Vaya escándalo se suscitó en el penúltimo día de competición con otras dos cintas que se suman al escombro del Festival, que si somos sinceros, se ha tornado en una selección decepcionante en donde solo los más consolidados (Cuarón, Lanthimos, Audiard, Assayas) han marcado una línea muy grande con todos los demás ¿Será que el jurado le seguirá el juego a la crítica y audiencia?
Por lo pronto los locales no dan una ¡Pobres! Ni fútbol ni cine, la industria fílmica italiana se tornó un caos en esa edición cerrando su machucada participación con Capri-Revolution de Mario Martone, la cual relata el descubrimiento de una joven aldeana de una comuna que se ha asentado en la isla de Capri para inspirarse y desarrollarse artísticamente. Pero ni arte, ni revolución, ni nada, el film de Martone no ha gustado en lo absoluto al no definirse entre una cinta de romance o un testimonio de las bellas artes y sus concepciones más básicas, siendo tildado de difuso y poco profundo ¡Que les vaya bien italianos!
Pero lo que marcó esta accidentada jornada fue en definitiva el western australiano de Jennifer Kent, The Nightingale, no por su historia (la cual relata la búsqueda de venganza de una mujer irlandesa y un rastreador aborigen en la isla de Tasmania en 1825), sino porque la responsable del extraordinario cuento de terror The Babadook fue ofendida por un crítico que le gritó “¡Puta!” durante la primera proyección del film. El crítico de nombre Sharif Meghdoud después fue a su cuenta de facebook a despotricar más ampliamente ¡Pero sorpresa! El muy hijo de puta después pidió disculpas públicas al notar que la Mostra le retiró su acreditación ¡Muy tarde cabroncito! Que te vaya bien.
¿Y la película? Los críticos menos hostiles comentaron que el film es impecable en su primera hora pero que desgraciadamente Kent no tiene control de su narrativa, creando para su segunda mitad un relato plano, sin clímax y sin el ritmo que había prometido en su inicio.
Mañana cierra la competición Zan de Shinya Tsukamoto
El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB)
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