas en los 14 de febrero. Un conciso ejemplo de cómo hacer buen cine se torna en 4 horas de éxtasis romántico con más miel que Winnie Pooh. Miel representada por “Toto” desde su niñez como cinéfilo empedernido, hasta su madurez como director consagrado, con dos amores en su vida: el cine y su adorada Elena.

Todas las niñas quieren un “Toto” y todos los cinéfilos queremos este film, ya que el intenso amor desencadenado en pantalla trasciende fuera de ella al ser “Cinema Paradiso”, una obra que rebasa el amor de una pareja, para convertirse en una alegoría y homenaje de dicho sentimiento hacia el mismo séptimo arte. Excelsa.

El momento de amor: 4 horas de Cinema Paradiso.

3. Casablanca (Michael Curtiz, 1942)

“Casablanca” es cuando la eterna soledad se transforma en el más profundo de los amores. Dotada de un guion, actuaciones y fotografía portentosas, el film ganador del Oscar es sin duda uno de los pináculos de la industria cinematográfica americana y, junto con “Citizen Kane”, una de las películas más queridas y alabadas por el público.

Lo que cautiva de este film es la atmósfera transmitida; el humo del cigarro, la iluminación del bar, la música de Steiner, la neblina en el aeropuerto, Sam y su piano entonado “The time goes by”; son todos factores que representan la soledad de Rick Blane(Bogart), y las sobras de un mundo creado a la lado de su amada Ilsa (Bergman) lejos de Casablanca y precedido por una guerra.

Rick debe dejarla ir una vez más y todo cinéfilo (aunque no sea romántico) debe correr a verla una vez más para así, saber que aquella pareja en el lejano 1942 (con una calidad muy  adelantada a su época), siempre tendrán París, y de pasada, tener como referencia lo más cercano a la perfección en una obra cinematográfica.

El momento de amor: “Play it, Sam. Play “As Time Goes By”. Así es Rick, de todos los bares del mundo, ella tenía que entrar al tuyo.

2. Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999)

Muchos tirarán de loco al “Fett” (aunque ya saben que poco importa)  al incluir esta obra no solo en el TOP, sino también en el segundo lugar,  pero déjenme explicarles (aunque no se dejen). La ultima película de Kubrick tiene un poderoso trasfondo amoroso en la relación de pareja del Bill (Cruise) y Alice Harford (Kidman). Un trasfondo que enmarca tres factores de suma importancia para la supervivencia de de dicha relación y de todas las existentes: el perdón, la adaptación y la comunicación; esta última ignorada por un mundo de sueños, intrigas pasionales y fantasías alimentados por la inseguridad y el retorcido pensamiento.

Es cierto, “Eyes wide shut” a lo largo de su metraje tiene poco que ver con la tesis romántica, al postrar en escena una odisea sexual que traspasa los burdos deseos físicos carnales para llegar a la avariciosa tarea de explorar lo que la mente desea o se fuerza a desear. Sin embargo, es el desenlace el que nos enseña como un matrimonio debe siempre tener la virtuosa capacidad de la comunicación para saber perdonarse y proseguir con una adaptación dentro de sus requerimientos como pareja.

El amor y el deseo sexual existe  sin duda dentro de la familia Harford, pero tal vez se hubieran ahorrado muchos problemitas si dejarán de fumar de la “verde”.

El momento de amor:

Alice Harford: I do love you and you know there is something very important we need to do as soon as possible. Fuck.

Gracias Kubrick.

1. The English Patient (Anthony Minghella , 1996)

El enemigo del amor es aquel otro poderoso sentimiento que las personas pueden llegan a sentir inclusive aún con más constancia que su contrario: el odio. Para vencer uno de estos, tan arraigado en nosotros mismos, basta con sentir verdaderamente un amor con pasión, que rompa todo obstáculo y que sacrifique nuestro mismo ser en buscar su culminación. Esto es lo que plantea esta hermosa película ganadora del Oscar.

El Conde Almásy es un enamorado de su arte: la geografía y la construcción de mapas. Todo esto le es arrebatado cuando Katharine Clifton llega a unirse con son su esposo a la sociedad geográfica inglesa. Clifton se convierte en su musa, en su único amor, en el objetivo y consecuencia de sus pasiones y actos. Este amor es correspondido cuando su relación comienza a mitad del desierto en Egipto; él odia la posesión, sin embargo su sentir diario es poseer a su musa; ella, odia las mentiras, y a pesar de eso debe sacrificar la seguridad de su matrimonio por su amor hacia el Conde Húngaro. Los dos sacrificarán todo su ser por tenerse el uno al otro hasta el último día de sus vidas.

El Paciente Inglés es sin duda una fastuosa producción que despliega maravillosamente el sentimiento referido en esta lista a través de los recuerdos del moribundo Almásy transformado en el calcinado paciente, castigado y al mismo tiempo bendecido por el amor de sus memorias y por el que se desarrolla en sus últimos días de vida.

El momento de amor: El Conde carga a su amada hacia la última morada de esta. En ese momento da cuenta que su querida Katharine carga el dedal que le regaló.

Almásy: You’re wearing the thimble.
Katharine Clifton: Of course, you idiot. I always wear it; I’ve always worn it; I’ve always loved you.

El Fett llora.

Pilón: Up (Pete Docter, Bob Peterson, 2009).

El que no derramó al menos una lágrima por Ellie, debería irse en friega a unas terapias, pues tal vez tenga problemas en demostrar sus sentimientos.

“Up” se aleja mucho de ser la mejor película animada de la historia, pero sus primeros 12 minutos son una magistral clase de cómo provocar una verdadera catarsis de emociones y una cátedra de llevar a cabo buen cine.

El motif del entrañable Sr. Fredickson siempre será llevar a cabo el sueño de su inolvidable compañera y pareja de toda la vida. Ahora que su “viejita” ha muerto, el único sentido de su existencia es demostrar que ella sigue viva dentro de las metas que como matrimonio se plantearon y que los llevaron a convertirse en esos 12 minutos, en una de las parejas mas conmovedoras del romance plasmado en el séptimo arte. Yo solo quiero ver “Up” para llorar de alegría por amor verdadero.

El momento de amor: ¿Lo tengo que repetir? Otro importante factor dela  magistral secuencia recae en la banda sonora ganadora del Oscar, a cargo de Michael Giachinno. Increíble.

Esperando que haya sido de su agrado y esperando sus comentarios de films ausentes, opiniones, críticas y/o rayadas, su caza recompensas favorito se despide ¿Cual más se merecería entrar en un TOP?

Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett