Venecia 2025: Las sobras, pues todos se largaron al TIFF
Si usted siente que esta edición de la Mostra ha estado un poco desangelada ¡Está en lo correcto! Pues a pesar de que se han presentado algunas buenas y estremecedoras propuestas, la mayoría no alcanza ni por poco un nivel de “obra maestra” o al menos de polarización tan intensa como se ha dado otros años. Además, hoy comienza la presentación de las sobras, pues ya todo el mundo se largó a Toronto quizá a ver otras nuevas propuestas más interesantes y el último compendio de cintas de Sundance, Berlín, Cannes y esta Venecia para su distribución internacional y propagación por los premios gringos
En el penúltimo día de competencia por el León de Oro, dos propuestas se tuvieron que quedar sin pasaje al TIFF; la primera, la opera prima de la modelo y actriz taiwanesa, Shu Qi, que con “Girl” hace un manifiesto sobre como las acciones de la generaciones pasadas afectan de manera “energética” y física al presente, en este caso reflejado en una madre y su hija, esta última encontrando una nueva amiga en la escuela que refleja esa conexión de confianza y hacía con sus secretos reprimidos, sin embargo, el pasado de su madre y su situación familiar impiden que dicha nueva relación se desarrolle. La directora expone un drama “coming of age” con una edición que mezcla líneas temporales y aunque su intensión es buena, su pretensión la termina por hundir en un muy pobre desarrollo de personajes y de espacios, incluso viéndose torpe en la edición de las mencionadas líneas. No pasa nada si la dejan pasar, pero buen intento Shu Qi, ojalá mejore como directora (a continuación una foto para deleitarnos con su belleza)
Por otro lado, salvo Sorrentino (a medias) y Rosi (en lo documental), el cine italiano palidece en esta edición, confirmando con “Elisa” su mal momento. La cinta del director Leonardo di Costanzo narra la historia de una mujer encarcelada acusada de matar y quemar el cuerpo de su hermana, crímen que nunca ha confesado hasta la llegada de un criminólogo que la sensibiliza para aceptar su crímen y abrazar la redención ¿se escucha bien no? Pero el director prefiere montar este argumento en un culebrón con diálogos redundantes y un dinamismo tan pobre que vuelve a la película prácticamente un dardo somnífero. Una tremenda decepción y quizá hasta ahora la más pobre película de la selección oficial
Mañana terminamos la competencia por el León de Oro con la esperanza italiana del veterano Franco Maresco, y con China de la mano del cineasta Cai Shangjun. El sábado conoceremos a los ganadores de esta edición