Transformers: El Ultimo Caballero – ¡Ya no le den lana a Michael Bay, por favor!
Me ha costado muchísimo escribir una crítica coherente de Transformers: El Ultimo Caballero básicamente porque la película en si no es coherente. Pero bueno, hice mi mejor esfuerzo y aquí va.
Basada en parte en la historia de Transformers Prime, creo yo porque; la película nos cuenta la historia de la batalla de autobots y decepticons contra Unicron, TF5: El último Caballero, se queda muy corta al menos de su antecesora TF4: La era de la Extinción que había logrado levantar un poquito la ya tan desgastada franquicia.
¿De qué se supone que va?
Bueno, pues según tratan de explicar que el creador de los autobots (Unicron) ha estado dormido en el planeta tierra por millones de años, pero va a despertar y a reclamar su lugar en Cibertron y la hechicera Quintessa quiere deshacerse de Unicron para restaurar Cybertron por lo que ‘hechiza’ a Optimus Prime para obligarlo a obedecer sus palabras. Todo esto claro destruyendo la tierra y la raza humana. Para ello solo hay 3 días ya que Cybertron se viene acercando a la Tierra.
Una trama medio complicada solo podía ser ultra más complicada si Michael Bay está atrás de las cámaras, dándonos como resultado la peorcita de las historias de Transformers a la fecha.
Resulta que al amo y señor de las explosiones sin sentido e incoherencias le dio por centrar su trama en Cade Yeager el inventor fracasado de la cuarta entrega (un Mark Whalberg que se nota cansadon y sin carisma) y la británica Laura Haddock como Vivian Wembley, la profesora de historia en la Universidad de Oxford que casualmente tiene un pasado fantástico del que ella no está enterada (que raro ¿no?).
Por motivos que no ahondaré Cade se hace con un talismán cibertroniano que le entrega el autobot Canopy a él se une Izabella, una adolescente huérfana en la ciudad de Chicago (aquella que se destruye en TF3). Bueno, resulta que el dichoso talismán ‘elige’ a Cage y se mimetiza en su cuerpo otorgándole el poder invocar una espada o servirle de escudo y así casual salvarlo de morir por jugar al héroe.
El resto del elenco (que es excesivo a mas no decir) simplemente entra y sale de la historia sin seguir un orden o un porqué, tenemos al socio de Cade, Jimmy (Jarrod Carmichael) cuyos diálogos cómicos forzados no sacan siquiera una sonrisa, Izabella (Isabela Moner), la insoportable adolescente que se siente la última sobreviviente del planeta y que no necesita a nadie (ppffff adolescentes), Sir Edmund Burton (Sir Anthony Hopkins en el peor papel de su vida, lo que hay que hacer para pagar las facturas), John Turturro quien regresa con su personaje del agente Simmons así como el regreso de Josh Duhamel como el Teniente Coronel William Lennox. El resto del casting es olvidable, hasta Stanley Tucci como el hechicero Merlín, así que no gastaré palabras en ellos.
Pero Sir Anthony Hopkins, permítame decir que no entiendo porque aceptó trabajar en algo tan horrendo como esto. Sus escenas desgraciadamente tratan de ser graciosas pero el hombre no tiene gracia, ni siquiera involuntaria. Es una pena verlo deambular por ahí en un Citroën DS y un Lamborghini Centenario recitando los diálogos más absurdos y pareciendo un loco en un carro chocón.
Michael Bay ha prometido que esta será la última película de Transformers que dirija; esperemos que cumpla su palabra. Esta es por mucho la más Bayesca de todas sus películas. El director cree que por bombardearlo a uno con sus ruiditos y explosiones desde los primeros 3 minutos de película uno va a dejar pasar por alto la cantidad de fallas de la cinta y es que uno solo necesita 3 neuronas para darse cuenta que en la misma escena entras en un pueblo que tiene 3 calles y de pronto ya estas en una ciudad con rascacielos de los que quedas colgando y corres 3 calles para ‘escapar’ y sales del primer pueblo al que entraste que casualemente estaba en el desierto PERO de pronto lo ves rodeado por un bosque. ¿De verdad señor Bay? ¿Es que nadie vió la película ya terminada para darse cuenta de los errores asquerosos de edición?
Lo peor de todo es el guión de Art Marcum, Matt Holloway y Ken Nolan. Tratan de meter diálogos graciosos forzados a todos los personajes, cuando los actores no tienen gracia para ello, Shia LaBeouf al menos era gracioso, eso se le da al hombre, Mark Whalberg la verdad es que es un héroe de acción de esos serios, no lo den un diálogo gracioso porque no le queda. Vaya, que hasta las señoras tías de Vivian resultaron ser lo más divertido de la película, casi como los padres de Sam Witwicky en las anteriores entregas.
Como todas las entregas, siempre hay un truco bajo la manga y en esta ocasión dicho truco recae en Bumblebe y su carrocería, pero se ve tan X que uno siente que ya nada lo puede sorprender, y así es, la acción se siente muy repetitiva, los autobots se comportan como si fueran las tortugas ninja con personalidades tan ridículas que rayan en el fastidio y hay tantos personajes que de verdad se pierde el hilo y cuando ha pasado ya hora y media uno se da cuenta que en realidad no ha pasado nada.
La música a cargo de Steve Jablonsky no diré que es mala, es efectiva y cumple la función de acompañarnos y lo hace de buena manera, se diría que es balanceada, pero ni así logra hacernos llevaderas las casi 3 horas de explosiones excesivas e incoherencias en las que incurre el guión.
No hay más que decir, esto es tremendamente aburrido, sin pies ni cabeza, no hay lógica y lo peor del caso es que QUEDA CONTINUADA, o sea que espere otro bodrio que concluya sino la saga, al menos esta historia, y es que ya se han anunciado al menos 2 spin-offs de la saga de los autobots y una de ellas será justamente una película en solo de Bumblebee, que por cierto junto a Optimus Prime tiene la escena que me pareció más absurda de todas, al mas puro estilo de ‘Martha?’ de BvS.
Mi recomendación es que si quiere ver algo interesante de Transformers mejor vea las series que están en Netflix: Transformers Prime y Transformers: Robots in disguise, sin duda le van a resultar mucho más entretenidas que estas 3 horas de su vida que nunca jamás podrá recuperar.
¡Hasta pronto!