Weapons: Otro clavo al ataúd del género de terror

El terror ha sido uno de los géneros más descuidados del cine, con mezclas innecesarias entre géneros que terminan haciendo películas que no solo no causan terror alguno, sino que te hacen reír en varios puntos y terminan sin ser del rubro al cual dicen pertenecer. Este es el caso de La Hora de la Desaparición (Weapons), una de las películas más esperadas en lo que va del 2025, y que busca reinventar como es un film de terror.

A las 2:17 de la madrugada, 17 niños pertenecientes a una escuela primaria desaparecen en la oscuridad de la noche, sin dejar notas o un rastro aparente. Siendo solo captados por las cámaras de seguridad de sus casas, los padres acusan a la maestra Justin Gandy (Julia Garner), siendo esta la maestra de la clase desaparecida, ya que, según ellos, ella fue la causante, a falta de evidencia de su paradero. Justin, perdida en sus pensamientos, buscará respuestas por su cuenta en conjunto con otros personajes, siendo uno de ellos Archer Graff (Josh Brolin), uno de los padres preocupado por el paradero de su hijo.

Weapons muestra inspiración en otras representaciones del género, tomando como ejemplos a como se presenta Pennywise ante los niños en la miniserie de 1990 y escenas que recuerdan a El Resplandor (1980) o El Despertar del Diablo (1981)

Para empezar, Weapons, al menos la mitad de su metraje se siente como un thriller de suspenso, no de horror, que juega con el estado mental de los personajes, al grado que tú mismo estás relacionando ciertos puntos y referencias para dar con el posible paradero de los niños. A los personajes les dan desarrollo a manera de episodios, reiniciando el mismo ciclo de tiempo desde distintas perspectivas (el llamado efecto “Rashomon”), viendo como Justin es perseguida por los papás y sufriendo de culpabilidad por no poder hacer nada, Archer haciendo todo lo posible por rescatar a su hijo perdido, hasta las perspectivas de un policía y un cricoso de colonia popular que sirven como un “alivio cómico”, para terminar uniéndose todas las historias al final.

Pero conforme avanza, se llegan a notar sus defectos, pues Weapons termina pecando con los clichés de “La mayoría los personajes son estúpidos” y parece que tienen el instinto de supervivencia de un pedo. El único personaje que actúa con lógica es el de Archer Graff (Josh Brolin), que interpreta muy bien como es un padre, dándolo todo por su hijo desaparecido, pero el resto son mononeuronales, donde el guion les quitó todo pensamiento lógico, en especial a la maestra Justin, que ignora indicaciones de la policía y director de mantenerse fuera del caso, siendo acusada por el secuestro de los niños por casi todo el pueblo, para terminar poniéndose ella misma en peligro, siguiendo al único niño que no desapareció de su clase de la misma manera en que una exnovia psicótica te perseguiría.

Otro punto sino en contra, si muy poco original, es que Weapons se encarga de anunciar al “villano” al estilo de IT, haciéndole parecer más que solo una persona, una entidad más allá del plano físico. Sin embargo, resulta decepcionante, ya que lo único bueno a resaltar es el vestuario que es inusualmente llamativo, como si de un payaso se tratase (u Oliver Tree preparando un nuevo disco). El maquillaje está muy bien logrado, sin embargo, hasta ahí llega como antagonista. Durante las historias de cada personaje, esta “Bruja” se va apareciendo en sus sueños y en los escenarios de cada uno sin razón aparente, y es la que se encarga de convertir en “armas” a las personas del pueblo a su beneficio, siendo esta parte del guion, un medio barato para justificar el título en inglés.

A pesar de la excelente caracterización, la antagonista se ve fuertemente disminuida al término de la película, donde parece que cualquiera que tenga su “Kit Básico de Brujería Mi Alegría” puede hacer lo mismo que ella, dejando tramas sin resolver y con poco trasfondo del porqué ocurren las cosas.

Cuando yo veo una película que se promociona de terror, lo que quiero cuando las veo es sentir que me están persiguiendo, ese miedo irracional a no querer salir de mi cuarto en la noche porque puede haber algo en la oscuridad de mi propia casa, y que a pesar de que sé que las criaturas y lo que vi no es real, sienta un pánico al tan solo pensar el hecho de salir de mi habitación o en este caso, de la sala de cine. Weapons definitivamente no causa eso y mucho menos cumple con las expectativas que se generaron a partir de sus tráilers, y no exagero cuando lo digo, porque hubo varios momentos de risa involuntaria entre la audiencia de prensa y medios

Weapons parece una reinvención de la historia contada en IT, pero ahora desde la perspectiva de los padres. No es una película de terror, sino de suspenso, con humor y algo de gore, y en donde lamentablemente el director no supo darle un final (al igual que en su pasada “Barbarian”)

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Acerca del autor

Salvador Lechuga     tiktok.com/@bitfreaks

Amante de los cómics, gamer de nacimiento, hater número uno de las series y adorador del cine


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