Unhinged: Un slasher con 120 kilos de panza y cachete
La nueva película del poco útil director alemán, Derrick Borte, viene cargada de dos sorpresas: la primera, una grata regresión al cine serie b – slasher de los 80; la segunda, un asesino serial furioso, descontrolado, con un cachete impresionante y una panza que aniquilaría a los mismos Myers y Jason juntos ¿el miedo no es suficiente? Toda esta carne está pegada al típico carácter “histriónico” e impulsivo de Russell Crowe, en lo que significa sino un regreso triunfal, si uno lo bastante curioso y mediático a las pantallas de cine y a las plataformas online.
Estrenada en cartelera a través de todo el mundo desde julio (ya disponible en online), Unhinged (o Fuera de Control) definitivamente no es una buena película ¡vamos! Que ni siquiera parece sacada de esta época, pero eso es precisamente su atractivo, al asemejarse más a un salvaje, ridículo pero muy divertido slasher de los 80 más preocupado por encontrar nuevas y originales formas de morir que por la estructura de sus personajes y por supuesto de su ente asesino, uno que en esta ocasión no tiene máscara, pero que si conserva todos esos cuestionables elementos que le dan sustento a su “venganza” personal sobre una sociedad que lo lastima y lo rechaza.
Claro está que como buena carnicería el atractivo principal radica en Crowe, el cual no solo hace unos gestos horribles que te dejarán en claro que te va a matar (también existe la posibilidad que de risa), sino que también y armado con un pinche camionetón, el condenado monstruo gordinflón resulta un experto en box, karate, cuchillos, fórmula 1 y demás utensilios mortales, que no tendrá reparo en matar hombres, mujeres, adolescentes, niños, perros y literalmente todo lo que se le cruce en su camino. Sobra decir que Crowe se mete en el papel lo suficiente para incluso hacernos dudar si estamos viendo a su personaje o a él mismo, en una avalancha de violencia por perder esa figura y cuadritos que lo llevaron a la gloria actoral hace 20 años.
Entre otros de sus elementos “slasher” constatamos la presencia de la damisela en peligro enfrentándose a esta máquina de matar, que también funge como activador y obsesión principal originada a partir de una situación convencional que todos nosotros hemos vivido en el tráfico del día y día, y que el director usa como explosión del conflicto de manera tan fresca como también absurda, al incluso abordar una moraleja sobre el estrés de manejo y la responsabilidad vial. Cumplidora, medianamente estructurada, madre soltera, mujer empoderada y violentada por un macho opresor, la cinta también surte el efecto de ser una crítica acelerada pero aun así ciertamente acertada sobre este trágico comportamiento social en todo el mundo.
A pesar de todas sus exacerbaciones, mala estructura y actuaciones, por otra parte la falta de pretensión, ese ritmo acelerado que no deja respirar a la audiencia y la compenetración creíble con la demencia y violencia de Crowe, hacen que el director encuentre un camino seguro hacía el entretenimiento en un vehículo – homenaje a un subgénero que se adapta perfectamente a este octubre y Halloween.
Una sorpresa sin lugar a dudas, de esas malas pero disfrutables y que no pretende nada más que ser un extracto de ese rubro del terror casi extinto, Unhinged representa otra curiosa aprotación a la carrera de un Russell Crowe que no pueden perder como un despiadado e hijo de puta asesino slasher.