Vampira Humanista busca Suicida: Un roto para un descosido

En lo que respecta al mundo del cine, los tópicos vampíricos han sido abordados desde tiempos inmemorables con múltiples perspectivas. Por supuesto, el primero en manejarlos con maestría es el terror: el imaginario que nos ha otorgado recurre a la muerte, la voracidad e incluso la sensualidad de estos seres para construir monstruos atemorizantes y atrayentes por igual. Después de este género, hemos atestiguado un sinfín de exploraciones del tema, que nos han traído entregas tan variopintas como ‘Abigail’ (2024), ‘Only Lovers Left Alive’ (2013), ‘Dark Shadows’ (2012) o ‘Fright Night’ (1985), por mencionar unas cuantas de cientos.

Está próxima a llegar a la cartelera una nueva realización con este contexto, que sin embargo posee cualidades propias que le añaden mayor originalidad respecto a las anteriores: ‘Vampira Humanista Busca Suicida’ nos relata de Sasha (Sara Montpetit) una joven vampira que, debido a un evento traumático de su niñez, es incapaz de utilizar sus colmillos para cazar personas, por lo que vive consumiendo la sangre que le proveen sus padres (Steve Laplante, Sophie Cadieux). Su situación da un vuelco cuando se encuentra con Paul (Félix-Antoine Bénard), un muchacho que sufre bullying y pretende terminar con su vida. Juntos descubrirán que es posible ayudarse mutuamente, siempre y cuando cumplan antes unos cuantos últimos deseos.

Como puede adivinarse desde su título, ‘Vampira Humanista Busca Suicida’ tiene muchos tintes de comedia negra, que aparecen de formas imprevistas y sutiles. Afortunadamente, la cinta no se limita a ellos y exhibe además drama y características del coming-of-age, que constituyen la esencia de los protagonistas. Observamos a dos chicos absorbidos por la ansiedad adolescente, que no hallan aún su lugar ni se sienten parte de su entorno. Estas sensaciones logran transmitirse a la perfección gracias a sus actores principales, que brillan con su elegancia y correcta labor: Nos encantamos con una Sara Montpetit de grandes ojos reveladores y ojeras marcadas que anda por allí sorbiendo de su bolsita de sangre cual si de jugo se tratara, en un gesto tan inofensivo que enternece. Aún en sus momentos salvajes o torpes, emana una inocencia que genera empatía inmediata. Lo mismo sucede con Félix-Antoine Bénard, quien no necesita de mayores diálogos para mostrarse carismático y colaborativo, basta con su mirada y expresividad. Ambos consiguen una grata química, que le agrega inesperada calidez al largometraje.

Pero no sólo sus personajes destacan en ‘Vampira Humanista Busca Suicida’. El diseño de producción, a cargo de Ludovic Dufresne, nos transporta a Europa y su movimiento artístico con colores sobrios, que se funden adecuadamente en la oscuridad siempre necesaria para la existencia vampírica, dentro de las 47 locaciones en que fue filmada. Aunado a esto, y aunque pudiera parecer sencillo, el vestuario creado por Kelly-Anne Bonieux complementa las personalidades de cada papel, asentándose entre negros o borgoñas, dándoles veracidad y aires de distinción.

Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2023, ‘Vampira Humanista Busca Suicida’ se presume como la ópera prima de la directora canadiense Ariane Louise-Seize, quien hace de esta película independiente un entrañable cuento de hadas más que uno de horror. Si bien podríamos profundizar en los ejes filosóficos y éticos de las decisiones tomadas, en realidad lo primordial es dejarse embelesar – al ritmo de “Emotions” de Brenda Lee – por una conexión tan tragicómica como dulce e inolvidable.

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Acerca del autor

Ale Vega    

Fan del cine, la lectura y el fútbol, y siempre a favor de las propuestas que incomoden y cuestionen. Fiel creyente de que el arte no debería calificarse con estrellitas ni medirse a través de la taquilla. Todo lo vivo como un tiro al travesaño.


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