Uncut Gems: El Adam Sandler que se extrañaba.
Cuando leemos el nombre de Adam Sandler en un póster, inmediatamanente me viene a la cabeza la idea de que eso que está promocionando es una basura, o en resumidas palabras pudiera ser que Adam Sandler en mi cabeza es sinónimo de basura. Pero la verdad es que estoy siendo sumamente injusto y un poco pretencioso, y es que haciendo un rápido repaso por su filmografía encuentro que son alrededor de nueve o diez películas las que me han gustado con él siendo protagonista, y es que en su faceta “de actor serio” y bien dirigido, el rango actoral de Sandler sube bastante.
Y con Uncut Gems o como en México se le conoce como “Diamantes en bruto”, Sandler nos dice a la cara que si puede ser un actor serio. La película sigue a Howard Ratner, un joyero judío de Nueva York adicto a las apuestas, que un día recibe desde una mina africana una extraña gema, un ópalo que está dispuesto a subastar para así pagar una deuda de millones de dólares que debe.
Pero todo se complica cuando entra a escena el basquetbolista Kevin Garnett, que asombrado por dicha gema la pide prestada para usarla como una especie de imán de la buena suerte antes de uno de sus partidos. En medio de todo eso vemos la nula relación que Howard tiene con su esposa Dinah (Idina Menzel) e hijos, el acoso de usureros que le piden que se les pague y la relación poco estable con su amante Julia (Julia Fox).
El cine de los hermanos Safdie es tenso y de sumo estrés, todo ayudado con un montaje frenético que te mantiene desde que empieza la película al borde del asiento; el uso del thriller psicológico con tintes de comedia negra hace que no puedas quitar los ojos de la pantalla. Todas las decisiones que pueden tomar los personajes que los hermanos Safdie escriben siempre son las peores, las que los hunden cada vez más, lo vimos en “Good Time” con Robert Pattinson, y ahora con Adam Sandler.
Otro tema recurrente en el cine de los Safdie es el retrato de la adicción, ya sea a lo típico y más usado en el cine como el tema de las drogas, pero en Uncut Gems la adicción lejos de ser al mundo de las apuestas como en el caso del personaje de Sandler, es la adicción a la adrenalina, al jugarse el todo por el todo sin pensar en las consecuencias que estás puedan tener.
Cada decisión que Howard (Sandler) toma, las toma sin pensar, simplemente da un salto de fe, un salto al vacío mismo y tu como espectador estás ahí, solo con el, viendo cómo se va hundiendo y tu te encuentras gritándole al televisor porqué sabes perfecto que lo que acaba de decidir es una mierda. Pero en el fondo esperas que no le vaya mal al personaje. Y todo en la película está construido de una manera en la que sientes la asfixia y el estrés de Howard, desde la fotografía trepidante de cámara en mano, no en balde los Safdie se hicieron de la ayuda del cine fotógrafo Darius Khondji (Se7en, Funny Games), hasta el score a base de sintetizadores que el músico Daniel Lopatin crea para la película.
Los últimos quince minutos de Uncut Gems son adrenalina pura, en el que una vez más se juega el todo por el todo, donde vemos a un Sandler frenético, gritarle al televisor, así como el espectador le está gritando y está sudando junto a él, en un ejercicio “meta” sumamente asfixiante. Para así al final, volarnos la tapa de los sesos “literal” con la manera en que los Safdie concluyen la historia.