Venecia 2015: Última jornada, entre chinos apocalípticos e italianos melodramas

Los acordes jazzeros de un viejo disco de donde sale la magia del gran Dave Brubeck, ponen el toque de melancolía que año con año experimento al saber que partiré de Venecia… tanto glamur, excesos de sofisticación, mundo, amigos, viejos conocidos que confluimos como el agua de estos canales que son nuestra pequeña piscina particular durante los días de la mostra llegan a su fin. Mañana toca la premiación y ya veremos lo que el jurado encabezado por el paisano Alfonso Cuarón, deciden al respecto.

Ya propiamente hablando de la carrera por conseguir el preciado león de oro, en la décima y última jornada, se presentó la china Behemoth, de Zhao Liang y la italiana Per amor vostro, de Giuseppe M. Gaudino.

El primer título se trata de un documental que presenta una China un tanto apocalíptica con toques dantescos y reflejos de una realidad que parece alcanzar a la nación amurallada cada vez más rápido ¿cómo? A través de la tecnología y los avances que facilitan la ley del menor esfuerzo humano; el progreso mediante la explotación de minas, la infravaloración del toque cálido de los hijos de Adán en un mundo donde el paraíso quedó mucho muy atrás. Sorprende pues, que la cinta haya logrado salir sana y salva de su país de origen; ya sabemos lo que sucede con aquellos que cuestionan los modelos y estrategias de progreso del sitio en cuestión. En Venecia tuvo buena acogida, aunque tampoco nada del otro mundo. Veremos qué tal le va.

Finalmente y para cerrar, fue el de casa Giuseppe M. Gaudino, quien se encargó de poner la guinda en el paste, aunque, dicho propiamente, la guinda estuvo un tanto pequeña y sin sabor. Per amor vostro resultó un melodramón con tintes culebrescos; casi una cinta palomera de esas del montón hollywoodense en donde se cuenta la historia de una mujer que trabaja como “apuntadora” en sets de grabación cinematográficos, es maltratada por su marido, tiene un hijo sordo (ya sabe, por aquello de la paradoja) y con todo ello, tiene tiempo para sentirse acongojada por un pasado que no la deja en paz. Vamos, que lo único bueno de la cinta es ver a la hermosa Valera Golino, cuya interpretación es lo mejor, hecho por el cual podría levantar la Copa Volpi por segunda ocasión.